EL CAMINO HACIA UNO MISMO (y VII)

… PERO ACOMPAÑADOS

No somos islas. Somos con los otros. Necesitamos a los otros para ser nosotros. El ‘Yo’ se forma con un ‘Tú’. No hay ‘Yo’ sin un ‘Tú’. Y no hay un ‘Tú’ sin un ‘Yo’. Somos seres, por naturaleza, sociales. Para nacer, para empezar a SER necesitamos la intervención de dos personas. Por sí mismo no existiríamos.
En el camino hacia uno mismo están muy presentes los demás. Para bien o para mal, pero ahí están. No puede ser de otra manera. Es verdad que llevamos una serie de reflexiones destacando la importancia de dedicarnos tiempo a nosotros mismos, de aislarnos para separarnos del ‘mundanal ruido’, tiempo para analizar nuestra realidad más intima, tiempo de soledad, tener un espacio para ver cómo nos va la vida,… pero eso no significa que los demás estén apartados de todo esto o que nos estorban.
Seguro que hemos experimentado muchas veces que nuestro ‘mundo interior’ no existe por sí mismo sino en relación a los demás: familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos,… En cualquiera de nuestras circunstancias personales existe una relación con las otras personas. Incluso estamos pensando en algún problema que tenemos y nos viene a la mente tal o cual persona. Estamos valorando nuestras cualidades como una riqueza personal y las ponemos en relación con los demás.
Somos seres en relación. Ahora hablamos mucho de la importancia de las REDES SOCIALES. Es más de lo mismo, otra versión actualizada de la misma realidad. Nos necesitamos. Precisamente los problemas más agudos nos vienen cuando nuestras relaciones personales van flojeando, debilitándose, disminuyendo, como consecuencia se van enfriando… y entonces la relación se termina disolviendo.
Otro tanto ocurre cuando surgen conflictos en las relaciones interpersonales y no se saben gestionar adecuadamente, entonces, hacen que nos sintamos incómodos, preocupados, nos crean ansiedad y angustia… interiormente percibimos insatisfacción.

Pero por las mismas, nos sentimos a gusto, optimistas de la vida, pletóricos, cuando nuestras relaciones con los demás son positivas, agradables, gratificantes, sin duda nos damos cuenta de que nos ayudan, también, a crecer y a pensar que tenemos mucha suerte por lo que nos aportan los otros, porque están ahí cercanos a nuestra vida, como nosotros estamos cercanos a ellos.
Es verdad que EN EL CAMINO HACIA UNO MISMO, es muy importante que ‘uno mismo’ se dedique tiempo para ver cómo lleva la vida, pero sin olvidarse de que las otras personas, que están en relación cotidiana y permanente con nosotros, tienen una palabra muy necesaria que decirnos y, esto es así, porque sin su palabra no podríamos hacer el CAMINO HACIA UNO MSMO.
Por eso si necesitamos dedicar tiempo a nuestra realidad personal, también necesitamos tiempo para relacionarnos –desde el ser- con los demás. Y es que en las relaciones interpersonales nos va en juego nuestra misma realidad personal.
Algunas reflexiones que iré haciendo van a ir en esta línea.