BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 30 de diciembre de 2012

BALANCE DEL AÑO Y EXAMEN DE CONCIENCIA


Estamos cerrando las puertas del año que se termina. Me imagino que  el balance del año, casi lo tenemos terminado. Desde luego muchos comercios y tiendas tienen sus inventarios hechos de pérdidas y ganancias, aunque no sé si estarán muy satisfechos con esto de la crisis. En cualquier caso, en estos días, es muy apropiado hacer el balance del año transcurrido. A los políticos ya les hemos escuchado sus conclusiones, los medios de comunicación nos están recordando los hitos más importantes de los últimos 12 meses. Las diferentes instituciones y asociaciones hacen sus memorias de actividades en estas fechas. Me pregunto si con tantos balances, no nos olvidamos del más importante: El balance de nuestra propia vida, la da cada cual, a lo largo de estos 365 días vividos.
Sigo reivindicando a la persona, al individuo. Pienso en su crecimiento personal. Ya sé que estamos tan atareados y ocupados, que muchas veces perdemos la perspectiva de nuestra historia. Se me ocurre que al finalizar el año, volvamos la mirada hacia nosotros mismos y examinemos cómo nos ha ido.  Una vez más traigo a colación los cinco ámbitos, en los que normalmente nos desarrollamos, y que definen nuestra realidad personal. Me vienen estas cuestiones a la mente, para reflexionar con tranquilidad.
En primer lugar, una pregunta muy directa: ¿Me he dedicado suficiente tiempo, a lo largo del año, para ver lo más hondo de mí mismo y el cuidado que le he dado? Aún más, si me planteé algunos objetivos al inicio del año ¿He realizado el seguimiento apropiado y conveniente?
En segundo lugar, me detengo en mi círculo vital, y una buena cuestión sería responder a lo siguiente: ¿He cuidado mis relaciones interpersonales: con mi pareja, con mis familiares, con mis amistades... para que contribuyan al crecimiento mutuo y sean satisfactorias?
En tercer lugar, mi relación con la sociedad, de la que formo parte y no me puedo escaquear: ¿En realidad soy un buen constructor de la sociedad humana, para que se asienten en ella, la justicia, la paz, la solidaridad, y demás valores que la plenifican?
En cuarto lugar, como ser vivo de este planeta, ¿Cuido el medio ambiente, no escatimo medios para hacer la vida más sana -la propia y la de los demás- y me responsabilizo por hacer 'la casa común' más habitable y menos contaminada?
Y, en quinto lugar, la dimensión religiosa, que sin duda da cohesión a toda la realidad, ¿La tengo en cuenta, le dedico la atención y tiempo que merece, hago crecer el don de la fe en todos los aspectos que conlleva?
Tal vez, no siempre, tengamos una visión armónica y global del crecimiento y desarrollo de nuestra realidad personal, pero viene bien, que de vez en cuando nos lo planteemos. Vamos, digo yo.
 

domingo, 23 de diciembre de 2012

¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!! Y ¡¡¡PRÓSPERO AÑO NUEVO!!!

Todos los años, desde que tengo memoria, vengo escuchando estos buenos deseos que nos decimos con motivo de la Navidad. Si uno se fija en estas sencillas frases: Feliz Navidad y Próspero año Nuevo, resulta que descubre en ellas la esencia de estos días. Es verdad, que llevamos bastantes años 'entretenidos' en los escaparates de las tiendas y centros comerciales, lo que puede 'despistarnos' del motivo de estas fiestas invernales. Por otro lado, evocar el nacimiento de Jesús, que ya es mucho, no acabaría de situarnos en el sentido último de su Natividad. Porque algo 'muy gordo' tuvo que pasar, en la historia humana, para que, el mismo Dios, tuviera que intervenir en la misma. En cualquier caso, se me ocurren estos breves comentarios sobre este asunto.
¡FELIZ NAVIDAD! Así saludamos, estos días, a nuestros familiares, amigos y conocidos. Y lo hacemos con gozo y alegría. Con ella, le deseamos que sea feliz, pero FELIZ con mayúsculas, no de cualquier manera, y el motivo no es otro, que el de recordar la irrupción de Dios en nuestra historia, para ayudar el ser humano a retomar el camino perdido, en el ejercicio de su libertad, y que había derivado en guerras, injusticias, hambres, esclavitudes, opresiones,... todo ello, contribuyendo a la misma deshumanización del ser humano. Un verdadero desastre.
De ahí, lo de Feliz Navidad. Es decir, feliz el día que nació el Hijo de Dios, con la Misión de ayudarnos a ser felices, si nosotros queremos. ¡Y es que habíamos perdido el norte!
Que Dios se humanice, se haga como uno de nosotros, es tan grande y maravilloso, que nos lleva a desearnos lo mejor. Y lo mejor es que seamos dichosos, felices. Es la felicidad que nos viene de Dios. Pese a que su nacimiento sea desde la fragilidad, desde la pequeñez, desde la pobreza,... ¡Aunque sea Dios! Sin duda un misterio, pero que ya nos va dando pistas - de su verdadera intencionalidad - al nacer de esta forma. Aquí se nos marca un camino, el de Jesús de Nazaret, en el que, libremente, el ser humano puede reorientar su vida hacia la plenitud de sí mismo.
¡PRÓSPERO AÑO NUEVO! Esta segunda frase, de nuestra felicitación navideña, no podía faltar. Es la necesaria continuación de la anterior. Si el protagonismo en la Navidad, es el Dios que nace; en esta ocasión nos corresponde el protagonismo a nosotros. El año nuevo, es una oportunidad que nos damos para mejorar y enriquecernos progresivamente. Desear prosperidad es decirles a los demás que, el nuevo año, va a ser favorable, propicio, afortunado, en todas aquellas aspiraciones y anhelos del ser humano. Que con Jesús de Nazaret, en nuestra historia, el camino hacia la paz, la justicia y el amor, nos va a  resultar más transitable y venturoso.
Por consiguiente, no solo recordamos que Dios se encarnó en el ser humano, lo cual es motivo para ser felices, sino que además nos facilitó las herramientas para conseguir dicha felicidad, de ahí que deseemos prosperidad en el nuevo año que comienza. Prosperidad que nos llevará a ponernos manos a la obra de forma que así, este mundo prospere y mejore. Este asunto es tarea de todo el mundo, por eso a todo el mundo les deseamos ¡Feliz Navidad y Próspero año Nuevo!


domingo, 16 de diciembre de 2012

18 DE DICIEMBRE: DÍA INTERNACIONAL DEL INMIGRANTE

Sean mis primeras palabras para recordar a tantos seres humanos: hombres y mujeres, ancianos y niños, que han muerto, en el intento de llegar a "la tierra prometida"; ya sea en las aguas del estrecho o en los desiertos africanos,  ya sea en los intrincados caminos asiáticos o en las fronteras de los países Americanos del Norte. 
Doce añitos, tiene la cita que les animo a leer. Estas afirmaciones no las dicen las religiones, ni el Papa o los obispos, las dice la ONU (Organización de Naciones Unidas):

  "La Asamblea General,
Tomando nota de la decisión 2000/288 del Consejo Económico y Social, de
28 de julio de 2000,
Considerando que la Declaración Universal de Derechos Humanos1 proclama
que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y que
toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en ella, sin distinción de
ningún tipo, en particular de raza, color u origen nacional,
Teniendo en cuenta el número elevado y cada vez mayor de migrantes que
existe en el mundo,
Alentada por el creciente interés de la comunidad internacional en proteger
efectiva y plenamente los derechos humanos de todos los migrantes, y destacando la
necesidad de seguir tratando de asegurar el respeto de los derechos humanos y las
libertades fundamentales de todos los migrantes,

1. Decide proclamar el 18 de diciembre Día Internacional del Migrante;"

Cuando pienso en España, país relativamente nuevo en la acogida de las personas inmigrantes, me vienen diferentes imágenes que se podrían decir así:
- Vinieron y nos preguntamos ¿A qué vienen éstos?
- Nos alegramos cuando descubrimos que hacían los trabajos que no queríamos hacer y encima nos engordaron las ahorros de la Seguridad Social.
- Afloró el racismo, que llevamos dentro, cuando empezó a faltar trabajo y les echamos la culpa, alarmados, ¡Nos quitan el trabajo!
- En todos los supuestos anteriores, les hemos visto como ilegales, 'los sin papeles', casi delincuentes y personas de las que no nos podemos fiar. ¿Podemos estar hablando de discriminación y racismo?
- Nuestra leyes, las europeas incluidas, tratan de regular la inmigración, ¡Qué hipócritas somos! cuando durante siglos, nos hemos paseado por el mundo entero colonizando sus países,  'robando' sus riquezas, esclavizando a sus gentes, tiranizándoles, inventando guerras de lucrosos beneficios ¡Qué cara tenemos!
Por cierto, si hay un país, en el que por las venas y arterias de sus gentes, corra sangre mezclada de diferentes tribus, culturas o civilizaciones, no duden en saber que nos estamos refiriendo a España; tanto por los que han venido por nuestra tierra, como por la que nos hemos traído al volver de sus tierras.
Y aún más, estos días, nos están 'lloviendo' ofertas de trabajo, para nuestros hijos, para nuestros amigos y vecinos, de Alemania, de Canadá, de Australia, de Brasil,... Me pregunto que, cuando se vayan, los que tengan suerte de irse, ¿Cómo queremos que les traten, -en aquellos países- a nuestros hijos, amigos y vecinos?
En fin, creo que sería bueno no olvidar la cita, de la ONU, que hemos leído más arriba. No solo leerla, además pensarla, meditarla, dialogarla y... cumplirla. Todo lo que sigamos haciendo, individualmente o en grupo, contribuirá a seguir construyendo los fundamentos y estructuras de la gran familia humana.


domingo, 9 de diciembre de 2012

EL 'MAL TIEMPO' EN EL INVIERNO, TRAE BUENAS COSECHAS EN EL VERANO

Hablando el otro día, con mi tío del pueblo, me comentaba que, este año, van bien las cosas para el campo. Para los agricultores y campesinos, verdaderos expertos y profesionales del campo, saben que el buen tiempo, no es suficiente para las labores del campo. De esta forma, "el mal tiempo", es decir,  la lluvia, el viento, la nieve, el frío..., son una bendición para los cultivos de cereales y árboles frutales, entre otros.
Sin  embargo, a los habitantes de la ciudad, lo del mal tiempo, lo llevan con resignación y, a veces, con fastidio, sobretodo, por los planes truncados de un fin de semana con temporal. Ya lo dice el refranero español: "Nunca llueve a gusto de todos".
No obstante, la  madre naturaleza es muy sabia. En apariencia, lo que parece adverso, termina beneficiándonos. Y cuando criticamos  el 'mal tiempo', resulta que termina enriqueciéndonos con abundantes frutos. Todos sabemos que el grano de trigo, cuando se siembra, pasa un proceso, que desde fuera, nos parece totalmente absurdo: empieza pudriéndose, aguanta la lluvia, sufre las heladas invernales, cuando va creciendo, el viento zarandea los tallos y las espigas, que se van formando y fortaleciendo de esta forma. Todo esto sin olvidar el mortífero efecto de las posibles plagas de insectos. Y, pese a todo, sus doradas espigas se convierten en el sabroso pan que comemos.
Los seres humanos, que formamos parte de la naturaleza, con  bastante frecuencia, nos olvidamos que tenemos nuestros procesos de crecimiento como tal. Como es lógico, a lo largo de dichos procesos, están presentes tanto 'el  buen tiempo' como 'el mal tiempo'. No lo olvidemos si queremos que aparezcan los frutos deseados, hay que armonizar, aceptar e integrar tanto 'el buen tiempo como el mal tiempo'.
Estamos en una sociedad, en la que se nos ha 'vendido' por activa y por pasiva, que el 'buen tiempo' es lo único válido. Hay que disfrutar de la vida, sed felices, que todo nos vaya bien, que nos den todo hecho y no nos falten comodidades,... eso sí que no nos pidan mucho esfuerzo, que no nos exijan, que la responsabilidad la tengan otros, que los problemas y conflictos no vengan a mi casa, es decir, que 'el mal tiempo', se aleje de nuestras vidas. Creo que no debemos olvidarnos del grano de trigo.
Si uno mira su propia historia, su crecimiento personal, cuántos momentos agradables y felices, sin duda muy necesarios, pero cuántas experiencias dolorosas, de crisis, de frustraciones, sin duda, imprescindibles para configurarnos como personas sólidas.
Lo mismo ocurre en las historia de las parejas, cuántos 'días soleados' en los que se disfruta y saborea la felicidad deseada, al lado, de 'días oscuros y tenebrosos', inevitables en toda convivencia humana.
Podemos abrir el horizonte a la historia de nuestra familia, de nuestras amistades,... es la misma pauta, los procesos naturales son comunes para todos.
Y, como ejemplo especial, no quiero olvidarme de los hijos, de los alumnos y estudiantes. En muchos de ellos hemos contribuido a crear una mentalidad de 'no te preocupes' que no te va a faltar de nada. Cuántas cosas les damos sin el 'previo', esfuerzo para conseguirlas. Nacen y crecen con el convencimiento de que se lo merecen todo. Para ellos no hay invierno, todo es verano. El mal tiempo es un fastidio y hay que ahorrárselo. Mejor que disfruten del buen tiempo, la playa, el campo,... ¡Ya el invierno lo tuvimos nosotros por ellos! Creo que debemos observar más la naturaleza.





domingo, 2 de diciembre de 2012

LOS POLÍTICOS, "MARIONETAS" DEL BECERRO DE ORO

En realidad son los que dan la cara al público. Los que actúan en el escenario son ellos. Todos son buenos actores y actrices. Pero, ¿quién está detrás del guión que representan? Me refiero a los guionistas. Ya hablaremos de ellos otro día.  Sin embargo, hoy, nos vamos a detener en los políticos, una casta privilegiada de ciudadanos, al servicio del 'Becerro de oro'. Saben dar elocuentes discursos sobre el bien común para el pueblo,  pero utilizan su ‘estatus social’, para enriquecerse a costa de los demás. No todos los políticos, pero muchos siguen el guión, pues, bien saben que le cambian "el papel" o lo 'quitan de la escena'.
Nos quieren hacer creer que son diferentes entre sí, que tienen distintas ideologías, que representan dos modelos contrapuestos de la sociedad. Se han puesto etiquetas para marcar su terreno y tener distraído al pueblo, unos se hacen llamar conservadores y otros progresistas. Para los más nostálgicos, hablan de izquierdas y de derechas. Todo es mentira. Todo es puro teatro.
Unos y otros tienen los mismos privilegios. Utilizan los mismos instrumentos tecnológicos, tienen aseguradas dietas y pensiones muy enjundiosas y, de los sueldos, mejor no hablar. En estos tiempos de crisis, que la están soportando la base de la sociedad, los más débiles, los más empobrecidos del sistema,... sin embargo, los políticos, no tienen el recato de disimular su ‘status’ de casta privilegiada. Es vergonzoso.
Si hablamos de corrupciones ¿qué partido no está pringado? Si hablamos de derrochar millones, a mansalva, ¿qué partido se atreve a 'poner la mano en el fuego'? Y no digamos nada sobre el tráfico de influencias. Todos los partidos, todos, están implicados en estos asuntos. Unos y otros, cuando hacen las leyes, no miran los beneficios y el bien del pueblo, siempre tienen la vista puesta en el 'Becerro de oro'. El pueblo, que les votó con la esperanza de mejorar sus derechos y condiciones de vida, es olvidado tan pronto asumen el papel de políticos que se les ha encomendado.
Si miramos la historia, nos encontramos con que se han cambiado los nombres, pero la casta política, nunca ha dejado de representar su papel. Siempre han estado al servicio del poder, del Becerro de oro. Por ejemplo, antes se llamaban condes, duques, marqueses,... y ahora consejeros de educación, ministros de economía o directores generales de sanidad. Son los mismos.
Con lo fácil que sería, cumplir las promesas de sus programas electorales, en los que dibujan el mejor mundo posible para todos o de gestionar los recursos del pueblo, para el bien de todos, sobre todo de los más necesitados. Por cierto observen los apellidos de los políticos, son los mismos desde  hace muchas generaciones. A la plantilla van llegando algunos, pero muy seleccionados.
Fíjense en un detalle: la China -comunista- y los Estados Unidos -capitalista-, coinciden en que sus clases dirigentes son los beneficiaros, directos, de privilegios, de capitales, de recursos y medios,... Es más, tanto en China como en Estados Unidos, si hay un disidente al sistema, simplemente, lo quitan del medio. Por ejemplo: ¿Se acuerdan de un tal Kennedy?
No obstante a lo dicho, mantengo la utopía de un mundo mejor. Las cosas pueden cambiar, empezando por uno mismo, pero pueden cambiar.