BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 28 de diciembre de 2014

TRES COSAS QUE LE PEDIRÍA A LAS FAMILIAS CRISTIANAS

La familia es uno de los elementos característicos de la Navidad. Cuando llegan estas fechas, todos tenemos la experiencia de estar con nuestros seres más queridos. La vida en el hogar es uno de los recuerdos, de la infancia, más agradables de nuestros vidas. Volver, retornar al hogar, por Navidad, está ya en nuestro ADN.
Este domingo, el pueblo cristiano, celebra el día de la Familia de Nazaret: Jesús, María y José. Con este pretexto, se me ha ocurrido escribir unas letras sobre el asunto familiar. En alguna ocasión me han preguntado que le pediría a una familia cristiana. De pronto contestaba que, ante todo, fuera una auténtica familia. Hoy me voy a extender, un poquito más, en la respuesta y a una familia cristiana le pediría tres cosas, que son:
La primera: atención a cada persona en su individualidad.
Creo que debemos reivindicar la atención a cada miembro de la familia. El contexto familiar no anula a las personas. Cada uno de sus miembros necesita su espacio y su tiempo para su crecimiento personal. A lo mejor no se dispone, todos los días, de ese momento que  me va a ayudar a interiorizar todo lo que me va pasando, para integrarlo en mi vida; pero, hay que habituar a los pequeños, desde el ejemplo de los adultos, a buscar  y señalar la importancia de esos momentos tan personales.
La segunda: atención a la pareja como tal.
Puede ocurrir que la pareja, con la venida de los hijos, se estanque en su crecimiento como tal. De ser así, toda la familia se verá afectada. Cuando la pareja no funciona porque no se dedica tiempo y no tiene su espacio para su crecimiento como pareja, todo se resiente. Los mismos criterios para criar y educar a los hijos no van a estar asegurados. A mi entender, cuando el amor no se cultiva, o se anulan los tiempos para contrastar, comunicarse, ayudarse, perdonarse,... compartir la propia vida; la familia, en su conjunto, se complica y aumentan las dificultades.
La tercera: atención a la interrelación de los padres y los hijos.
En el fondo, la familia es una auténtica escuela para la vida. Lo que se viva en la familia se proyectará en la sociedad que nos movemos. La familia es como la sociedad en pequeño. Los aprendizajes fundamentales se inician en el contexto familiar. Son las familias las que aportan a los nuevos ciudadanos que constituimos la sociedad. Los valores que se aprendan, se vivan en el seno familiar entre padres e hijos, incluso, entre hermanos; van a estar muy presentes allá en donde se desenvuelvan en la sociedad, como la escuela, la vecindad, la empresa, las asociaciones, etc,
Bueno, y una conclusión.
Por consiguiente, una familia que tenga en cuenta estas dimensiones que acabo de esbozar, sin duda, será una familia ejemplar que desarrollará todas sus posibilidades, con lo cual, estará cumpliendo con su función social y ahora, añado, su misión eclesial.

Por tanto, no creo que la familia cristiana, sea algo diferente a la familia humana que soñara Dios, cuando creó al ser humano. Siempre he creído que la fe cristiana lo único que hace es recordarnos los planes que Dios diseñó desde la creación del mundo. Esa fue la Misión de Jesús de Nazaret.

domingo, 21 de diciembre de 2014

¡ÁNDALE!... EL DIOS DE LOS CIELOS SE HACE HOMBRE COMO NOSOTROS

Cuando yo era niño, las cosas que me decían de Dios, no las entendía. Eso sí, eran impresionantes para mi mente: Dios era omnipotente y omnipresente, también decían omnisciente y omnibenevolente,… Total que Dios lo era todo hasta lo infinito... Y, además, estaba siempre en el cielo sentado en un trono, muy mayor Él, con blancas barbas. Más adelante me dibujaban un triángulo con un ojo muy grande, porque Dios todo lo ve y en todo se fija. ¡Había que tener cuidado!...
Hoy, ya veo a Dios de otra manera. La vida me ha llevado a configurar otra imagen de Dios menos sofisticada y, desde luego, mucho más cercana, eso sí, pero sin dejar de ser Dios.
En la Navidad reside la explicación de este notable cambio que he tenido. Para empezar la Navidad es la fiesta por excelencia: con adornos especiales en las casas y en las calles; con músicas muy propias y alegres con los villancicos; con comidas y regalos que la enaltecen y subliman, en fin, para que les voy a contar... la Navidad es... ¡La Navidad!
Si vamos a los orígenes que dan la explicación, a todo esto, nos encontramos con una razón muy simple: Dios, el mismo Dios de los cielos, nos ha visitado, se ha hecho uno de nosotros, se ha venido a vivir con nosotros, se ha hecho hombre, naciendo en una cueva, a las afueras, de Belén. Lo más sorprendente de esta humanización de Dios, es que la iniciativa ha partido de él. Ha sido Dios el que decidió encarnarse -hacerse carne- como cualquiera de nosotros.
Él, que lo es todo, todo, se ha hecho frágil, débil, endeble... como cualquiera de los niños y niñas que nacen todos los días del año. A esa indefensión hay que añadirle el lugar que escogió para venir "a la tierra desde el cielo" ¡Una cueva! llena de suciedad y basura de los animales,... y le pusieron en una cuna improvisada, o sea, el pesebre que mejor encontraron su padre, José y su madre, María.
No nació en un gran palacio, como merecía su rango, ni en la ciudad donde se encontraba la gente importante; no, nació a las afueras, entre los sin techo, entre los pobres. Dios se hace hombre y lo hace en el lugar más apropiado, con una intención muy clara, la urgencia de humanización (recuperación de la dignidad) de los millones de seres humanos machacados y explotados, a lo largo de la historia, por el resto de otros hombres y mujeres que desde el poder social, económico, político e, incluso, religioso, siguen manipulando y marginando a los más indefensos, frágiles y débiles de la sociedad - la única que tenemos- todos los seres humanos.
Dios se humaniza para enseñarnos cómo tiene que ser nuestra humanidad. Parecería que los hombres y mujeres, al ejercer nuestra libertad, hemos elegido caminos que no tienen salida, al menos una salida digna, como corresponde a nuestra naturaleza; y en vez de construir una sociedad justa, pacífica, tolerante, libre, solidaria... (la familia humana de la que ya he hablado otras veces) nos hemos dedicado a las guerras, a la esclavitud, a las injusticias, a la violencia,... a la explotación de los seres humanos y, todo esto, desde su más tierna infancia.
Dios se hace hombre, en Jesús de Nazaret, con la Misión de anunciarnos la Buena Noticia: la Familia humana no es una utopía. El niño Jesús que nace en Belén va a ser el modelo y la referencia de esta nueva familia que Dios quiere para nosotros. Su vida y su mensaje serán el mejor testimonio.
Ahora entendemos mejor las palabras que vienen en el evangelio: "Tanto amó Dios al mundo que nos envió a su hijo para salvarnos" (Jn, 3).


¡¡¡ FELIZ  NAVIDAD !!!

domingo, 14 de diciembre de 2014

LOS POBRES, SÍ QUE ESPERAN LA NAVIDAD

LOS POBRES, siempre hablando de ellos. Nuestras conversaciones, si nos fijamos, no se agotan con el futbol o con los programas "basura" de la TV; ni siquiera con la famosa crisis. No, somos más generosos que eso y a lo largo del año aparecen los pobres y hablamos también de ellos - y de ellas - (pues, también hay mujeres pobres), de tal forma que nos ponen imágenes suyas en los telediarios; les vemos en las calles, incluso, los famosos hacen campañas para aliviarles... y es que los pobres están muy presentes en nuestras vidas.

Me pregunto… ¿Por qué será que a los pobres los tenemos tan presentes? Y entonces, me doy estas respuestas: ¿Por lástima? ¿Mala conciencia? ¿Por compasión? ¿Despiertan nuestra solidaridad? ¿Por indignación? ¿Porque nos estorban? ¿Nos incomodan? ¿Nos sentimos amenazados por ellos? ... No sé, que cada cual vea.

Pero llega la Navidad y todos los años nos volcamos de manera muy especial con los pobres. En estas fechas, en el ambiente, se da una sensibilidad especial hacia ellos. Hay algo en estas fiestas que nos aproxima mucho más a sus personas... Y hacemos campañas solidarias dedicadas a los pobres más cercanos. Dicen, que antiguamente, las familias ricas se llevaban a un pobre a su casa por Navidad,...

En el fondo los pobres, o sea, los sin techo, los excluidos, los presos, los parados, los inmigrantes, los marginados, los vagabundos y transeúntes, los indigentes, los hambrientos, los menesterosos, los pordioseros y mendigos, los miserables y desgraciados, los desamparados, ... no dejan de ser personas con toda su dignidad y derechos, y además, como dirían los antropólogos, pertenecen a nuestra "especie humana o género humano", por consiguiente, en estas fiestas, que son tan entrañables, como miembros de la misma "familia" que son, pues, no los queremos olvidar.

Tal vez, aunque no lo formulemos, todos los días de año, con tanta claridad y conciencia, en el fondo, nos acordamos de los pobres, porque pertenecen a nuestra misma "familia", es decir, que son nuestros "hermanos", pero, que han tenido mala suerte en la vida. A lo mejor en las mismas circunstancias que ellos, igual estaríamos en su situación,... ¿quién sabe?

Si a todo esto añadimos la dimensión religiosa, la Navidad es la fiesta, por excelencia, en la que se privilegia a los pobres, porque son los preferidos de Dios. Jesús nace en una cueva, apartado del pueblo de Belén, pobre entre los pobres; además, fueron los pobres los primeros que lo visitaron, por eso, nuestros belenes están llenos de los pastorcillos, que llevaron a María, lo más necesario para atender a su hijo en los primeros días de su vida.

Y ese Niño -tan frágil y pobre- que nace en una cueva, nos hablará -cuando sea mayor- de un Dios que, como padre y madre, nos quiere a todos sus hijos e hijas y nos desea la paz y felicidad. Precisamente los pobres, esperan estas fechas para recordárnoslo.

domingo, 7 de diciembre de 2014

MARÍA DE NAZARET, UNA MUJER DEL PUEBLO

Con tantos títulos marianos, advocaciones, devociones y dogmas, nos hemos olvidado de que, María de Nazaret, fue una mujer. Y, una mujer, a tope: ¡Como Dios manda! Resulta que con tantas historias, al final, nos ha quedado oculta la auténtica mujer, que fue María. La hemos puesto tan lejana y de tan difícil acceso que su modelo de mujer, madre y esposa, con tanto espiritualismo barato, ha quedado anulado.
Tenemos suficientes datos en el evangelio, como para enorgullecernos de una mujer que supo gobernar su vida con plena lucidez y libertad. Por lo que sabemos no escatimó esfuerzos, y sus decisiones, fueron firmes. Claro que dudó para tomarlas, pero una vez tomadas, no miró hacia atrás.
Desde el principio se nos habla de una joven con carácter, hasta al enviado de Dios le pone pegas, pues, se está jugando su futuro y quiere las cosas claras, al final acepta ser la madre de Jesús. Por otro lado, no duda en ayudar a su prima Isabel, me imagino que es lo que harían en aquella época todas las mujeres, ella no iba a ser menos.
Es una madre preocupada por su hijo. Tanto cuando se pierde de adolescente en Jerusalén, como cuando está predicando por los pueblos. También cuando le van bien las cosas, en el contexto de una boda, como cuando está al pie de la cruz, sufriendo por la muerte de su hijo. ¡Qué madres no hacen lo mismo!
Sin embargo, la hemos ‘sacralizado’ tanto, que de ella solo esperamos mercedes, por consiguiente, su ejemplo y modelo de vida lo hemos aparcado. No nos interesa. Es más, le pedimos que nos solucione nuestros problemas, que para eso es tan buena intercesora. Me pregunto qué es lo que estará pensando allá en el ‘cielo’.
Para colmo, el ‘devocionismo’ mariano, se inventó una plegaria, que ni siquiera está inspirada en los evangelios. Me refiero a la Salve (Salve Regina). No dudo que ha inspirado gran devoción a muchísimas personas a lo largo de los siglos y, en la actualidad, lo sigue siendo. Pero, a mí me sugiere una espiritualidad derrotista, negativa y un tanto alejada de la vida cotidiana.
Prefiero el Magníficat. Entre otras cosas porque es una oración que dijo María. Ya sabemos que aparece, esta hermosa y desafiante plegaria, cuando en el evangelio de Lucas, María de Nazaret, se encuentra con su prima Isabel. Es tanta la alegría y el gozo que tiene, que lo expresa con este himno de agradecimiento y, a la vez, de denuncia. A lo mejor, es por eso, que no la conoce tanto el Pueblo de Dios.
Por mi parte, para recordar a María, que tan buenos ejemplos de vida nos dejó; termino citando su oración y plegaria, en la que manifiesta su agradecimiento, gozo y alegría, tomada de (Lc: 1,46-55):
"Proclama mi alma la grandeza del Señor,
y se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador;
porque ha puesto sus ojos en la humildad de su esclava,
y por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí:
su nombre es Santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hizo proezas con su brazo:
dispersó a los soberbios de corazón,
derribó del trono a los poderosos
y enalteció a los humildes,
a los hambrientos los colmó de bienes
y a los ricos los despidió vacíos.
Auxilió a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abraham
y su descendencia por siempre".

domingo, 30 de noviembre de 2014

SI YO NO CAMBIO, EL MUNDO NO CAMBIARÁ

Todos sabemos que el mundo está muy mal. Y no nos faltan las soluciones. Casi todas ellas se centran en los gobiernos. Es fácil escuchar que son ‘los de arriba’ lo que tienen  el dinero y el poder para cambiar las cosas. ¡Hombre! Algo pueden aliviar, pero cambiarlo… ¡Nunca! Miren, miren la historia.
Cada vez me confirmo más en que el cambio vendrá, cuando cambiemos las personas –individualmente -, me refiero. El mundo está llenos de seres humanos, hombres y mujeres, que como personas somos iguales, en dignidad y derechos, pero, que no los somos en todo lo demás. Y no hablo de las diferencias, normalizadas, que nos vienen por las razas, las religiones o las culturas.
Me estoy refiriendo a que cada persona somos única y distinta a todas las demás. Cada cual es un ser único e irrepetible: ya sea africano, europeo, americano o asiático. Y como ser original tiene su personalidad, su carácter, su temperamento, sus valores, sus defectos, sus limitaciones, sus habilidades, sus fobias, sus complejos, sus intuiciones, su pasado, su presente, su herencia genética, su contexto en el que habita,  su propia familia, etc. etc.
Y lo que somos lo proyectamos. Nuestra familia acusa lo buenos y lo malo que tenemos. A nuestras amistades también les afecta lo que somos. Lo mismo podemos decir, del lugar en el que trabajamos, del barrio o de la ciudad en que vivimos; en fin, las personas que nos rodean, en nuestra vida cotidiana, están afectadas (¿contaminadas?) de nuestro ser, y ya digo, tanto para bien como para mal.
El asunto está en si ‘controlamos’ lo que somos y proyectamos a los demás. La persona egoísta proyectará su egoísmo. La bondadosa proyectará bondad. Cuando somos propensos al engaño y la mentira, pues, engañaremos y mentiremos. Si tenemos facilidad para la alegría y el buen humor los demás estarán encantados. Ahora que si la avaricia y el poder, desmedidos, nos dominan, sin duda, los demás los padecerán,
Me pregunto ¿quién no ha pagado sin IVA una factura para ahorrarse unos euros? ¿Quién no ha firmado un documento sabiendo sus consecuencias? ¿Quién no ha ocultado algo para favorecer sus intereses? ¿Quién no se plantea ‘ir a su bola’ sin tener en cuenta los problemas de los demás? ¿Quién no se hace indiferente? ¿Quién…?
Basta que ‘bajemos’ a las profundidades de nuestro ser, para constatar nuestras incoherencias, para felicitarnos por las buenas cosas que somos y tenemos, para descubrir las deficiencias que deberíamos corregir, para enumerar los rasgos de nuestro ser –que bien activados- nos harían felices, pero, ¡Ay! la pereza, y la desidia, la comodidad y la desgana,…
Hoy empezamos los cristianos el tiempo de adviento. En los textos litúrgicos se nos va a invitar a prepararnos, a convertirnos, a cambiar aquellas cosas que ‘chirrían’ en nuestra realidad personal, ¿aprovecharemos la oportunidad que se nos brinda? Aunque para estos asuntos no hace falta que lleguen tiempos especiales.
Creo que cada ser humano, por su condición de tal, está llamado a crecer, a madurar, a realizarse plenamente como persona. Eso sí, tiene que dedicar tiempo para dicha tarea. La felicidad nos va en ello. Y nuestra felicidad, sin la menor duda, afectará positivamente a los demás.

domingo, 23 de noviembre de 2014

“LA MATÉ PORQUE ERA MÍA”: 25 DE NOVIEMBRE, DÍA PARA ERRADICAR LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES



44,  Mujeres, 44 Personas, 44 Seres humanos ya no están con nosotros. En España, son 44 las víctimas por violencia de género. Y aún no ha terminado el año.
Simplemente indignante. Todos los años la misma y lamentable cantinela. Parece que en el paisaje de la sociedad y, no solo de la española, la muerte de la mujer a manos de su pareja ya es normal. Y lo preocupante es que, el maltrato a la mujer, empieza a edades más tempranas. En los últimos tiempos hay denuncias de adolescentes.
Nos dice la Organización Mundial para la Salud, que “la violencia de género es la principal causa de muerte entre las mujeres de entre 15 y 44 años, en todo el mundo, por delante de la suma de muertes provocadas por el cáncer, la malaria, los accidentes de tráfico y las guerras”. Y la ONU sigue denunciando, cada año, “que tres de cada cuatro mujeres en el mundo han sufrido alguna vez en su vida violencia machista”.
Para situarnos, veamos los orígenes de la fecha para el recuerdo de las víctimas: El 17 de diciembre de 1999, a través de la resolución 54/134, la Asamblea General, declaró el 25 de noviembre, como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, e invitó a los gobiernos, las organizaciones internacionales y las organizaciones no gubernamentales a que organicen, en ese día, actividades dirigidas a sensibilizar y concienciar, a la opinión pública, respecto al problema de la violencia contra la mujer. Tenemos que remontarnos a 1981, cuando un grupo militante de mujeres, proponen el 25 de noviembre como el día contra la violencia. La fecha fue elegida en conmemoración del brutal asesinato, en 1960, de las tres hermanas Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana, por orden del gobernante y dictador dominicano Rafael Trujillo.
Todos sabemos de lo que va el problema y siempre será poco lo que hagamos para educarnos en el respeto a la mujer. Por las circunstancias de mi trabajo, en años anteriores, he tenido que intervenir en casos de maltrato a varias mujeres. No es nada fácil y, sobretodo, cuando tienes que tratar directamente con el maltratador. Desde luego, la mujer queda muy marcada y, por mucho que se esfuerza, queda muy afectada para siempre.
Se están haciendo grandes esfuerzos para erradicar este grave y lamentable problema – que se da a nivel mundial – no olvidemos que la mitad de la humanidad son mujeres y, en este caso, como en otros muchos se siguen llevando la peor parte.
Sigo pensando que no solo las mujeres están implicadas en la solución de este asunto, nos corresponde también a los hombres trabajar para que se logre superarlo. En la familia, en la escuela, en las iglesias, sinagogas, mezquitas,… hay que luchar por solucionar esta lacra de la humanidad que se lleva a tantas mujeres cada año. Y he hecho referencia a las religiones, porque creo que son uno de los factores que históricamente han contribuido al machismo violento. Ya sé que se dan otras causas familiares, sociales, culturales y económicas, pues todo este asunto es más complejo de lo que a simple vista aparece.
No obstante, he querido dejar constancia de las religiones, porque tienen la fuerza de contribuir a que la igualdad, entre los hombres y las mujeres, se haga realidad, finalmente. No debemos olvidar que para todas las religiones, todos los seres humanos somos iguales, ya que fuimos creados a imagen de Dios y al ser sus hijos e hijas, también somos hermanas y hermanos.
En fin, sean estas humildes palabras, un homenaje a tantas mujeres que nos han dejado, por culpa de sus parejas, a lo largo y lo ancho de este mundo que habitamos.

domingo, 16 de noviembre de 2014

20 DE NOVIEMBRE: DÍA INTERNACIONAL DE LOS NIÑOS Y NIÑAS


Creo que esta es una semana muy importante para la infancia. Aunque en realidad habría que decir que sería un poco mezquino esperar al 20 de noviembre, de cada año, para recordar a los niños y niñas que no viven su infancia como "Dios manda".
En todo caso nos alegramos de que exista un día para la infancia. Nos podemos preguntar, ¿por qué el día 20 de noviembre?. Un poquito de historia. Hay que remontarnos al 26 de septiembre de 1924, cuando la Asamblea de la sociedad de las naciones, adoptó la Declaración de Ginebra, sobre los derechos del Niño. Después vienen las guerras de los años 30 y 40 y se paraliza toda iniciativa. Hay que esperar a 1950, cuando una comisión, de la ya creada Naciones Unidas, redactó un proyecto preliminar para una nueva Declaración de derechos del niño. A lo largo de 1959 se intensifican los trabajos y el 20 de noviembre, del mismo año, la Asamlea general, con la presencia de 78 países reunidos en sesión plenaria, aprobó por unanimidad la Declaración de los derechos del niño.
Tres décadas después, en 1989, se realiza una Convención sobre los derechos del Niño, en el marco de las Naciones Unidas, determinando que el 20 de noviembre sea declarado Día Internacional de la Infancia, aunque tambiénn se puede proclamar como Día Universal de los Niños y las Niñas. Así lo venimos recordando y celebrando desde entonces.
Nos tenemos que felicitar porque nuestros hijos, casi todos, están creciendo en un ambiente sano y propicio para que su desarrollo sea el adecuado. Da la impresión de que en las sociedades occidentales, en general, la infancia está cuidada y protegida. Pero no hay que dar nada por supuesto, pues, queda mucho por hacer.
Sin duda hemos avanzado en la conciencia social que nos lleva a defender a la infancia. Pero a mi modo de entender, aún, estamos dando los primeros pasitos. Basta echar una ojeada a la prensa escrita o digital de estos días, ver los telediarios de esta semana, escuchar la radio, "bucear" en internet sobre el tema,... y nos daremos cuenta de que quedan muchas piedras por el camino. Echemos, pues, un vistazo a la realidad mundial.
En el mundo hay más de 120 millones de niñas y niños abandonados, viven sin hogar y sin escuelas.
Más de 200 millones viven sometidos a la explotación laboral.
Superan el millón de Menores que son "esclavos sexuales" en Asia. En el ámbito del sexoturismo.
Hay miles y miles (millones) de niños y niñas que mueren de hambre y de enfermedades "curables".
Hay menores de edad que son guerrilleros, utilizados por los ejércitos para hacer barbaridades.
Abundan por miles las niñas y niños que son maltratados y abusados sexualmete por sus familiares y "seres queridos".
Existen los secuestros infantiles, el tráfico de órganos de niños y niñas, la compraventa a sus padres "para no sabemos qué fines"...
En fin, ésta es la cruda realidad que os propongo para reflexionar y dialogar. Y por eso me parece bien que debemos tener - al menos un día - para recordarla, pues, aunque tenemos una declaración de los Derechos del niño, muchos de esos derechos, lamentablemente, no los tienen muchos niños y niñas.




domingo, 9 de noviembre de 2014

EL FUTBOL ES UNA NUEVA RELIGIÓN POLITEISTA Y, MORALMENTE, ESCANDALOSA


Cada vez lo veo más claro, el futbol es una 'Religión Politeísta', pues tiene varios ídolos (para algunas religiones oficiales dioses falsos). Por cierto, a los ídolos se les honra y se les brinda pleitesía; se quiere estar cerca de ellos, tocarles, se le piden autógrafos y compran sus camisetas, como si fueran los amuletos de las antiguas religiones, que te van a dar buena suerte.
Tiene, el futbol, sus sacerdotes, que salen todos los días en televisión dando sus consignas y manteniendo el misterio de sus planes, para los partidos futuros. Son los oficiantes de la liturgia futbolística.
Sus feligreses, son incontables, como las grandes religiones, mueven a miles de fieles todos los fines de semana, llenando los nuevos templos y dejando a mucha gente en la calle. ¡Menos mal que está la televisión, para seguir la liturgia dominical!  Y ya no digo, nada cuando llegan las grandes "fiestas religiosas" (Champion, Campeonatos mundiales...) son millones.  Por cierto el icono de todo esto lo tiene, como sabemos, Maradona que ha llegado a la máxima expresión todo este asunto, creando la Iglesia Maradoniana. Por consiguiente el futbol, creo que cumple una función, en este caso, "religiosa".
También el futbol tiene otra función: la de ser el 'Pan y Circo', para el pueblo embarcado en mil problemas; pero que el futbol les alivia y tranquiliza. Ya sabemos que cuando los romanos querían entretener al pueblo, para que no se les rebelara y pidiera cuentas, ante los abrumadores problemas que tenían, con un poquito de 'pan y circo' solventaban el asunto.
Hoy tenemos la crisis globalizada, aunque para los ricos no suponga grandes ni pequeños traumas, muchos son los millones de pobres que han visto acentuar sus carencias de comida, medicinas, casas,... la miseria campea por medio mundo y, sin trabajo, se ha quedado mucha gente, solo en España, casi cinco millones, dicen las estadísticas interesadas. Pero no hay que preocuparse: acaban de empezar las ligas, se han iniciado las europeas y con un poquito de esfuerzo se dan pasos para el próximo mundial. ¡Qué por futbol no sea!
Con razón el marxismo denunciaba a la religión, diciendo, que era el opio de pueblo (en este caso de una forma clamorosa). ¡Qué pocas manifestaciones hay en las calles para pedir soluciones!
Por consiguiente el futbol es una inmoralidad -mejor- una gran inmoralidad. Ya hemos aceptado que se paguen millones de euros por un futbolista y nos quedamos tan tranquilos. Bueno es normal, decimos, que el futbol actúa como una empresa más, y todo es cuestión de capital que se invierte, porque se sabe que se van a aumentar los beneficios. Unos cobran millonadas y otros pagan entradas astronómicas por ver, por ejemplo, la final de cualquier liga campeonato o lo que sea.
¡En qué mundo vivimos! Mientras tanto, unas 50.000 personas mueren de hambre todos los días. Claro, que me dirán algunos que no hay que mezclar las cosas. Pero no olvidemos que, en este mundo globalizado, todo está interconectado. Claro que no hay que preocuparse porque de vez en cuando, aparecen los ídolos -muy sonrientes, eso sí- repartiendo regalos y ayudas a través de diferentes ONGs, algunas 'migajas' hay que dejar caer de vez en cuando y no dudo de su honradez, pero la conciencia es la conciencia.
Es verdad que podríamos decir cosas parecidas del mundo de las motos, bicis, coches, tenis, baloncesto,... Pero también añadir, ya lo dije hablando de Nadal en otro artículo, que el deporte, todo deporte, es saludable, socializa y otras mil virtualidades que podríamos continuar diciendo, lo cual no quiere decir que deje de hablar de las cosas que acabo de comentar.
Por cierto, yo tengo una bici y la utilizo todos los fines de semana.

domingo, 2 de noviembre de 2014

¡HE NACIDO PARA SER FELIZ Y... ESTOY EN ELLO!



“Bienaventurados, dichosos, felices…” eran las palabras que más se repetían en el Evangelio de ayer. Jesús de Nazaret, no se cansaba de ofrecer su propuesta de felicidad a las personas que se le acercaban. Por mi parte y con mis debilidades, no dejaré de hacer lo mismo.
Cada vez estoy más convencido, de que hemos nacidos parta ser felices. Pero la realidad es contundente y el ser humano, la verdad, no es feliz. Muchas personas se quedan en el intento. Otras saborean, brevemente, la felicidad. Para una inmensa mayoría, sus condiciones socio-ambientales, van en contra de su mismo derecho a ser felices; de forma que desde su nacimiento, encuentran numerosas dificultades y trabas para conseguir su felicidad y, no digamos nada para llegar a ser plenamente persona. Los obstáculos vienen tanto del propio interior, es decir, de la naturaleza humana, como de fuera, o sea, la familia, vecinos, amigos, compañeros, en suma, de la sociedad (injusta) en la que vivimos.
Por aquí quiero centrar mi reflexión. En nuestro caminar diario, encontramos recursos personales y ajenos que nos ayudan a avanzar en la dirección de nuestra vocación a ser felices, o bien, a ponernos dificultades. Ésta es la continua lucha que se entabla desde que nacemos hasta que morimos. Queremos y no podemos. Podemos y no queremos. Pero también queremos y podemos. Toda persona, antes o después, descubre este doble dinamismo que se da en su interior. Unas veces se opta por querer, y todo funciona y, en otras ocasiones, ‘se arroja la toalla’. Ambas opciones son humanas y ambas contribuyen al crecimiento personal. Recordemos aquello de que no hay mal que para bien no venga.
Cada ser humano tiene unos recursos y unas capacidades personales que le posibilitan dar más de sí y realizarse como persona. Cada cual tiene los suyos. Por eso somos distintas unas personas de otras; aunque exista un fondo común. Hay personas que utilizan muy poco esos recursos y capacidades; prefieren ir tirando y sobrevivir, se quedan en el camino; otras, les sacan el máximo rendimiento, llegan a experimentar lo que significa ser auténtica persona, logran experimentar la felicidad,... son felices. Hay hombres y mujeres que prefieren la mediocridad, las medias tintas, vivir el momento, claudicar ante la menor dificultad, vivir sin sobresaltos y complicaciones ¿Viven o malviven? Un coche sirve para ser coche: no puede volar; una persona sirve para ser persona: ¡no es un vegetal!
Cuando el joven se va haciendo consciente de todas estas cosas, se enfrenta a los retos de la propia vida. Con toda claridad, se plantea que todo lo que consiga va a depender de él; Por consiguiente, sólo por su propia iniciativa y por su decisión va a estancarse, o bien, caminar hacia delante, o retroceder en la tarea de ser persona, o sea, de llegar a ser feliz.
Hay en la vida de cada persona muchos caminos, yo los resumo en dos y que, además, tienen su precio:
Llegar a ser persona y feliz supone: Ilusión, esfuerzo, constancia, sinceridad, amistad, reflexión, diálogo, caerse/levantarse, aguantar, sufrir, cambiar, alegría, optimismo, bienestar, confianza, amabilidad, simpatía, paz, solidaridad, tolerancia, respeto, educación, libertad, aceptación, superación, trabajo, amor…
Apostar por otras ‘historias’ conlleva: desilusión, pereza, inconstancia, mentira, enemistad, superficialidad, cabezonería, claudicación, intransigencia, evasión, infantilismo, tristeza, pesimismo, malestar, desconfianza, mala intención, antipatía, agresividad, insolidaridad, intolerancia, falta de respeto, mala educación, manipulación, rechazo, tirar la toalla, holgazanería, egoísmo…

Que cada cual vea que camino desea seguir, aunque a veces van muy juntos.