BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 26 de enero de 2020

HIJO, SI TE PEGAN EN EL COLE, NO SEAS TONTO Y PEGA TÚ TAMBIÉN


¿Por qué necesitamos celebrar un día de la no-violencia y de la paz? El 30 de enero de 1948, asesinaron a Mahatma Gandhi, considerado el apóstol de la no violencia y reconocido líder espiritual de la India. Aunque nunca le dieron el nobel de la paz, este día escolar de la no violencia y la paz se celebra desde 1964, y está reconocido por la ONU desde 1993. Es el mejor homenaje que podemos hacer por este hombre que tanto bien ha hecho por la humanidad.
Por su carácter escolar, el objetivo de la jornada es la educación en los valores que se relacionan con la no violencia y la paz: el diálogo, la tolerancia, el amor, la solidaridad, la justicia, el respeto y la buena convivencia. Es la ocasión para que toda la comunidad educativa vibre en torno a estos valores tan necesarios en el mundo global que estamos construyendo.
Y como siempre que dedicamos un día a un asunto, tan importante como éste, seguimos preguntándonos por la fragilidad del ser humano. Nuestros ideales hablan del amor universal, pero el egoísmo campea por doquier; apostamos por la no violencia en la resolución de los conflictos cotidianos, pero la violencia y la venganza es la respuesta más rápida que se nos ocurre; y se nos llena la boca de la palabra paz en nuestras conversaciones, pero la televisión y las redes nos está informando, continuamente, de las guerras que aún existen y con imágenes “muy duras”
Crear la cultura de la paz y la no violencia no es fácil. Y sin embargo nos 'jugamos' en la educación de cada persona, empezando en la infancia, la creación de un futuro en el que la justicia y la paz favorezcan el mundo mejor que todos soñamos.
El otro día en mi clase dos alumnos (adolescentes) se pelearon -del verbo pelear- por un bolígrafo. Claro lo del boli era la excusa, 'el vaso' estaba lleno de otros 'ingredientes'. El acoso escolar está con mucha frecuencia en los medios de comunicación y las redes sociales.
Y no lo olvidemos,  los alumnos son también hijos de unas familias y vecinos de un barrio. Y sabemos del maltrato intrafamiliar, conocemos de la violencia callejera, por no hablar de las agresiones y venganzas de todo tipo.
¡Cuidado! Que no estoy refiriéndome a los sectores marginados y pobres. Porque 'los ricos también lloran'. Son los ricos, los políticos y otros personajes influyentes los que generan las guerras, luego mandan al campo de batalla a los hijos de los vecinos...
Este mundo injusto que habitamos, tan desigual y con tantas diferencias, no ha surgido de la nada y menos de un grupito de personas: ¡No! Cada cual ponemos a lo largo de nuestra vida una o varias 'piedrecitas para hacer la montaña'. La montaña del egoísmo, del odio, de la venganza, del '0j0 por 0jo y diente por diente', de las agresiones, de los asesinatos, de las violaciones, de los maltratos,...
Pienso que todo esto no se arregla en las aulas. La escuela tiene el privilegio de educar y tiene que estar a la altura de lo que se espera de ella. Pero la primera educadora es la familia y tiene que decir mucho más. Y otras instituciones como las religiones, las distintas asociaciones -formadas por personas- también tienen que hacer su aportación y no digamos los políticos (de todos los colores) personas públicas que tenían que ser los verdaderos modelos de convivencia y respeto, que por eso les hemos elegido, ¡Vaya tela! ...
Termino con unas palabras de Gandhi:Pienso hablar con cierta alegría de mis experiencias de tipo espiritual. Soy el único que las conoce y de ellas es de donde he sacado la energía que me anima en la acción política... Cuanto más medito en mi pasado, más claramente percibo mis limitaciones. El fin que me propongo alcanzar, cueste lo que cueste, desde hace unos treinta años, responde a la palabra moksha. Se trata del cumplimiento de uno mismo, con la visión de Dios cara a cara. A este fin tiendo con todo mi ser, por medio de mi vida y de mis actos. Todo converge a ello: mis palabras, mis escritos y todas mis empresas en el terreno político. Pues bien, yo siempre he estado convencido de que lo que puede uno de nosotros lo pueden todos los demás".

domingo, 19 de enero de 2020

LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS SE HACE MUY NECESARIA EN EL MUNDO DE HOY


El año pasado, por estas fechas, un grupo de cristianos católicos y ortodoxos, nos juntábamos a orar en la Iglesia Ortodoxa de Jerez. Fue un encuentro de Hermanos en la fe en Jesús de Nazaret, que nos sentimos muy unidos a lo largo del año en otras actividades conjuntas que realizamos. Este año queremos repetir la experiencia, y la Oración la realizaremos en una Iglesia católica.
Aproximadamente un tercio de la humanidad cree en Jesús, es decir, es cristiana. Numéricamente somos más de 2.250 millones. Y sin embargo, todos los años, del 18 al 25 de enero, tenemos que dedicar una semana de oración por la unidad de los cristianos. Habrá que preguntarse ¿Por qué? Y la respuesta es muy sencilla: los cristianos estamos des-unidos.
Gracias al movimiento ecuménico, creado a principios del siglo pasado, los cristianos estamos dando 'pasitos' para formar, esperemos que de forma definitiva, el "Pueblo de Dios". A lo largo de los 2.000 años que llevamos de historia, se han ido creando las diferentes Iglesias, cada una de las cuales, se cree la auténtica poseedora de la verdad del cristianismo, del mensaje de Jesús.
Pero esto es un escándalo, visto desde fuera del cristianismo, cuando no da vergüenza ajena, pues cada una de dichas iglesias profesa solemnemente: que tenemos un Padre común, que todos somos hermanos y hermanas y que el único mandamiento que se nos ha dado ha sido el del amor. ¡Menos mal!
Exagerando un poco, basta echar una ojeada a la historia y cada vez que un grupo de cristianos decidía formar su propia iglesia (Ortodoxos, Protestantes, Anglicanos, Católicos,...) utilizaba el recurso de la violencia y de la guerra "para marcar su territorio".
No sabemos si los motivos eran religiosos y teológicos o económicos y políticos. Pienso que de todo un poco. Pero en todo caso, el grupo o iglesia nueva que se creaba se afirmaba, con bastante frecuencia, desde la violencia. El que esté interesado en profundizar, que recurra a la historia y, de forma especial, a la Historia de la Iglesia.
Si traigo estas reflexiones al blog, es porque -como decía más arriba- mañana, día 18 de enero, empieza la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Esta es una buena iniciativa, pues desde la oración, como los primeros cristianos, podemos conseguir lo que por otros medios no hemos alcanzado. Ya es hora de que dejemos a un lado las guerras de religión (entre cristianos), las inquisiciones para eliminar a los contrarios, las disputas teológicas que han justificado tantas rupturas y violencias,...
El mundo de hoy camina hacia la globalización. Esto quiere decir que entre todos los habitantes del planeta, unos con más influencia que otros, estamos construyendo un orden nuevo, un único mundo, en el que todos los seres humanos seamos ciudadanos de hecho y de derecho. Ésta, sin la menor duda, es una de las razones por la que los cristianos caminemos unidos y aportemos nuestra visión del mundo nuevo que se está gestando.
Y es que tenemos mucho que decir y hacer. Pero, lo primero de todo es que demos testimonio, ante los demás hombres y mujeres de otras creencias, incluso sin creencias, de que es posible la unión, que el ser humano pertenece a la misma familia, que basta de fronteras, que es una vergüenza tanta diferencia social entre pobres y ricos, entre mujeres y hombres (todos somos hermanos y hermanas) y que podemos querernos y vivir en paz. !Ojalá, así, demos testimonio del evangelio que predicamos!
Si las diferentes Iglesias cristianas dan ejemplo y forman la única Iglesia, la del Pueblo de Dios, estaremos contribuyendo a que el mundo se fortalezca en sus vínculos solidarios y fraternales y, entonces, lo de la globalización no se quedará, solamente, en cuestiones económicas y financieras que tantas injusticas siguen generando.

domingo, 12 de enero de 2020

DE LAS RELACIONES HUMANAS: NUNCA TAN CERCA ESTUVIERON TAN LEJOS


Las relaciones humanas son muy complejas. A primera vista, como que todo es muy sencillo. Pero, con el tiempo, van viniendo las complicaciones. Está claro que no somos islas. No podemos vivir solos, necesitamos a los demás para vivir y... sobrevivir. Todo grupo humano tiene su sentido y cubre una serie de necesidades que necesitamos las personas. Pensemos en la familia, en el grupo de amigos, en los compañeros de profesión, en los grupos y comunidades religiosas, etc., etc.
La satisfacción de conocer a una persona, que te aporta aquello que necesitas para ser feliz, es algo que no tiene precio. Tener a la pareja, al amigo, en quien te puedes desahogar, confiar, reír, llorar,... la verdad, es impagable. Nos necesitamos para realizarnos como personas, para ser felices. ¡Ay del solo! Del ser humano encerrado en sí mismo. ¡Qué infierno!
Y, sin embargo, es una pena lo que acontece a bastantes hombres y mujeres: Nunca tan cerca, estuvieron tan lejos. Son los desengaños de la vida. Se conocieron, se confiaron, se amaron y terminaron separándose o, en su caso, divorciándose. Parejas rotas, amistades rotas, grupos -de todo tipo- desaparecidos, comunidades religiosas divididas. Estaban cerca, vivían juntos, se rozaban, sonreían, pero se apartaron para siempre.
También se da el caso, de aquellas personas que siguen juntos físicamente, pero, paradójicamente, a kilómetros de distancia. Se aguantan, se desesperan, llegan a pelearse y, sin embargo, por diferentes razones, no les queda más remedio que seguir juntos. Conocemos numerosas familias y comunidades y grupos religiosos que pasan por las mismas circunstancias. La vida se puede hacer insoportable. Pero ahí están.
Vale, decía al principio que las relaciones humanas son complejas, pero no imposibles, tengo que añadir. Los conflictos, los problemas son inevitables. El asunto está en cómo gestionarlos. Nos podemos preguntar: ¿Qué recursos y herramientas cuentan las parejas -por ejemplo- para encauzar sus dificultades? Por su parte, los diferentes grupos humanos, tienen sus tensiones, sus conflictos ¿Saben abordarlos o los falsos respetos guardan las formas?
Creo que en muchas de estas situaciones, lo que ha faltado es tiempo. Tiempo para sincerarse, tiempo para conocerse, tiempo para aceptarse, tiempo para integrar al otro, tal y como es, no como quisiera que fuera... Cuando nos saltamos todos estos tiempos, aún la cercanía más cercana, nos sitúa en la lejanía más lejana. Hay que darse más tiempo, porque así, antes de avanzar en la relación, podemos resituarla y aparcarla, pero sin traumas. En la vida todo es aprendizaje y no podemos pasar de la educación infantil a la universidad.
Por cierto, dije bastantes hombres y mujeres, no empleé ni muchos, ni todos.
PD. También se da lo contrario, nunca tan lejos, estuvieron tan cerca.

domingo, 5 de enero de 2020

MI OPCIÓN PRIORITARIA: SI A LA VIDA, SIEMPRE


Digamos que son mis deseos para el 2020, año que cumplo 65 inviernos.
Estamos ante las grandes paradojas de la historia humana. Unas personas defienden unas cosas y otras personas apuestan por las contrarias. Por mi parte, me sitúo en el SÍ, y rechazo, de plano, el NO. Es cuestión de opciones y ésta es la enumeración que se me ocurre:
Sí a la paz duradera. No a la guerra que siempre es cruel.
Sí al cariño y la ternura. No al machismo puro y duro.
Sí al respeto y la tolerancia. No a la discriminación y el racismo.
Sí al diálogo constructivo. No a la imposición autoritaria.
Sí a la solidaridad que nos hermana. No a la avaricia y usura neoliberales.
Sí a la indignación por un mundo más justo. No a la indiferencia que nos aísla.
Sí a la sexualidad que humaniza. No al sexo que deshumaniza.
Sí al amor que nos vincula. No al odio que nos separa.
Sí a las medicinas que nos curan. No a las drogas que nos matan.
Sí a la justicia y al derecho. No a las injusticias y los privilegios.
Sí a la amistad gratificante. No a la enemistad que rompe vínculos.
Sí a la familia que nos fortalece. No a la desestructuración familiar.
Sí al compañerismo constructivo. No a la competencia desleal.
Sí a la fraternidad universal. No a la venganza destructora.
Sí al compartir con los pobres y desfavorecidos. No al egoísmo inhumano.

Sí a la democracia de los pueblos. No a las dictaduras del signo que sean.
Sí a la libertad y la verdad. No a la esclavitud y la mentira.
Sí a la transparencia y coherencia. No a la hipocresía e incoherencia.
Sí a la igualad del hombre y la mujer. No a las castas y desigualdades sociales.
Sí a la libertad de expresión y de creencias. No a los intolerantes y censores.
Sí a la infancia protegida. No a la explotación, vejación y abusos infantiles.
Sí a la igualdad de todos. No a la trata y tráfico de personas blancas o negras.
Sí a una economía al servicio del hombre. No a la economía que discrimina y explota.
Sí a la política del bienestar para todos. No a los políticos que buscan sus intereses.
Sí a los trabajadores honrados y honestos. No a los chanchullos y economía sumergida.
Sí a las religiones que humanizan. No a las religiones violentas y destructivas.
Sí a los hombres y mujeres que quieren un mundo mejor. No a quiénes van a lo suyo.
Sí a la gran familia humana. No a los nacionalismos miopes.
Sí al perdón y la concordia. No al rencor y 'el ojo por ojo'.
Sí a la buena vecindad. No 'a cada cual a su bola'.
Sí al planeta que es de todos. No a los muros y fronteras.
Sí a la alimentación compartida: No a las personas que se mueren de hambre.
Sí a la responsabilidad personal. No al abuso irresponsable.

Sí a la VIDA. No a la pena de muerte, al aborto, al terrorismo y a la eutanasia.