BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 26 de diciembre de 2010

NAVIDAD Y LA HUMANIZACIÓN DE DIOS (III)

De pequeño las cosas que me decían de Dios eran impresionantes para mi mente: Dios era omnipotente y omnipresente, también decían omnisciente y omnibenevolente pero éstas expresiones las entendía menos. Total que Dios lo era todo hasta el límite de lo infinito... Y además estaba siempre en el cielo sentado en un trono, muy mayor Él, con blancas barbas. Más adelante me dibujanban un triángulo con un ojo muy grande, porque Dios todo lo ve y en todo se fija ¡Había que tener cuidado!...
Hoy ya veo a Dios de otra manera. La vida me ha llevado a configurar otra imagen de Dios menos sofisticada y, desde luego, mucho más cercano, eso sí, pero sin dejar de ser Dios.
En la Navidad reside la explicación más elocuente de este notable cambio que he tenido. Porque la Navidad es la fiesta -por excelencia- con adornos especiales en las casas y en las clalles, con músicas muy propias de villancicos alegres, con comidas y regalos que la enaltecen y subliman, en fin, para que les voy a contar... la Navidad es... ¡La Navidad!
Si vamos a los orígenes que dan explicación a todo esto nos encontramos con una razón muy simple: Dios, el mismo Dios de los cielos, nos ha visitado, se ha hecho uno de nosotros, se ha venido a vivir con nosotros, se ha hecho hombre, naciendo en una cueva, a las afueras, de Belén. Lo más sorprendente de esta humanización de Dios es que la inciativa ha partido de él. Ha sido Dios el que decidió encarnarse -hacerse carne como cualquiera de nosotros-.
Él, que lo es todo, todo; se ha hecho frágil, débil, endeble... como cualquiera de los niños y niñas que nacen todos los días del año. A esa indefensión hay que añadirle el lugar que escogió para venir "a la tierra desde el cielo" ¡Una cueva! llena de suciedad y basura de los animales,... y le pusieron en una cuna improvisada, o sea, el pesebre que mejor encontraron su padre, José y su madre, María.
No nació en un gran palacio, como merecía su rango, ni en la ciudad donde se encontraba la gente importante; no, nació a las afueras, entre los sin techo, entre los pobres. Dios se hace hombre y lo hace en el lugar más apropiado, con una intención muy clara, la urgencia de humanización (recuperación de la dignidad) de los millones de seres humanos machacados y explotados, a lo largo de la historia, por el resto de otros hombres y mujeres que desde el poder social, económico, político e, incluso, religioso, siguen manipulando y marginando a los más indefensos, frágiles y débiles de la sociedad - la única que tenemos todas las personas- .
Dios se humaniza para enseñarnos cómo tiene que ser nuestra humanidad. Parecería que los hombres y mujeres, al ejercer nuestra libertad, hemos elegido caminos que no tienen salida, al menos una salida digna, como corresponde a nuestra naturaleza; y en vez de construir una sociedad justa, pacífica, tolerante, libre, solidaria... (la familia humana de la que ya he hablado otras veces) nos hemos dedicado a las guerras, a la esclavitud, a las injusticias, a la violencia,... a la explolatación de los seres humanos y, todo esto, desde su más tierna infancia.
Dios se hace hombre, en Jesús de Nazaret, con la Misión de anunciarnos la Buena Noticia de que la Familia humana no es una utopía. El niño Jesús que nace en Belén va a ser el modelo y la referencia de esta nueva familia que Dios quiere para nosotros. Su vida y su mensaje serán el mejor testimonio.
Ahora entendemos mejor las palabras que vienen en el evangelio: "Tanto amó Dios al mundo que nos envió a su hijo para salvarnos" (Jn, 3).

¡¡¡FELIZ NATIVIDAD!!!

domingo, 19 de diciembre de 2010

NAVIDAD Y LOS POBRES (II)


LOS POBRES, siempre hablando de ellos. Si nos fijamos nuestras conversaciones no se agotan con el futbol o con los programas "basura" de la TV, ni si quiera con la famosa crisis. No, somos más generosos que eso y a lo largo del año aparecen los pobres y hablamos también de ellos - y de ellas - (pues, también hay mujeres pobres), nos ponen imágenes suyas en los telediarios; les vemos en las calles, los famosos hacen campañas para aliviarles... y es que los pobres están muy presentes en nuestras vidas.

Me pregunto ¿Por qué será que a los pobres los tenemos tan presentes? y a veces me doy estas respuestas: ¿Por lástima? ¿Mala conciencia? ¿Por compasión? ¿Despiertan nuestra solidaridad? ¿Por indignación? ¿Porque nos estorban? ¿Nos incomodan? ¿Nos sentimos amenazados por ellos? ... No sé, que cada cual vea.

Pero llega la Navidad y todos los años nos volcamos de manera muy especial hacia los pobres. En estas fechas, en el ambiente, se da una sensibilidad especial hacia ellos. Hay algo en estas fiestas que nos aproxima mucho más a ellos... Y hacemos campañas solidarias dedicadas a los pobres más cercanos. Dicen, que antiguamente, las familias ricas se llevaban a un pobre a su casa por Navidad,...

En el fondo los pobres, o sea, los sin techo, los excluidos, los presos, los parados, los inmigrantes, los marginados, los vagabundos y transeúntes, los indigentes, los hambrientos, los menesterosos, los pordioseros y mendigos, los miserables y desgraciados, los desamparados, ... no dejan de ser personas con toda su dignidad y derechos, y además, pertenecen a nuestra "especie humana o género humano", como dirían los antropólogos, de forma que estas fiestas que son tan entrañables -me remito a lo que dije la semana pasada de la importancia de la familia en la navidad- como miembros de la misma "familia" no los queremos olvidar.

Tal vez aunque no lo formulemos con tanta claridad y conciencia todos los días de año, en el fondo, nos acordamos de los pobres, porque pertenecen a nuestra misma "familia humana", son nuestros "hijos y hermanos" que han tenido mala suerte en la vida. A lo mejor en las mismas circunstancias que ellos, igual estaríamos en su situación,... ¿quién sabe?

Si a todo esto añadimos la dimensióm religiosa, la navidad es la fiesta por excelencia, en la que se privilegia a los pobres, porque son los preferidos de Dios. Jesús nace en una cueva, apartado del pueblo de Belén, pobre entre los pobres, siendo los pobres los primeros que lo visitaron; nuestros belenes están llenos de los pastorcillos que llevaron a María lo más necesario para atender a su hijo en los primeros días de su vida.

Y ese Niño -tan frágil y pobre- que nace en una cueva nos hablará -cuando sea mayor- de un Dios que, como padre y madre, nos quiere a todos sus hijos e hijas y nos desea la paz y felicidad. Pero esto es asunto del próximo día.






domingo, 12 de diciembre de 2010

NAVIDAD Y LA FAMILIA (I)

Estas fechas navideñas que se acercan, dan mucho de sí para comentar y reflexionar en voz alta. Sin duda el asunto de la familia es uno de los más destacados en los ambientes navideños.

¡Qué suerte tener a la familia para celebrar la Navidad!

Muchos, esperamos estos días, tan entrañables, para reencontrarnos, estar juntos, comer y beber, pasear, hacer un repaso de cómo nos ha ido el año que se termina, compartir las alegrías y las penas, propias, de las personas que se quieren y lo celebran con intensidad. Aunque también son días que se llenan de recuerdos y añoranzas, sobretodo, por los seres queridos que nos dejaron y marcharon, eso sí, con la esperanza de que ya nos reencontraremos en un futuro.

Qué imagen más bonita ver a una familia por la calle, ver a los hijos de la mano de su papá o mamá, disfrutando de los escaparates, las luces de fantasía que iluminan la noche, los belenes tan imaginativos y creativos que aparecen por doquier.

El binomio familia y navidad, sin la menor duda, es una de las fotos que mejor guardamos en nuestros recuerdos de todos los tiempos.

¡Qué triste una navidad solo!

Porque no todas las familias tienen estas añoradas experiencias y vivencias. Hay familias que no se quieren ni ver, y menos en estas fechas que parece que ¿te obligan a estar juntos?

Hay familias que en estos días navideños lo pasan muy mal porque no tienen lo necesario para celebrar que se juntan.

Hay familias rotas que odian estas vacaciones de Navidad porque les recuerdan su ¿mal? Y no desean volver al pasado.

Hay familias que no saben ni siquiera el lugar en el que se puede encontrar alguno de sus miembros, porque les abandonó hace bastante tiempo.

Hay familias que maldicen la Navidad porque ni siquiera esos días tienen la oportunidad de “arañar” algo de la felicidad que se desprende del ambiente que les rodea.

En fin, para que seguir, si todos podríamos alargar las posibilidades que la misma realidad nos propone.

Y, sin embargo, la Navidad es para vivirla en familia o al menos con aquellos seres queridos que te apoyan a lo largo del año, que te echan la mano al hombro en los momentos difíciles, que se alegran contigo cuando vas saliendo adelante, que “pierdes” el tiempo con muchísimo gusto, por que el vínculo que te une a tus seres más queridos fortalece tu existencia, da sentido a tu vida… al menos, unos días al año, se hace necesario ritualizar todo esto que es tan humano.

Termino refiriéndome a la dimensión religiosa de la Navidad, la cual nos ofrece y fortalece el sentido universal de la gran Familia Humana. Desde la cultura occidental y cristiana, en la que me sitúo, es la gran aportación que tenemos para toda la humanidad.

¡FELIZ NAVIDAD EN FAMILIA!

domingo, 5 de diciembre de 2010

10 DE DICIEMBRE: EL DÍA DE LOS DERECHOS HUMANOS

“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. (Declaración Universal de Derechos Humanos, Artículo 1º)

Cuando uno lee estas cosas se siente orgulloso de pertenecer al género humano. Y si completamos la lectura de toda la Declaración ¡Treinta maravillosos artículos! Entonces la especie humana se confirma como la reina de la naturaleza.

Claro, que tres años antes, de estas hermosas palabras, estábamos enterrando a más de 50 millones de hombres y mujeres, víctimas mortales, de la 2ª Guerra Mundial. Para muchos estudiosos y entendidos, fue el conflicto armado más sangriento de la historia humana y del que, aún hoy, se nos ponen los pelos de punta viendo las imágenes del Holocausto, las deportaciones masivas, campos de concentración… y las bombas atómicas en Japón.

Nadie quería volver a repetir la barbarie acaecida, unos años antes, y por eso la Asamblea General de Naciones Unidas, se da prisa en firmar un documento que obligue - a todos los países -a respetar a los seres humanos. Fue un 10 de diciembre de 1948. Sin embargo hay que esperar, al año 1950, en el que la misma Asamblea, invita a todos los Estados y organizaciones interesadas a que celebren, el 10 de diciembre, el día de los Derechos Humanos (Resolución 423, V). La ONU, busca un compromiso ético que obligue a todos los países a cumplir unas normas que erradiquen todo tipo de violencia contra cualquier persona. ¡Loable utopía! Pero por algo hay que empezar.

No creo que sea necesario traer a este Blog los acontecimientos de los últimos 50 años; sin duda con muchas luces y sombras, pero, esta vez para bien de la humanidad tenemos que felicitarnos, ya que - ¡FINALMENTE! - nos hemos dado Una Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Pero seamos realistas, pues queda mucho por hacer, ya en el año 2000, las mismas Naciones Unidas (192 países) vieron las necesidad de apostar por lo que denominaron “Los Objetivos de Desarrollo del Milenio”, de los que ya hablé en otra ocasión, y que son la máxima expresión del fracaso real de la aplicación de los Derechos Humanos.

No olvidemos que, el concepto de Derechos Humanos, hace referencia al sentido de la dignidad humana antes que a cualquier formulación social ya sea religiosa, jurídica o política. Dignidad humana que atañe a toda persona y que nos viene dada en la naturaleza humana: Hayamos nacido en África, América, Eurasia u Oceanía.

Y tenemos la suerte, además, de que al estar viviendo en el contexto de la globalización todo esto nos ayuda a comprenderlo mucho mejor. Una vez más sigo apostando porque somos una única familia, una verdadera familia, aunque nos queda mucho por hacer para vivir como hermanos, por eso me uno a los muchos hombres y mujeres que han dado y dan la talla humana haciendo progresar a la humanidad: Gandhi, M. Luther King, Raoul Follereau, Hélde Câmara, Wangari Muta, Muhammad Yunus, El Abbé Pierre, Nelson Mandela, Vicente Ferrer, Teresa de Calcuta, Oscar Romero, Desmond Tutu, Dalai Lama, Rigoberta Menchú, Liu Xiaobo, Lech Walesa y PUEDES PONER TU NOMBRE...

Sin olvidar a las muchas organizaciones y ONGs que están apostando por los mismos ideales: Amnistía Internacional, Cruz Roja, Manos unidas, Médicos sin frontera, Cáritas, Unicef, Intermón,...

Quisiera acabar con una de las conclusiones, del V Encuentro Continental de Pastoral sobre los Derechos Humanos, que se acaba de tener en San Salvador, del 29 de noviembre al 3 de diciembre de 2010:

“6. A pesar de estos avances tenemos que constatar con dolor que persisten situaciones vergonzosas de violación a los derechos humanos. La existencia de un sistema social y económico que no está centrado en la persona humana y en sus derechos ha llevado a una degradación de las condiciones de poblaciones que han caído en situaciones de exclusión de todo orden. El Continente ha crecido económicamente, pero eso no se ha traducido en una mayor equidad y justicia social. Más de 200 millones de personas viven en condiciones inaceptables en un continente de enorme riqueza natural y biodiversidad que tiene todas las posibilidades de garantizar el bienestar y la dignidad de su población. La feminización de la pobreza. La ausencia de condiciones de trabajo digno para millones de habitantes de nuestro continente. La inequidad en el acceso a los recursos a la política y a los bienes de la creación sigue siendo un grave escándalo para esta región que no podrá avanzar en su integración en el mundo actual mientras persistan estas dolorosas situaciones.” (Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).

¡COMO PARA QUEDARSE CON LOS BRAZOS CRUZADOS!