BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 31 de marzo de 2013

SEGÚN JESÚS, MI HERMANO ES...

Esta Semana Santa, me he fijado en una dimensión fundamental de la fe cristiana: Que tenemos un Dios que es Madre y Padre y que todos los seres humanos somos  sus hijos y, por consiguiente, todos somos hermanos. Me ha parecido, interesante, escribir algunas de las personas que son mis hermanos y hermanas:

El que me hace la vida agradable.
Aquel antipático y que encima me cae gordo.
Mi hermana mayor que me ayuda a resolver un problema.
El drogadicto de la esquina, que además chulea.
El amigo de siempre al que confío mis problemas.
El delincuente de oficio que se gana la vida robando a los demás.
La compañero del trabajo que me anima a ser competente.
La prostituta callejera, que alquila su cuerpo por unos euros para su familia.

El señor del kiosko que siempre está tan alegre.
El alcohólico del barrio, que incluso pega a su familia.
La Hermanita de la Cruz, que atiende a los ancianos abandonados por sus hijos.
La madre soltera que además es mal vista por los vecinos.
El parado de mi bloque que tiene la honradez de no trabajar porque tiene la paga del paro.
La compañera que me da una palmada en el hombro para animarme.
El que continuamente me está criticando y minusvalorando lo que hago.
El barrendero orgulloso de su trabajo por dejar la ciudad limpia.

El señor que es de derechas y es de ideas conservadoras.
El señor que tiene ideas progresistas y es de izquierdas.
El misionero que abandona su tierra por los más necesitados.
El terrorista que pone una bomba y mata por sus ideales.
La mujer que lucha por conseguir la igualdad entre el hombre y la mujer.
La persona inmigrante que arriesga su vida porque en su país no hay  salida.
El adolescente que se ríe de mí, porque me considera anticuado.
La chica que va provocativamente llamando la atención por la calle.

El señor pequeño del 1º B, que va con mucha seriedad al trabajo.
El que va a lo suyo y desprecia a los demás.
La dependienta del centro comercial que te atiende con alegría.
La limpiadora del bloque que resulta simpática cuando hablas con ella.
El joven inválido, en silla de ruedas y que tiene tan buen humor.
El musulmán que es fiel a sus creencias.
El político que buscando sus intereses se dedica a manipularme.
La voluntaria concienciada en ayudar a los demás porque han tenido menos suerte que ella.

La florista de la plaza que da un ambiente festivo a todo lo que le rodea.
El señor cura, aunque sus sermones no me gustan.
El guardia civil, que con tanta formalidad me hace cumplir las normas de la circulación.
La mujer de la esquina que tiene una tienda, que me comprende y que me fía.
El creyente que trata de ser coherente con su religión aunque encuentre dificultades.
El ateo que vive fiel a sus ideas aunque yo no las comparta.
El joven “gracioso” que entorpece el funcionamiento del grupo.
El amigo que siempre está disponible, para lo que sea, aunque esté muy ocupado.

La abuela que acompaña a sus nietos al colegio.
El hombre machista que se impone a la fuerza.
El abuelo que lleva a sus nietos al parque.
La mujer feminista que solo mira a sus derechos.
El niño esquelético que se muere de hambre habiendo comida de sobra.
La niña del tercer mundo que vende su cuerpo para sobrevivir.
El banquero especulador que busca su riqueza a costa de los demás.
El trabajador honesto aunque se ríen de él por su honradez.
El... y  La...

domingo, 24 de marzo de 2013

TIEMPO DE SILENCIO



Estas fechas, de Semana Santa, parece que son propicias para dedicar tiempo a tareas de índole personal y, en relación, con la espiritualidad y la religiosidad. Para lo cual, retirarse “del mundanal ruido” es lo más conveniente. Creía que era específico –de la vida religiosa- tener un tiempo de retiro o de ejercicios espirituales. Por consiguiente, era previsible que en estas fechas se organizaran -en lugares apropiados- tiempos de soledad y silencio para las comunidades religiosas que tienen esta actividad ‘privilegiada’.
Pero como las cosas no hay que darlas por supuestas, resulta que uno viene a un lugar  retirado, en este caso muy retirado, y se encuentra con parejas jóvenes, niños y adolescentes que vienen con su familia, hombres y mujeres, de todas las edades, que buscan ‘tiempos de silencio’, espacios alejados de la vida cotidiana y, cuanto más perdidos, mejor. En fin, que todos nos encontramos en el Monasterio, de Buenafuente del Sistal, situado en la Sierra de Guadalajara, más concretamente, en los parajes del Alto Tajo. El caso es que todos los Monasterios, están a tope por estas fechas. Llamen y verán, que ya no hay plazas.
Me encantan estas experiencias en las que nos juntamos, desde los proyectos personales, proyectos de pareja y familiares, proyectos comunitarios de la vida religiosa: para reflexionar sobre nuestra vida; para revisar nuestros crecimientos personales, familiares y comunitarios; para tener espacios y tiempos de silencio, de recogimiento, de soledad,… ¡Cuánto lo necesitamos!
Ya entiendo que no es tarea fácil. Ni todo el mundo tiene las mismas posibilidades. Tal vez, bastantes, ni siquiera sientan la necesidad. Es más quiero aclarar, que ni siquiera es necesario irse del lugar en el que se vive, aunque el ambiente hace mucho. Pero lo que sí es muy importante para la vida personal, para el desarrollo personal, para alcanzar esa plenitud de nuestro ser y felicidad que todos deseamos, es que de una u otra manera, busquemos tiempos, nos facilitemos ‘espacios’, en los que favorezcamos estos dinamismos tan personales y necesarios.
En parecidas circunstancias, me encontré, hace años, con una pareja de médicos, que al presentarse, dijeron que eran ateos, lo que no era obstáculo para estar en el Monasterio, y seguir el ritmo de oración de los monjes. Ellos, aunque no eran creyentes, valoraban el silencio, el recogimiento, el ambiente tan favorable para la meditación, la soledad, que tan necesarias eran para sus vidas.
Hoy, más que nunca, son imprescindibles los tiempos de silencio. Para los creyentes, el encuentro más íntimo y personal con el Dios de nuestra fe, se hace necesario. Necesitamos fortalecer nuestra fe, dar testimonio de la esperanza en la resurrección, tener tiempos de silencio para encontrarnos con nosotros mismos, ver cómo va nuestra vida. Tal vez la Semana Santa, sea un tiempo que facilite todas estas cosas, pero no es necesario esperar a estas fechas, ni estar en espacios tan privilegiados. Aunque sin duda todo acompaña.

domingo, 17 de marzo de 2013

EL PAPA FRANCISCO: ¿UNA NUEVA PRIMAVERA EN LA IGLESIA?


Ya le está costando irse al invierno. Estamos acusando sus últimos coletazos con sus temporales de nieve, lluvias y fríos. Pero se irá. La primavera viene empujando, aunque siga resistiéndose el invierno. Ya he sacado algunas fotos a los almendros en flor y, desde luego, los campos están preciosos con su alfombra verde. Bueno, el día, ya amanece antes dando claridad a las noches invernales. Además, el agradable y sonoro trinar de los pájaros empieza a despertarnos por las mañanas. Son los primeros brotes de la ansiada primavera.
Esta semana, oficialmente, le daremos la bienvenida, y  con sumo gusto, le diremos adiós al invierno. Por otro lado, es verdad que las alergias tienen su aparición en esta época, pero uno se queda con los signos de vida que brotan por doquier y, con la luz y el colorido del espacioso campo.
A mí me parece, que la elección del nuevo Papa, ha venido muy a propósito. Francisco, es su nombre, y nos dijo que se inspiró en Francisco de Asís. Dicen que el nombre que tenemos define nuestra identidad. Y lo de Francisco tiene mucho que decirnos en el ámbito eclesial. Igual, la Iglesia, va dejando la época invernal y abre las puertas, de par en par, a la primavera tan deseada. ¡Ya veremos!
De momento, en estos primeros días, vamos viendo gestos que nos llaman a todos la atención.  Personalmente, me ha impresionado el eco que se han hecho, estos días, los telediarios, la prensa, el internet,... sobre el Papa Francisco. No, no ha pasado desapercibido para los medios de comunicación, ahora falta que no nos defraude.
Uno sigue con la 'mosca en la oreja', pues, el Papa no está solo. Y la curia romana, no sé si está por la labor de tener un Papa que remueva demasiado las cosas. ¿Le dejarán?  Encima no procede de la Jerarquía. Esto de ser jesuita, rompe un poco la tradición eclesiástica de los últimos siglos. Y si tenemos en cuenta a los grupos eclesiales, que han tenido y tienen su influencia en el Vaticano, no va a resultar fácil la tarea. Lamentablemente hay muchos intereses y privilegios de por medio.
Me ha encantado su frase: "Como me gustaría una Iglesia pobre para los pobres". Ahora hay que esperar a cómo se traduce, tan bonito mensaje, en la realidad eclesial. Porque este asunto no es -solo-  cosa de la Jerarquía y de Roma, en el mundo estamos muchos millones de cristianos y cristianas que, al respecto, también tendremos algo que decir y hacer
Otra cosa que me ha gustado ha sido la bendición que dio a los periodistas, en la que hablaba tanto a los creyentes, como a los ateos,... esa bendición silenciosa... que tanto ha calado, es todo un signo en el llamado diálogo intercultural e interreligioso.  Como digo, son gestos, luego veremos en qué quedan. Aún así, va rompiendo algunos esquemas y habrá que esperar, pues, 'Zamora no se conquistó en una hora', dice la sabiduría popular.
Mientras tanto, la Iglesia de a pie, seguirá su marcha y será la que contribuya al cambio tan deseado. Bien es verdad, que una ayudita -desde arriba- nunca viene mal. Es más, si abrimos las ventanas y las puertas - a la primavera -, pues, igual resulta todo más fácil para seguir evangelizando a este mundo que tanto necesita del Reino de Dios.
 ¡Ánimo, Papa Francisco, que no estás solo!


domingo, 10 de marzo de 2013

LOS HIJOS NECESITAN PADRES y MADRES CON AUTORIDAD Y CARIÑO

¡Ya está bien de tanto autoritarismo y anarquismo familiar! Y luego nos quejamos de los resultados. Basta leer la prensa, ver la TV, escuchar la radio o bucear en internet, para constatar la importancia que tienen, en esto 'altavoces sociales', tanto la familia como la educación de sus vástagos. Las tutorías escolares, dedican mucho tiempo a tratar la problemática que presenta el alumnado que, en bastantes ocasiones, se resisten a integrarse y adaptarse al ritmo académico, lo que acarrea -inevitablemente- numerosos problemas y conflictos relacionados con la conducta disruptiva, el absentismo, la convivencia en la clase, la falta de respeto hacia el profesorado y el fracaso escolar. Es lo que tenemos.
A mi modo de entender, el contexto familiar tiene mucho que decir en este asunto. No es que la escuela sea neutral en este tema, pero hoy, me interesa centrarme en la familia. En estas últimas semanas, los medios de comunicación social, se han hecho eco de noticias y reflexiones -relacionadas con la educación- que en  la mayoría de los casos coincidían en la importancia del sentido común. No es la primera vez que traigo al blog esta cuestión.
La realidad es que muchos padres y madres andan bastante despistados. Mejor, ni están ni se han preparado para las funciones parentales que se les pide en la crianza y educación de sus hijos. Sencillamente, no saben qué hacer y de lo que hacen, pueden aceptar puntualmente, o suelen 'meter la pata' con consecuencias de todos conocidas.
Creo que gestionar la autoridad, la verdadera autoridad, no es fácil. La Real Academia Española, define la palabra Autoridad, como el "Prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia". En este sentido, ejercer la autoridad, conlleva el buen ejemplo de los progenitores, buscar el bien de toda la familia, estar al servicio de todos. Ya hemos hablado, en otras ocasiones, de la importancia que la pareja tenga un proyecto en el que se tengan en cuenta los valores en los que se quiere educar a los hijos, y la coordinación de ambos en poner los en práctica. Pero es que la buena autoridad familiar supone conocer bien a los hijos para saber lo que cada cual necesita, para saber lo que le conviene.
Y luego está la segunda parte, la verdad es que no es fácil gestionar el cariño, el verdadero cariño. También la Real Academia nos dice que cariño es la: "Inclinación de amor o buen afecto que se siente hacia alguien o algo". En nuestro caso de los padres hacia los hijos.Los hijos tienen que ser queridos, aceptados por su padre y su madre. Valorarles, comprenderles, saber esperar -pacientemente- en sus procesos de crecimiento muy diferentes en cada hijo e hija.
Tanto ejercer la autoridad como manifestar el cariño, va a suponer mucho diálogo, hablar y estar con ellos, gestionar los conflictos, saber poner los límites, trabajar los hábitos de higiene orden y limpieza. Educar en la cultura del esfuerzo y la exigencia, manifestar el afecto y los sentimientos con naturalidad, etc, etc.

domingo, 3 de marzo de 2013

LA IGLESIA EN LA QUE CREO, ESPERO Y DENUNCIO

En estos días que estamos esperando la venida de un nuevo Papa, por la ejemplar  renuncia de Benedicto XVI, me he animado a escribir sobre la Iglesia, a la que pertenezco y a la que tantas cosas le debo en mi vida. Ya se sabe que en esta coyuntura, la Iglesia, tiene la posibilidad de ir avanzando según la tendencia y el carisma del Papa elegido. Esperemos que el Espíritu de Jesús se haga notar, de forma especial, en esta ocasión. Por eso me ha parecido bien explicitar la Iglesia en la que creo, lo que espero de la Iglesia y, porque no, algunas sus cosas que me resultan 'chirriantes'. Y sin más preámbulos expongo:
Creo que el origen de la Iglesia, está en el Dios que nos presentó Jesús y que, a lo largo de la historia,  continúa su intervención a través del Espíritu de Jesús.
Creo que la Iglesia es la Familia de Dios y que todos somos iguales. Nadie es más que los demás y, nadie, es menos que los demás. Es lo que llamamos la Fraternidad de los Hijos de Dios y que tiene su origen -simbólico- en el Bautismo que recibimos.
Creo que en la Iglesia, cada uno de sus miembros, tiene una vocación querida por Dios para ser feliz y hacer felices a los demás. Sean hombres o mujeres; laicos, religiosos o sacerdotes; todos han sido llamados por Dios a la vida y a la Misión de anunciar el Reino de Dios, en este mundo que habitamos.
Creo que la Iglesia tiene que ser 'un icono' en el mundo: de la igualdad entre los seres humanos, de la apuesta y cercanía con los más indefensos, de la indignación y denuncia ante las injusticia y deshumanización existentes, es decir, que sea una 'conciencia crítica' del mundo globalizado y ejemplo de servicio solidario a los más débiles y marginados del sistema. En la opción preferencial por los pobres tiene su credibilidad la Iglesia en la que creo.
Creo en la Iglesia que se esfuerza por el diálogo con otras las Iglesias y que, juntas, forman el verdadero Pueblo de Dios. Creo que el camino y los puentes creados por el Ecumenismo, son las vías más adecuadas para alcanzar la unidad de todos los Hermanos y Hermanas de la única Familia de Dios.
Creo que la Iglesia tiene vocación universal y está llamada al diálogo con las otras Religiones, con los Humanismos ateos, para que todos los seres humanos lleguemos -desde nuestra identidad- a respetamos, a entendernos, y a construir la gran familia del género humano, en dónde la concordia, el amor y la paz sean las bases de una humanidad más justa y feliz.
Denuncio que la Jerarquía haya secuestrado y hecho exclusivamente suyo el ministerio sacerdotal, excluyendo a las mujeres del mismo y a las personas casadas.
Denuncio todo lo que son privilegios y ostentación  por parte de algunas personas dentro de la Iglesia, ya sean desde la Jerarquía o desde otras Instituciones o Asociaciones de carácter religioso.
Denuncio a los que se amparan en la Iglesia para practicar un espiritualismo, demasiado celestial, que les aleja de los demás y no se preocupan de la pobreza y la justicia en el mundo.
Denuncio a los que tanto compromiso por los demás les lleva a protagonismos de carácter ideológico, olvidándose del Referente por el que hacen las cosas y terminando por abandonar la barca.
Denuncio al clero que se cree con la primera, la del medio y la última palabra -en todo- y a los laicos y religiosos, que se callan porque es más cómodo no complicarse la vida.
Espero que con el nuevo Papa, la Iglesia vaya avanzando por los caminos de Dios.