BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 31 de mayo de 2020

ME NECESITAS PARA SER TÚ Y TE NECESITO PARA SER YO

Es fundamental estar abierto a los demás, en estos tiempos de la pandemia lo estamos experimentando de forma más explícita.

Mi experiencia personal me ha confirmado, desde siempre, que los otros (el tú para mí) me han ido configurando y me han ayudado mucho: familia, profesores, amigos, compañeros... Asimismo, soy consciente de que, personalmente, a las personas que se han relacionado conmigo les he aportado elementos que también les han ayudado a su configuración personal. Para bien o para mal, la interacción entre las personas tienen esta finalidad.Y esto ocurre desde nuestro nacimiento.
Si existimos es porque dos personas se pusieron de acuerdo. La complicidad de mi madre y mi padre, me hicieron posible. En el origen de todos los seres humanos están un "yo y un "tú. Y la presencia, de los otros "tú" en nuestras vidas, hace posible nuestra realización y crecimiento como personas. Nos necesitamos. No es una reflexión filosófica el tema de hoy, se trata -más bien- de la experiencia cotidiana.
Que somos seres en relación, no es un descubrimiento. Cualquier persona se mueve, a la vez, en varios círculos de relaciones: La familia, los amigos, los vecinos, la empresa, un club deportivo, una ONG, la  asociación juvenil, el sindicato, un partido político, la religión, la asociación de madres y padres de un colegio, el foro cultural, los amantes de las antigüedades,... Y es que no puede ser de otra manera. No somos islas.
Otra cosa es cómo nos relacionamos en todos esos ámbitos. Es verdad que hay expresiones que lo quieren decir todo, pero no lo consiguen: ¡Ay del solo! Nos grita la sabiduría popular; pero, a continuación, escuchamos: ¡Es mejor estar solo que mal acompañado! A mi entender, ambas expresiones, recogen la ambivalencia que se da en nuestras relaciones.
Te necesito para ser yo, es la conclusión a la que llegamos con nuestra pareja, con nuestras amistades, con nuestros hijos, con nuestros alumnos, con nuestros compañeros de trabajo, con nuestros colegas de ocio y tiempo libre. Claro que la intensidad de nuestras relaciones, no es la misma en todos estos ámbitos, pero cada una de las personas, en su contexto, me aporta reconocimiento, confrontación, afecto, ánimos, críticas, cariño, relajación, diálogo, aceptación, rechazo,... que me afectan y me hacen reflexionar, acerca de cómo llevo las cosas en mi vida. Todo lo cual me interpela y me ayuda a crecer como persona
Me necesitas para ser tú, es la conclusión a la que llegamos con nuestra pareja, con nuestras amistades, con nuestros hijos, con nuestros alumnos, con nuestros compañeros de trabajo, con nuestros colegas de ocio y tiempo libre. Aquí lo importante es cómo estoy yo con las personas que me rodean. ¿Cómo es mi presencia? Porque, lo que aporto a los demás, también les afecta. Mis alegrías, mis penas, mi cercanía, la confianza que doy, las mismas miradas que dirijo, la empatía, mis enfados o cabreos, el cariño que doy o quito, mi frialdad o ternura,... todo ello constituye mi aportación al otro, al "tú" que son los demás.
Construyamos una interacción, que pueda favorecer nuestro crecimiento, en vez de frustrar la maduración junto con los demás. Las relaciones interpersonales pueden ser de calidad y gratificantes, o por el contrario, constituir un muro que destruye todo lo bueno que podemos dar, o bien, que nos vienen del otro. Somos para los demás y los demás son para nosotros. Pero hay que saber estar con los demás y  facilitar dicha interacción. Y, como todo, estos asuntos también se aprenden.

domingo, 24 de mayo de 2020

ME SIGUEN 'REVENTANDO' LAS PERSONAS HIPÓCRITAS


Cuando se ahonda en las relaciones humanas, aparecen muchas cosas interesantes. Unas agradables y otras despreciables. La hipocresía es una de estas últimas. Nos dice el diccionario de la Real Academia que la hipocresía: "Es el fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan". Me temo que todas las personas participamos, con más o menos grado e intensidad, de lo que dice esta definición.
Me decía el otro día una persona que, en su empresa (ahora cerrada temporalmente), hay compañeros que trabajan según esté o no esté el jefe. Creo que esto es bastante común en cualquiera de las entendidas sociales. Es más, incluso dentro de la familia se da la hipocresía. Lo cual es más lamentable.
A veces decimos con mucha solemnidad, que nos da lo mismo lo que piensen los demás; pero creo que, en el fondo, todo el mundo está muy pendiente de la 'imagen' que tenemos ante los que nos rodean y, si hay que fingir, pues se finge.
Pero lo que realmente me revienta, es la conducta de aquellas personas que tienen como planificado, el hacer unas cosas cuando estás con ellas y, luego, se manifiestan de otra forma, cuando están con otras personas y con el solo objeto de quedar bien ante ellas... Esto de la doble vida, a veces me resulta un deporte muy extendido.
Resulta difícil ser coherente.
Y, si no, que nos lo digan los políticos (de todos los colores). La de cosas que nos dicen todos los días, tan bonitas, tan interesantes para el bien común, cuando no poniendo verdes a los demás, para luego enterarnos de la corrupción, de los chanchullos que se traen entre manos, de los sobornos, en fin, para que hablar. Y lo peor es que se creen que nos engañan.
Hay personas que te dicen una cosa cuando estás con él, y no te digo nada de lo que comentan cuando están con otras personas. Parece un ‘deporte nacional’ rajar de los demás cuando no están presentes.
No obstante, decidme si no están presentes, tanto en nosotros, como en las personas que nos rodean la falsedad, el fingimiento, la doblez, el fariseísmo O el disimulo, nadie se escapa de estas actitudes, sin embargo, aunque todos somos conscientes del hecho, lo que ya no sé, es si nos hemos parado a reflexionar sobre estas cosas y pasar a superarlas.
Ser mujeres y hombres auténticos no es fácil.  Ir con la verdad por delante, ser claro en lo que se dice y hace, esforzarse por tener una actitud –siempre- sincera en nuestras relaciones, estamos seguros que sería lo ideal, pero tiene ‘su precio’ y no estamos por la labor de pagarlo.
Creo que la familia, la escuela, (en su caso las Comunidades diferentes Religiosas) no son ajenas a todas estas cosas, tanto en un sentido como en otro. Los niños, que están configurando su personalidad, están creciendo y desarrollándose, con modelos que influirán, para bien o para mal, en el arte de la hipocresía o en el arte de la autenticidad. Por no hablar de las Redes sociales, que nos llegan a través de los móviles e internet, y que son de fácil acceso, sin duda, son verdaderos escaparates de la promoción de la imagen falsa a dar, como modelo a seguir.
Y cuando nos hacemos mayores, ya no dependemos de los demás y, por consiguiente, no tenemos la excusa de culpabilizar a los otros de lo que somos, hacemos o dejamos de hacer. En el ejercicio de la libertad podemos, aunque con dificultades, buscar la autenticidad, ser sinceros en nuestras relaciones y apostar por la verdad, aunque esto tenga sus consecuencias. Igual la hipocresía iría disminuyendo en nuestro alrededor.

domingo, 17 de mayo de 2020

DE LAS FAMILIAS PRECARIAS, LOS PARADOS QUE AUMENTAN Y LOS MIGRANTES QUE SIGUEN VINIENDO

Son las asignaturas pendientes que vamos a tener durante mucho tiempo. Por consiguiente, serían para mí, las tres situaciones que no debemos perder de vista, después del coronavirus. La semana que viene hablaremos en un tono más positivo, por no quedarse, solo, en la cruda realidad.
De las Familias precarias. En este espacio hemos reflexionado y escrito mucho sobre la familia. La verdad es que estamos en uno de las claves para entender a la sociedad. Aquí, en el Hogar, estamos conectándonos con las familias que, durante el curso normal, nos envían a sus hijos para el apoyo y refuerzo escolar. No ha sido fácil contactar con ellas. Desde la que no tenía ordenador en su casa, hasta la que dependían de la Wifi de los vecinos. Al final hemos logrado hacer el seguimiento a 17 niños y niñas. Creo que más que las tareas, valoraban más el tener la ocasión de verlos, charlar con ellos, que entrase alguien en su casa y se interesara por ellos, aunque fuese vía Online. Esto solo es una foto. Con esto de la pandemia, estas familias van a aumentar y la brecha se va a hacer cada vez más grande. Y no estamos hablando, solo, de las nuevas tecnologías. Dichas familias tienen muchísimas más carencias y que son más urgentes. Ni podemos, ni debemos olvidarnos de ellas.
De los parados que aumentan. Si ya teníamos personas desempleadas, de marzo para acá, las cifras han aumentado y desbordado las estadísticas. Llamaremos ERTES (Expediente de Regulación Temporal de Empleo), o parados forzosos por quiebra de empresas. Ya veremos cómo queda mayo, porque los meses de marzo y abril han dejado ‘tiradas a la calle’, a miles de personas. Ya sabemos lo que pasa con el paro. No, con el paro no, con los parados. La foto aquí es más sangrante, en especial, cuando es toda la familia la que se queda en casa. Ya sabemos que hay ayudas, que las leyes tratan de dar soluciones, pero, ‘las cosas de palacio van despacio’ y mientras tantos hay que pagar alquileres, hipotecas, ropa, comida, la luz… Se acentúa un panorama que nos va a dejar ‘hipotecados’ a todos.
De los migrantes que siguen viniendo. Aunque el foco está orientado al Coronavirus, las personas migrantes están ahí. Ahora se hable menos de ellas, bueno, menos no, porque en Huelva, Almería, Badajoz, Cuenca… necesitan manos, muchas manos, para recoger fresas, cerezas, ajos, tomates, berenjenas… y mira por donde son los migrantes, los más dispuestos. Luego, que terminen, seguirá el discurso de que les debemos devolver a sus países, que nos quitan el trabajo. Cuando nos enteraremos que nos necesitamos todos. Que todos nos enriquecemos, tanto los que vienen como los que estamos. Los migrantes son la savia nueva que necesita nuestra sociedad para revitalizarse. Son personas que nos abren el horizonte, que nos dan razones para la esperanza y nos humanizan.
La sociedad actual, sin duda, es muy compleja, y esta ‘cuarentena global’, nos está viniendo bien para descubrir nuestra fragilidad. Nos está poniendo en nuestro sitio. Nos creíamos, ‘el no va más’ de la creación, de la naturaleza. ¿Y en qué hemos quedado? Va a ser urgente priorizar, a mi entender, dar respuestas a las familias precarias, a los parados que aumentan y a los migrantes que nos siguen viniendo; esta es nuestra realidad y nos queda afrontarla y gestionarla, pensando en el bien común de todos. Vamos, que las tres asignaturas las tenemos y debemos aprobar.

lunes, 11 de mayo de 2020

EL HOGAR LA SALLE, ESPACIO DE INTEGRACIÓN SOCIAL, TAMBIÉN EN TIEMPO DE CORONAVIRUS

Mañana tenemos una Videoconferencia, desde el Hogar. Estamos en la Semana de la Salle (del 11 al 15 de mayo) y queremos abrir nuestras puertas para que se nos siga conociendo. Aunque la sesión será para presentar la Comunidad del Hogar formada por Hermanos y Seglares, también diremos unas palabras de los que representa el Hogar la Salle para la Familia Lasaliana. Por eso hoy, me dedicaré a describir brevemente lo que es el Hogar la Salle.
Como iniciativa social, en el Hogar la Salle, interaccionamos más de 200 personas. Ahora con el parón del Coronavirus sigue activo, solamente, el Hogar de Emancipación y los niños del Aula Abierta (vía On line), el resto de las actividades las hemos clausurado y ya lo lamentamos.Decir, que los residentes y participantes, en los diferentes programas, proceden de África, América y Europa, unos 10 países. En cuanto a las creencias, estamos tanto cristianos católicos, como evangélicos y ortodoxos; también, hay musulmanes y, puntualmente, budistas. Es un centro totalmente plural, como la sociedad misma.
En el Hogar de Emancipación, viven 12 jóvenes inmigrantes extutelados, en un programa intenso, de dos años; en el que priman los estudios académicos y la formación profesional. Como grupo de convivencia, entre subsaharianos y magrebíes, se acentúan las actitudes del respeto, el diálogo y la tolerancia. Por cierto, no es tarea fácil.
En el Centro de día, se da cita el grupo de personas más numeroso, desde niños de primaria y secundaria, hasta personas adultas que participan en los diferentes talleres (Peluquería, Electricidad, Corte y Confección, Educación vial,...)que ofrecemos en colaboración, especialmente, a través de Semillas de Esperanza, una red eclesial formada por Cáritas, la Obra social de Hospital de San Juan de Dios y el Hogar La Salle. Del recorrido que llevamos estámos muy contentos.
Claro que para llevar esta iniciativa social, se requiere de personas entregadas y disponibles, estoy refiriéndome tanto a los voluntarios, como a los profesionales. Precisamente la responsabilidad institucional, que tiene la Asociación Hogar la Salle, es la de disponer de un personal cualificado que favorece la interacción de todas las personas, de las que venimos hablando, con vista a la integración social que pretendemos.
Formamos una familia variopinta, sí, pero familia. De ahí que el lema: Sí, la fraternidad es posible, queremos que impregne toda la vida cotidiana en el Hogar la Salle, desde la mañana a la noche. El empeño es ambicioso, pero ni siquiera las dificultades que van apareciendo, en el día a día, merman nuestra ilusión por llevar adelante este hermoso proyecto.
Somos conscientes de que disponemos de poco tiempo, y que nuestra aportación es modesta, porque los procesos formativos y educativos duran toda la vida, pero, en el margen que disponemos de meses y de pocos años, no escatimamos esfuerzos para que, lo que ofrecemos, no se quede en saco roto. La verdad es que en estos asuntos, no nos diferenciamos de las demás Instituciones, Asociaciones y Ongs, de este sector social, por eso mismo, junto con ellas, seguimos en el intento.
En todo esto, una palabra clave es la interacción de todos con todos. La experiencia de años me viene confirmando, que si puedo aportar algo a los demás es porque estoy abierto a recibir sus aportaciones. No educo sino me dejo educar. La confluencia de tantas culturas y creencias en el Hogar, es una riqueza para todos. Y todos salimos ganando, por eso hablamos de integración.
Estamos tejiendo la utopía de que otro mundo es posible, creemos que la sociedad no puede seguir discriminando, dividiendo, construyendo fronteras, rechazando y excluyendo a los pobres y marginados. Tenemos la firme convicción de que todas las personas tenemos la misma dignidad y derechos humanos, es más, que formamos la gran familia humana en la que caben todas las creencias, razas, hombres y mujeres, de ahí nuestros desvelos por conseguir la integración y convivencia entre todas las personas.

El Equipo de Pastoral de La Salle Andalucía y Melilla, nos ofrece tres oportunidades para compartir nuestro “ser de La Salle” del 11 al 15 de mayo. Entra en https://bit.ly/semanalasalle​ para comprobarlo.

domingo, 3 de mayo de 2020

10 AÑOS, 10, ESCRIBIENDO EN LA ESQUINA DEL ENCUENTRO


Mañana, 4 de mayo, cumple 10 años como bloguero. Me siento muy satisfecho con la experiencia. Me anima saber que tengo lectores, como ustedes, que en alguna ocasión me hacéis llegar vuestras impresiones. Y aunque alguna vez, me he planteado seguir o dejarlo, al final, me siento en la silla y me pongo a escribir.
Acabo de llamar a Moussa, para que me saque una foto. Lleva un año en el Hogar la Salle, mucho tendría que decir de él y sus compañeros, 12 en total, pero basta mirar el Facebook del Hogar y se darán cuenta de cómo les van las cosas. Ahora están celebrando el Ramadán y, la verdad, sí que se aprecia que es un tiempo especial para ellos.
En la foto, se ven algunos elementos que han sido significativos durante de estos años. Unos se quedan y, otros, van dando paso a los nuevos que llegan. Así es la vida. Destaco las tres fotos que hay en el fondo. Una casi no se ve, es uno de los últimos cursos a los que les di clase, uno va cumpliendo años y le llega el ser pensionista. Luego está la del Papa Francisco en Rabat, que gran ocasión de saludar, a un seguidor de Jesús de Nazaret, empeñado en anunciar el Evangelio como lo hiciera el maestro. La otra la dejo para el final
Estos días estamos encerrados en casa, con esto del Coronavirus; en los últimos días están surgiendo las diversas opiniones acerca de lo que pasará cuando esto termine. Cuando tengo la ocasión, doy mi opinión al respecto. Salir, saldremos, algunos seguirán igual, otros están aprendiendo la lección (es lo esperanzador), y existen aquellos que todo lo seguirán viendo oscuro. Creo que habrá más pobres que atender, aumentarán las manos que les ayudarán; aunque la incógnita está en los políticos, siguen muy centrados en sus luchas ideológicas, y no están aprendiendo que el bien común, al que se deben, se consigue mucho mejor dialogando y pactando entre ellos. No están a la altura.
Si me fijo en mi realidad personal, este tiempo se parece al de la rutina de todos los días, pues, la vida del Hogar con los jóvenes migrantes, no ha parado. Como en cualquier familia, aunque aquí somo 16 personas viviendo, los ritmos y dinamismos han permanecido casi igual. Pero siempre hay margen, tal vez porque tengo costumbre, de echar una mirada a mi interior, para ver como sigo llevando mi vida. Es mejorable.
En la foto grande, se ve la palabra Gracias. Me la dieron el verano pasado en el CETI de Melilla. Llevamos 5 años, yendo a los Campos de Trabajo Intercongregacionales, y el último día, me sorprendieron con ella. Pero vamos, las gracias, las debe de dar un servidor. Cuánto estoy recibiendo, estos años, de los migrantes y refugiados, que en el Centro se encuentran y que varían cada año, aunque les dedicamos menos tiempo, del que nos gustaría.
Y también me sirve la palabra GRACIAS de la foto, para dársela a todos ustedes, por las veces que se acercan a este blog, y leen las reflexiones que me van viniendo de las experiencias que estoy viviendo. Espero que les aporten alguna cosa, aunque sea para provocarles. Muchas gracias.