BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 29 de septiembre de 2019

MUCHA HIPOCRESIA SOCIAL Y POCO COMPROMISO CIVIL

Todo el mundo se echa las manos a la cabeza, cuando esta semana nos informan las redes sociales y los medios de comunicación de: Que un bebé murió entre los cañizares del río Besòs, porque su padre de 16 años y su madre de 14, se deshicieron de él. Algún comentario habla de que su papá y mamá son adolescentes con problemas y de condición humilde ¿Qué quieren decir con eso?
Ya tenemos adictos al juego a partir de las 14 años. Esta semana se han hecho redadas de la policía y guardia civil en las casas de apuestas. Los menores no pueden entrar en las Casas de apuestas, pero da lo mismo. Vía Online también les resulta cómodo o en las máquinas de los bares. Los que tienen el negocio ven un filón en los adolescentes, pero,... ¿Qué dicen o hacen las familias al respecto?
Aunque me tachen de mojigato, nos han presentado esta semana una encuesta nacional sobre sexualidad y anticoncepción, en ella se habla del inicio de relaciones sexuales a una edad cada vez más temprana (preadolescencia). Dicen los del estudio que se detecta poca información sobre el tema... ¿por parte de la familia? ¿De la escuela? ¿A quién se refieren?
Esta semana, sobre la violencia escolar me llamó la atención este título en el faccebook: "El Bull ying no surge en las escuelas, nace en los prejuicios que los adultos les trasmiten a sus hijos en la familia". El caso es que hemos visto en la tele a chicas tirándose de los pelos y a un corro de compañeros,  aplaudiendo y grabándolo en el móvil. Ya me diréis.
El 21 de septiembre vi un video del Youtuber, que decía: "+ celular (móvil) y televisión = + agresividad infantil. Ya empezamos a escuchar distintas opiniones, más o menos autorizadas, que lo de las tecnologías tiene sus riesgos. En una revista, nos dicen los expertos que "darle un móvil a un niño es como darle drogas". Nos quedamos en las opiniones nada más.
Bueno, también he visto e hice publicidad de la noticia siguiente: Más de 5000 escuelas movilizan "Un millón de niños meditan por la paz", en un templo de Tailandia. En el comentario nos hablan del lema "la paz interior es el camino para la paz mundial". Dejando a un lado los números la iniciativa es muy buena.
Y estos días, todavía están en los rotativos informativos, las movilizaciones de niños y jóvenes liderados por Greta Thumberg. El cambio climático es un una urgencia. Tuvo que ir a decirlo a la Asamblea de la ONU. Este es un buen camino.
A todo esto, que acabo de enumerar, me hago muchas preguntas: Es verdad que los protagonistas son los niños, adolescentes y jóvenes, pero todos ellos tienen familias, escuelas, espacios de ocio y tiempo libre,... ¿Se les deja a la mano de Dios? ¿Dónde queda la educación? ¿Qué hacemos contra los intereses ideológicos y económicos que mueven miles de millones en tecnologías, drogas, pornografía, casas de apuestas,...? Lo de escuela y familia ¿Para cuándo? Lo de leyes educativas que favorezcan el desarrollo humano ¿Para cuándo?

domingo, 22 de septiembre de 2019

HACIA LA COMUNIDAD LASALIANA DEL HOGAR LA SALLE


Llevamos caminando juntos, Hermanos y Seglares (Asociados y Colaboradores Lasalianos), los últimos 6 años. No tenemos prisas y encima, nos hemos dado cuenta, de que esto de la Comunidad Lasaliana es un asunto muy serio, como para tomárselo a la ligera.

Somos conscientes de que este año daremos un paso más, pero que no será el último, pues cada curso vamos decubriendo nuevas dimensiones que nos ayudan a corregir, potenciar o incorporar todo aquello que nos sigue fortaleciendo.

Por consiguiente, a las puerrtas de la estación de otoño, época de la siembra, nos disponemos -una vez más- a elaborar nuestro Proyecto Comunitario Lasaliano. Tanto los Seglares, como los Hermanos, traemos bajo el brazo, nuestros Proyectos de vida: por un lado, los Hermanos, con  su Proyecto Comunitario (digamos que regula y organiza su vida cotidiana en la Comunidad) y, por otro lado, los Seglares, con sus Proyectos Familiares (digamos que regulan y organizan su vida cotidiana Familiar); eso sí, venimos con la disposición de armonizar aquellas dimensiones que nos configuran como Comunidad Lasaliana del Hogar la Salle. Es lo que hemos empezado hoy.
Constatamos que nuestra experiencia, es una más, de otras muchas que existen a lo largo y ancho de nuestro Distrito de España y Portugal. Nos alegramos de que no haya un modelo único para todos, pues cada realidad comunitaria, se forma con personas y espacios diferentes, que dan respuestas distintas, a las necesidades que surgen y que interpelan a nuestra Misión Lasaliana, muy orientada a nuestra opción preferencial por los pobres, especialmente, las personas migrantes.
Con los años, nos hemos ido dando una definición, abierta aún, que aclara nuestro estilo de vida, así lo exponemos en nuestro Proyecto: 
 La Comunidad Lasaliana, del Hogar la Salle, es un espacio de comunión entre Hermanos y Seglares, en el que:
     Apostamos por la fraternidad en este mundo plural que vivimos.
     Creemos y potenciamos la formación permanente e integral.
     Celebramos la fe como encuentro con el Dios de Jesús.
     Compartimos la Misión del anuncio del Reino de Dios en los ámbitos educativo y socioeducativo lasalianos, especialmente, con las personas más necesitadas.

Nuestra doble referencia, como Comunidad, la encontramos tanto en las primeras comunidades cristianas, como en la importancia que nuestro fundador, Juan Bautista de la Salle, le dio a las primeras comunidades de los Hermanos, eso sí, salvando las distancias y sabiendo que no somos, sino meros aspirantes, a lo que en aquellos tiempos se fue constituyendo con originalidad y creatividad.

Seguimos creyendo en la importancia de la comunidad, el mundo de hoy necesita de hombres y mujeres que sean signos de la fraternidad. Nuestras sociedades globalizadas precisan de mujeres y hombres que apuesten por vivir como hermanos, de la única familia humana, querida por Dios.
 




domingo, 15 de septiembre de 2019

EL BIENESTAR NOS HA ADORMECIDO, A UNA MINORÍA. MUCHOS MÁS, LAMENTAN ESTAR BIEN DESPIERTOS

Llevo mucho tiempo preocupado por este desequilibrio global e injusto. Se ve que no somos totalmente conscientes de ello, o tal vez, nos ponemos las gafas apropiadas (oscuras) y no deseamos ver la cruda realidad. Al final nos hace pasotas.
Y es que el árbol (preferido y frondoso) no nos deja ver el bosque. Como ocurre en las familias bien acomodadas, sus hijas e hijos, viven muy despreocupados y disfrutando de sus entretenimientos favoritos. Están como en un pequeño paraíso, ajenos a lo que pasa a su alrededor; ya se encarga la sociedad, a través de sus mamás y papás, de que no les falten los 'juguetes' de moda y marca, que tanto les absorben y adormecen.
Mientras tanto, la mayoría de la humanidad, malvive y sobrevive. No olvidemos que 1 (nosotros) de cada 7 (ellos), se encuentran en la situación que venimos describiendo. Es una de las ventajas que tenemos, con la 'Aldea global' y sus redes sociales, el que nos enteramos e informamos de lo que está pasando, en el momento, y cuando ocurren los acontecimientos. Aunnque también nos han acostumbrado a consumir las informaciones y noticias, de forma que seguimos el esquema de 'usar y tirar' como en tantas otras cosas. ¡Qué poco nos afectan (y menos nos vinculan) a todo lo que  deshumaniza, o es un atropello a la dignidad y los derechos humanos de tantas personas!
Cual tentáculos y ventosas de un pulpo, las nuevas tecnologías nos absorben las energías vitales y nos enganchan a sus atractivas y engañosas redes: Twitter, Facebook, Instagram, telefonía móvil, Ipads, Blogger, Youtuber, Influencers,… entre otras. Chupan hasta nuestras esencias más fundamentales, casi eliminan o ponen en cuestión nuestro ser más íntimo. Desde luego tanto nos hacen depender de ellas y nos recrean en nuestro ego narcisista, que nos hacen olvidar  todo lo demás.
Me pregunto muchas veces, por el origen de la indiferencia y la poca empatía ante los problemas y las injusticias que sufren y padecen, en sus carnes, tantas personas que viven a nuestro alrededor. Ya no digamos las que nos vienen en pateras o vemos imágenes de las numerosas guerras o acciones terroristas que nos inundan en los medios de comunicación. Como si no tuvieran que ver con nosotros.
Tal vez firmar una denuncia, que aparece en el Facebook o en Twitter, lo hacemos con facilidad; pero salir a la calle a protestar y señalar con el dedo las injusticias, que padecen otros, o incluso, hacer un voluntariado permanente por causas nobles ayudando a tantas personas que sufren y lo pasan mal,… eso ya,… Bueno sí, que lo hagan los políticos, nos justificamos, ellos son los gestores del bien común. ¡Ya!
Qué pronto abdicamos de nuestra corresponsabilidad en la construcción de  mundo mejor.  Recuerdo que en las décadas de los 60 y 70, del siglo pasado, los movimientos sociales nos empujaban a la calle a manifestarnos. Los sueños y utopías estaban a flor de piel y nos ambientaban los cantautores con sus canciones protesta, o musicales y obras de teatro, críticas con los poderes que jugaban a ser “el gran hermano” y el pensamiento único. Hoy ya todo eso no existe. El sistema lo ha asimilado y lo presenta como una moda más de quita y pon.
Palabras como solidaridad, compromiso, voluntariado, corresponsabilidad, denuncia, justicia, tolerancia, respeto,… están en desuso para una mayoría adormecida. Menos mal que siempre queda, “el resto de Israel”, que diría la Biblia, para seguir siendo la ‘conciencia crítica’ de este mundo, no tanto con su palabra, cuanto con sus programas y proyectos ‘a pie de obra’ -que en el día a día- van dado ejemplo de que este mundo es posible hacerlo de otra manera. No basta con que la gente sea buena, además, se tienen que arremangar a favor de los más desfavorecidos.


domingo, 8 de septiembre de 2019

EL SUEÑO DEL HOGAR LA SALLE




Esta noche he soñado con el Hogar la Salle. En mis sueños se presentaba el Hogar, como una gran plataforma de experimentación social. Veía una gran casa en la que residían, temporalmente, muchas personas, con la intención de vivir algo nuevo y diferente. Diría más, en mis sueños, el Hogar la Salle, quiere ser un lugar donde se experimenten las condiciones idóneas para la transformación social.  
En el sueño aparecen las puertas abiertas para que entren y salgan las personas que lo deseen. No hay distinción de personas. Se acercan niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Entran y salen como en su casa. Es esa la pretensión del Hogar. De ahí que acojamos a tales personas, las protejamos y promovamos para así integrarlas, como levadura, en la sociedad que vivimos.

Como si de una gran casa se tratara, sus diversas dependencias cobijan a las personas que van a iniciar o potenciar el germen del cambio social. En su totalidad, esta gran casa se constituye en una plataforma donde se desarrollan los distintos proyectos y programas que llevan a cabo los propósitos que aparecen en dicho sueño. En el fondo es como una gran escuela de aprendizaje social para humanizar, desde la justicia, este mundo que vivimos.

Todas las personas convocadas al Hogar: residentes, profesionales, voluntarios, participantes en los diferentes programas y colaboradores... son necesarias para conseguir tal fin. La clave para lograrlo es la interacción que se debe de dar entre todos, de manera que contribuyan unas y otras, con sus riquezas compartidas, en el referentes de lo que pretendemos.

Por eso en el sueño del Hogar aparecen dos dinamismos imprescindibles, la fraternidad y la solidaridad, que se utilizan y actúan como herramientas potentes y necesarias en el trasunto de la vida cotidiana.
En el sueño, el Hogar la Salle, es un medio que facilita el crecimiento de la familia humana, para que todos juntos, como hermanos, seamos felices.

¡Ojalá! El sueño se vaya haciendo poco a poco realidad. ¿Cuento contigo? Mejor aún  ¿Cuáles son tus sueños?

domingo, 1 de septiembre de 2019

ES TIEMPO DE PROYECTOS: GRUPAL, FAMILIAR Y PERSONAL


Nos parecía largo, pero el tiempo de vacaciones ya terminó. Aunque este domingo nos ha prolongado un día más de descanso. En el ambiente se respira el inicio de otro ciclo. Con el nuevo año escolar, la sociedad entera se "resiente". Se reorganiza. Los gastos para el inicio de curso se disparan, las economías familiares se ajustan. Todo empieza de nuevo.
En el mes de septiembre, la vida cotidiana vuelve a la normalidad. Las costumbres, los hábitos, los horarios se retoman y se mejoran. No se trata de "volver a empezar", como si nos hubiera salido algo mal y hay que repetirlo. Hay que avanzar y contando, para ello, con la experiencia de años anteriores.
Hay que seguir creciendo. Es en este contexto, cuando recobran su sentido los proyectos que han ido surgiendo a lo largo de nuestra existencia. En este caso me interesan cuatro de ellos: el personal, el matrimonial, el familiar y el grupal-comunitario. Y es que no podemos ir por la vida sin rumbo, y menos aún, dejándonos llevar por los demás. No es necesario, tener escritos dichos proyectos, pero sí haberlos pensado, reflexionado y tener la decisión de realizarlos. Apunto algunas ideas:
El proyecto personal, como sabemos, es una herramienta fundamental para el crecimiento como persona. Mi ser personal, como hombre o como mujer, necesita de una atención por mi parte. Conmigo han ido creciendo utopías, metas, objetivos. Mi realidad personal, necesita desarrollarse con todos los aciertos y dificultades, con todas las alegrías y las penas. No puedo abandonarme. Necesito "mis" tiempos.
El proyecto matrimonial o de pareja, para nada es ajeno a la realidad personal, pero sí añade el compromiso, de crecer, junto a otra persona. Ya no hablamos del yo-tú, sino del nosotros. La boda no es el final de la vida de una pareja, es más bien, la expresión pública de que, juntos, se quiere hacer un camino común, con sus metas y utopías, con sus aciertos y dificultades, con sus alegrías y sus penas. Esto requiere sus tiempos, en los que la comunicación, el diálogo, hablar, los silencios, el estar juntos, se hacen muy necesarios.
El proyecto familiar, está muy unido a todo lo anterior. La familia no se desentiende de las personas. Al revés, es el espacio idóneo para que se plantee el sentido de la vida. Surjan los grandes ideales, se siembren los valores que humanizan y se favorezca el desarrollo de los mismos. La familia es el taller de la vida. Desde los primeros pasos que damos, no estamos solos: nuestros padres y demás familiares están ahí para ayudarnos. Solos no podríamos. Esto va a ser una constante durante toda la vida. La llamda crianza, con sus funciones parentales, aquí tiene su protagonismo
El proyecto grupal-comunitario, cada vez lo tienen más personas; porque es importante crear el tejido social. Por eso las asociaciones, los grupos, las comunidades, tienen la oportunidad de renovar cada año su camino. Estos grupos sociales y religiosos son de vital importancia para el buen funcionamiento de la ciudadanía. Porque no somos islas. De ahí, que el nuevo proyecto marque algunos objetivos y metas que se proponen para seguir fortaleciéndose y, a la vez, contribuir al mejoramiento y transformación de la sociedad.
Armonizar los cuatro proyectos, es el reto más importante que tenemos por delante. Nos va en ello nuestra felicidad.