BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 24 de abril de 2011

¡¡¡ JESÚS HA RESUCITADO !!!

Sí, Jesús ha resucitado, y la Fe cristiana se basa en esta contundente afirmación. En su primer discurso, el apóstol Pedro, proclama: “A Jesús lo resucitó Dios y todos nosotros somos testigos” (Hch 2,32)
Sin la resurrección de Jesús de Nazaret, no existiría la Iglesia, no habría cristianos, no funcionarían las parroquias, las escuelas católicas, ni existirían las distintas instituciones y ONGs, relacionadas con el cristianismo, como Caritas y Manos Unidas… En este sentido, también el apóstol Pablo, afirmó: “Si Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe” (I Corintios 15,14).
El Dios cristiano, Padre, Hijo y Espíritu Santo, autentifica todo lo que había dicho y había hecho, durante su estancia en la tierra, Jesús de Nazaret. El Dios encarnado no acaba con el fracaso de la muerte –como si hubieran tenido razón los que le condenaron a muerte y le crucificaron-. No. El Dios encarnado, garantizó y avaló toda su Misión con la RESURRECIÓN.
Hay unidad y continuidad entre Jesús de Nazaret y Cristo resucitado. Esta es nuestra fe. Y si Jesús resucitó, nosotros también resucitaremos. Jesús venció a la muerte.
De una forma, un tanto original, me gustaría señalar las 15 estaciones que expresan el Misterio del Dios encarnado, dando unidad a toda la vida de Jesús de Nazaret:

1. EL FINAL DE JESÚS: LA RESURRECIÓN, siendo la expresión máxima de la Buena Noticia.
2. Pero antes: FUERON LA PASIÓN Y LA MUERTE, sin duda, consecuencias lógicas de la coherencia de vida que llevó.
3. Pero antes: FUE LA ÚLTIMA CENA, símbolo de la Nueva Alianza y manifestación plena de su servicio y entrega. En este contexto nos da el nuevo mandamiento del amor.
4. Pero antes: NOS ENSEÑÓ A ORAR: desde su propia experiencia, con la oración del Padre nuestro, verdadera síntesis de sus enseñanzas.
5. Pero antes: FUE LA PREDICACIÓN, de un Reino Dios, en el que proclama a un Dios, como Padre y Madre, que ama con entrañas de misericordia a todos sus hijos e hijas y quiere la felicidad para toda su familia.
6. Pero antes: FUERON LOS MILAGROS, verdaderos signos de la presencia y el obrar del Dios del Reino.
7. Pero antes: FUERON LAS PARÁBOLAS, relatos que nos marcan el camino para la construcción de Reino de Dios.
8. Pero antes: FUE A LA SINAGOGA Y AL TEMPLO, a dar su testimonio, aunque le acarrease problemas y le complicaran la vida.
9. Pero antes: FUE POR CAMINOS, PUEBLOS Y CIUDADES, haciendo llegar a todo el mundo La Buena Noticia, especialmente, a los pobres, excluidos y necesitados.
10. Pero antes: FUE LLAMANDO A LOS DISCÍPULOS, futuros continuadores de su Misión y germen del Pueblo de Dios.
11. Pero antes: INICIÓ LA MISIÓN DEL REINO, sintiéndose enviado por el Espíritu y cumpliendo, así, la voluntad de su Padre.
12. Pero antes: FUE AL DESIERTO, preparándose, desde el silencio y la oración, para la Misión que tenía encomendada.
13. Pero antes: DEJÓ SU PUEBLO Y SU FAMILIA, como exigencia previa para desempeñar la tarea del Anuncio del Reino.
14. Pero antes: CRECIÓ COMO UN HOMBRE MÁS, mostrando su condición humana ante sus familiares y vecinos.
15. Pero antes: SE ENCARNÓ, como máxima manifestación de un Dios, que tanto nos amó, "que nos envió a su Hijo único para que nos diera vida" (1 Jn 4,9)
¡Aleluya!
Bienaventurados somos por creer en Jesús resucitado.
Con valor y coraje seamos testigos de esta felicidad.
Fraternalmente, Juan Bautista de las Heras Millán.

domingo, 17 de abril de 2011

SEMANA SANTA


Para los cristianos es la semana grande. Durante estos días, quienes seguimos a Jesucristo, tenemos la ocasión de recordar los últimos días de la vida de Jesús de Nazaret.
Cuentan los evangelios que “pasó haciendo el bien”. Sin embargo lo mataron en la cruz. Pero, antes de matarlo, lo torturaron, lo vejaron, le insultaron,… y, encima, le crucificaron entre dos ladrones. Murió como un excluido, rechazado por la sociedad y por la religión de su tiempo. Señalado como maldito, por las autoridades religiosas y políticas. Le crucificaron como a un malhechor y como persona “non grata” en el sistema.
Los entendidos, dicen que se ganó a pulso su muerte. Que la vida que llevó no podía acabar de otra forma. Pero la vida que llevó, resulta, que estuvo –toda ella- comprometida por los pobres y las víctimas de la sociedad en la que le tocó vivir. Su pasión por los pobres –no para ser pobres como ellos, sino para liberarles de su pobreza y humanizarles como personas, le acarrearon múltiples problemas.
Él mismo, lo proclamó al inicio de su misión: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido para que dé la Buena Noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos, para proclamar el año de gracia del Señor”. (Lc 4,18-19)
Y guiado por ese mismo espíritu, empeñó el resto de su existencia a favor de los que no cuentan en la sociedad y son rechazados, por la misma, de mil maneras.
La Buena Noticia que les anunciaba pretendía abrirles puertas, ilusionarles con una vida llena de esperanza, y hacerles ver que la felicidad, también, era para ellos. Simultáneamente, las denuncias que hacía a los ricos, poner en evidencia y desenmascarar las hipocresías de los hombres de la religión oficial, y señalar a las diversas autoridades como culpables de dicha situación , le fueron creando múltiples dificultades. Su coherencia -hasta el final-, le llevó a la muerte.
Pero la Semana Santa no acaba con la muerte de Jesús. Desde nuestra fe, esta semana de pasión y muerte, termina con la resurrección. No hay que olvidarlo. La apuesta de Jesús por una humanidad nueva, no fue en vano. Con su resurrección validó todo lo que había sido su vida, y podríamos afirmar, que invalidó todo aquello, de la sociedad y la religión, que influyó en su muerte.
Por consiguiente, pienso, que si recordamos todas estas cosas en Semana Santa, sobretodo, cuando salgamos a ver las procesiones a las calles, en las que se representan los distintos misterios de la pasión, muerte y resurreción de Jesús, tiene que ser con la idea de continuar con la Misión de Jesús. Sin la menor duda, en el siglo XXI, la sociedad y el sistema global, en el que vivimos, sigue generando pobres, marginados, excluidos, seres humanos que se mueren de hambre, o violentamente en las guerras. Sigue habiendo enfermos, inmigrantes y extranjeros, presos,… todos ellos rechazados y olvidados por la misma sociedad que los ha creado.
Sin duda, Jesús seguiría tomando partido por todos ellos y, entonces, quienes decimos que seguimos a Jesús, no nos cabe otra salida que hacer lo mismo… si deseamos seguirle, claro: ¡Pasión, muerte y… resurrección!

domingo, 10 de abril de 2011

16 DE ABRIL, DÍA MUNDIAL CONTRA LA ESCLAVITUD INFANTIL


No, amigos, no se trata de hacer de cronista - de la infancia esclavizada - en la Edad Media. Se recurre a la historia para aprender de ella, pero no es el caso. En esta ocasión, mi refflexión es de escandalosa y rabiosa actualidad.
El lamentable origen, de este día Internacinal de la infancia esclavizada, es muy reciente: El 16 de abril, de 1995, las mafias textiles dedicadas a la explotación infantil, asesinaban a un niño pakistaní, de 12 años, su nombre: Iqbal Masih.

Iqbal Masih, pese a su corta edad, había denunciado la situación de esclavitud en la que estaban él y numerosos niños, haciendo alfombras, para las mafias que acabaron teminando con él. Empresarios sin escrúpulos que no piensan en nada más que sus propios intereses y no miran por los demás, aunque sean niños y niñas... pobres.
La realidad denunciada es que tanto en Eurasia, como en América y en África, hay millones de niños esclavizados. Desde su más tierna infancia (con cinco añitos, casi es tarde para empezar a explotarlos)son llevados a las minas, a los campos, a empresas de todo tipo: calzado, ropa, material deportivo,... cualquier oficio es bueno para que abandonen su ¿hogar?, su ¿familia?, la ¿escuela?, sus juegos,... y se pongan a trabajar 8, 10 ó 15 horas diarias. ¡Hay que ganarse la vida! Pero de qué vida estamos hablando.
Este día es la ocasión, para recordar con indignación, a los muchos chicos y chicas que son reclutados, como guerrileros, en los conflictos bélicos que organizan sus padres, sus políticos, las multinacionales, en definitiva, los adultos que deberían responsabilizarse de su buena educación y crecimento como personas.
También es el día para denunciar, con rabia, la explotación que numerosas niñas, desde su más tierna infancia, son "vendidas" al comercio del sexoturismo y la prostitución infantil. ¿Cómo será su futuro? No es difícil imarginárselo. Por cierto, todo esto es un negocio que mueve en el mercado millones y millones de euros, dólares,... y, sin la menor duda, los promotores son abogados, políticos, empresarios, familiares, banqueros, mafiosos, etc, etc. Mala gente en su conjunto.
Niños y niñas, adolescentes y jóvenes, que son explotados, esclavizados, vendidos, secuestrados. Les han robado la infancia, la escuela, su eduación, sus juegos, sus travesuras, sus derechos, en definitia, su dignidad como personas.
Las estadísticas nos hablan de cifras escandalosas: más de 400 millones de niños de 14 años, de los cuales en torno a 130 millones, tienen, como mucho, 5 añitos. Para una mejor actualización de todos estos datos, el sábado que viene, 16 de abril, nos los dirán mejor, las televisiones, la prensa, y los diarios digitales en internet.
A veces me pregunto, ¿qué me aporta a mí tanta miseria humana y explotación infantil?: ¿Calzado y ropa?, ¿Material deportivo?, ¿Petróleo, cacao, café,? ¿Por eso necesitamos el comercio justo? Les dejo la posibilidad de hacerse más preguntas. No olvidemos que formamos parte y también nos beneficiamos del sistema económico -cada vez más globalizado- que permite todos estos abusos, sobretodo, cuando se miran más los beneficios económicos que los valores éticos de las personas, en este caso de la infancia.
¿En qué medida nuestro bienestar (directa o indirectamente) no está afectado de toda esta historia?

domingo, 3 de abril de 2011

EL HEROÍSMO DE LA RUTINA DIARIA


A veces, vamos buscando héroes que nos estimulen para acabar con la rutina de la vida. Necesitamos a alguien, en quien fijarnos, para saltarnos la monotonía de cada día. Incluso, pensamos en personas extraordinarias para que refuercen o den sentido a nuestras existencias. Parecería que somos poca cosa y precisamos de “los otros” para movilizarnos.
Ciertamente, necesitamos héroes. Necesitamos modelos que nos hagan ver las cosas de otra forma, incluso, más atractivas y sugerentes. Personas que creemos más cualificadas, que tienen voluntad de hierro y su abnegación les lleva a sobresalir en aquello que se empeñan. Y podría dar la sensación, de que tales personas, tienen que venirnos de “otro planeta”. Sin embargo, esos hombres y mujeres, son tan reales y tan iguales como cualquiera de nosotros.
El verdadero heroísmo no se encuentra en los hechos extraordinarios, en las personas extraordinarias. El verdadero heroísmo, a mi manera de entender, está en las personas que:
- Son madres y cuidan todos los días de sus hijos. Los crían con sumo cariño y ternura. Pero sabemos que sus desvelos son continuos y sacrificados.
- Son padres que completan las tareas de su familia en un trabajo, tedioso, en la fábrica, en la oficina, en el taller,…
- Son niños y jóvenes que van a la escuela todos los días, levantándose a las 7 de la mañana, y con sueño, arrastran sus mochilas.
- Son los personas inmigrantes que van -todos los días- a los semáforos a vender pañuelos o a limpiar escaleras, ganando una miseria para malvivir.
- Son los parados que se levantan cada mañana, sin futuro, y van a las oficinas de empleo a ver si les sale algún trabajo, para ir tirando y al día siguiente, vuelta a empezar.
- Son los médicos, los maestros, los barrenderos, los militares, los curas, los políticos, los campesinos, los mecánicos, los oficinistas, los sindicalistas, los tenderos, los panaderos,los electricistas… Hombres y mujeres que cumplen, puntualmente, con sus obligaciones y responsabilidades, que no saldrán nunca en los medios de comunicación, ni en las redes sociales, pero son los verdaderos protagonistas y héroes de la historia: ayer, hoy y mañana.