BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 26 de julio de 2020

LOS CACHORROS DEL ASFALTO - III


Los Cachorros de Tigre, estaban por incordiar, y empezaron a crear un malestar entre los demás y a ponerlos contra doña Cierva. Se inventaron mil historias, por ejemplo, que no les daba  bien de comer. Pero, sobre todo, los Cachorros de Tigre se enfrentaban a doña Cierva públicamente como última responsable de la Reserva y trataban de dejarla en ridículo ante los demás Cachorros. Claro, esto no podía seguir así, y doña Cierva acudió al Consejo Permanente de la Selva a exponer el caso.

            El Consejo determinó que, si después de avisar a los Cachorros de Tigre tres veces seguían creando conflictos entre doña Cierva  y los demás Cachorros, no cabía más posibilidad que expulsarlos de la Reserva, aunque quedaran indefensos, ya que no estaban del todo adiestrados y preparados para sobrevivir en la gran selva. Pero que por culpa de unos pocos Cachorros no se iba a perjudicar al conjunto de todos los demás Cachorros.

            Y ocurrió lo que tenía que ocurrir. Los Cachorros de Tigre no quisieron dar su brazo a torcer y, como querían salirse con la suya, no hubo más remedio que expulsarlos de la Reserva. Los que más lo sintieron fueron doña Cierva y don Oso, porque sabían que en la selva había muchos peligros: estaban las alimañas, las serpientes, las víboras y las aves carroñeras; en fin, cantidad de enemigos que iban a dificultar la integración de los Cachorros de Tigre.

            No obstante, la vida en la Reserva siguió con normalidad, aunque a algunos Cachorros les dio que pensar lo acontecido con los Cachorros de Tigre. Por entonces, y a pesar del escarmiento, los Cachorros de Zorro  insistían en quererse liberar y salir; claro que, al ser más pequeños, pensaron hacerlo a su manera. Todo ocurrió cuando unas serpientes se asomaron por la empalizada y llamaron la atención a estos Cachorros quienes, al principio, muy inocentemente, se creyeron todas las patrañas que les dijeron las serpientes y empezaron a seguir sus orientaciones, en vez de atender los consejos que les daba doña Cierva.

            Por lo demás, la táctica que utilizaron parecía más diplomática: Por un lado, cuando estaban con doña Cierva, aparentaban y decían unas cosas agradables para quedar bien; pero, cuando estaban solos, maquinaban la forma de fastidiarla, aun sabiendo que doña Cierva y don Oso se preocupaban por instruirlos y prepararlos para su futura vida en la selva.

            Pero, como en la selva y más en la Reserva, tarde o temprano todo se sabe, doña Cierva y don Oso también se enteraron de las maquinaciones de los Cachorros de Zorro. Y no le quedó más remedio a doña Cierva, como la última responsable de la Reserva, de llamarles la atención. Claro que, como los Cachorros de Zorro eran más pequeños, se les hizo ver que se dejaran de tonterías y se integraran a la vida de la Reserva, que era lo que mejor les podía servir para el día de mañana.

            Mientras tanto, los demás Cachorros seguían con interés las diferentes actividades adiestradoras programadas en la Reserva. Algunas eran más exigentes que otras, pero los Cachorros reconocían que era mejor esforzarse ahora para poder estar bien preparados y formados para su futura integración en la selva, ya que como de todos es sabido, en la selva pueden ocurrir las cosas más inesperadas. Así que, desde luego, se trataba de estar bien adiestrados.

domingo, 19 de julio de 2020

LOS CACHORROS DEL ASFALTO - II

Al día siguiente de celebrarse el Gran Consejo, comenzaron las tareas para acondicionar el lugar de la Reserva. Los Gorilas y Búfalos se presentaron voluntarios para hacer la empalizada. Los Elefantes hicieron un pequeño lago para que los Cachorros se bañaran. Los Orangutanes y los Chimpancés plantaron muchos árboles para poder desarrollar los diversos ejercicios de entrenamiento. Y las Jirafas, que todo lo ven, se encargaron de buscar a los Cachorros abandonados.

            Cuando todo estuvo terminado, doña Cierva reunió a los Cachorros y les explicó la importancia que tenía que estuvieran recogidos en la Reserva y, sobre todo, las esperanzas que habían puesto todos los reunidos en el Gran Consejo para que se formaran y prepararan bien, pues cuando salieran de la Reserva, la vida en la Selva no les íba a ser fácil.

            Los días transcurrían sin muchas novedades. Doña Cierva tenía mucha ilusión y no le faltaba paciencia. Claro, todas las cosas no podían salir bien, pero las dificultades se iban resolviendo. Un día, estaba enseñando a nadar a algunos Cachorros de los Gamos y el Cachorro de Cocodrilo, jugando con ellos, le rompió a uno la pata derecha. Fue un incidente sin importancia, porque los Cachorros se estaban divirtiendo.

            Pese a que todo marchaba bien, cada día llegaban más Cachorros, y doña Cierva solicitó del Consejo Permanente de la Selva un ayudante para llevar con más agilidad y atención todas las actividades. El Consejo aceptó la petición y le enviaron al señor Oso.

            Poco a poco, doña Cierva y don Oso se  reunían para organizar las distintas actividades. Algunas las hacían conjuntas, pero, para una mayor efectividad, todas las demás las dividieron y cada uno se quedó con aquellas actividades que mejor podía realizar.

            Ahora bien, eran los Cachorros los que mejor lo pasaban. Pues aprendían a camuflarse entre los arbustos, para que el hombre no les pudieran cazar. También, con los ejercicios que hacían, lograban dominar la técnica de esconder los alimentos cuando ya habían satisfecho su hambre. Otros días, se entrenaban en saber olfatear, y así distinguir cuándo les acechaba el peligro. Otra técnica que les gustaba mucho era la de orientarse en la selva, pues, como era muy grande, existía la posibilidad de perderse. Eso sí, todas las mañanas, el primer ejercicio que realizaban consistía en hacer una larga marcha, pues era bueno fortalecer los músculos para el día de mañana y  también  para ir adquiriendo destrezas para desenvolverse en la selva.

            Pero  no todo era de color de rosa. Algunos Cachorros de Tigre empezaron a cansarse y, sobre todo, a meterse con doña Cierva. Estos Cachorros querían más libertad, es decir, salir fuera de la Reserva ellos solos. Claro, doña Cierva le consultó a don Oso la propuesta de los Cachorros y llegaron a la conclusión que todavía no estaban preparados para irse a la selva.

domingo, 12 de julio de 2020

DE LOS CACHORROS DEL ASFALTO- I

Este verano quiero recordar una fábula, con varias entradas en los siguientes domingos, sobre las dificultades que encuentran tantos chavales en riesgo y exclusión social.    

            Hace mucho, pero mucho tiempo, existía la costumbre de celebrar todos los años en la selva africana el Gran Consejo de la Selva. En aquella asombrosa reunión no faltaba nunca ningún animal. Era bonito ver a los carnívoros junto a los herbívoros y, a éstos, junto a los omnívoros. Así que, todos, todos los animales estaban interesados y  en esta ocasión todos se respEtaban.
            Como siempre, inició tan magno encuentro, don León, el rey de la selva. Todos los animales estaban expectantes y con recia voz dijo el rey: "Queridos habitantes de la selva: Os he  convocado un año más para tratar los numerosos problemas que están complicándonos la existencia en nuestra querida selva.

            De entre todos los problemas, el que más nos preocupa ahora es el de la mala suerte que tienen algunos de nuestros Cachorros. Pues, debido al afán depredador del hombre, muchos se quedan huérfanos; otros, como sus padres están ocupados en buscar el alimento, están desatendidos; además hay algunos cachorros que han sido abandonados a su suerte, pues nadie quiere saber nada de ellos, lo cual es muy lamentable. Esta lamentable situación de desprotección impide que los Cachorros aprenden a sobrevivir y a defenderse en la complicada vida de la selva  y muchos de ellos mueren antes de tiempo.

            Ante tal problema, nuestro muy querido amigo, el señor Elefante, ha sugerido una propuesta que a bastantes de nosotros nos parece la más acertada. Él mismo nos la va a exponer".

            Así se explicó el señor Elefante: -"Como muy bien ha dicho don León, nuestros Cachorros están muy indefensos. Así que hemos decidido crear una reserva en la selva, en la que se junten todos los Cachorros abandonados, y también todos aquellos cuyos padres los deseen dejarlos en la reserva. Doña Cierva, que se ha ofrecido voluntariamente, se encargará de prepararlos, para que, cuando sean grandes, se puedan defender y logren sobrevivir.  A ella le dejamos ahora la palabra." (Todos los animales aplaudieron la buena idea de la Reserva para los Cachorros abandonados.)

            Y dijo Doña Cierva: "Con mucho gusto he aceptado, porque creo que es muy importante el adiestramiento y preparación de los Cachorros para su futura vida en la selva. Que no os quepa la menor duda que dedicaré todo el tiempo que me sea posible para atender y enseñar a todos los cachorros que lleguen a la Reserva.

            Pero, creo que debe quedar clara una cosa: que los Cachorros que se integren en la Reserva tienen que cumplir unas mínimas reglas de juego, sin las cuáles no se les podría adiestrar y preparar adecuadamente para el futuro. Por lo cual, si algún Cachorro no se comporta debidamente, es decir, no cumple las mínimas normas por las que se regirá la Reserva, me veré obligada a denunciar el caso al Gran Consejo de la Selva, con la finalidad de que se tomen las medidas oportunas.” (Todos los animales estuvieron de acuerdo con doña Cierva).

            Don León tomó finalmente la palabra y clausuró el encuentro, no sin antes invitar a todos los asistentes a participar en la tradicional fiesta del agua. La fiesta consistía en realizar algunos concursos en el lago que había en  el centro de la selva. Al final del día, muy contentos, regresaron a sus hogares. El día siguiente empezaba la aventura.


domingo, 5 de julio de 2020

DE LAS FAMILIAS ROTAS Y LA INFANCIA ROTA

Esta SEMANA, he visto, leído y escuchado muchas noticias sobre la infancia. Militares que maltratan a niños y niñas en América Latina, pederastas que abusan de niñas y niños en todas las religiones, pedófilos que se lucran con fotos e imágenes pornográficas hasta de bebés. Me pregunto ¿cómo son sus familias? Les cuento un caso.

Un día me llamaron por la tarde y se activó la máquina del tiempo. De pronto me sentí en el siglo pasado, año 1998. La familia seguía rota. Simplemente era lamentable e indignante. Un buen rato dedicó la mujer para ponerme al corriente de la situación. No era nueva, pero sí más complicada. Los años no pasan en balde.

A lo largo de su conversación, me dijo, que estaba orgullosa de los hijos, habían salido adelante; sin embargo, la hija, ahora, vivía con ella, porque su pareja la maltrata. Tienen orden de alejamiento, pero ambas partes se la saltan a la torera. La última vez la arrastró por los suelos, y bien agarrado a los pelos -de ella-. Hubo denuncia, pero,...

A todo esto, el paro también está presente. Y en la historia familiar la madre se quedó sola con sus tres hijos porque el padre les abandonó.

Familias rotas. Y con mala suerte. Nacieron en el ambiente equivocado. Conozco otros casos y mi círculo es reducido, comparado con la sociedad en la que vivimos: la española, la europea y la mundial. Me chirrían las tripas cuando aparecen estos casos. Son historias que me conmueven. Los protagonistas son hombres, mujeres, niños y niñas reales. En general siguen la cadena de transmisión de sus antepasados. Casi me atrevería a decir que no conocen otra manera de funcionar como familia. Es el modelo que pasa de padres a hijos. De abuelos a nietos. No es genético, pero sí es estructural dentro de la propia historia familiar.

La verdad es que hay mucha gente, instituciones, asociaciones, que dedican recursos humanos y materiales a estas familias. Los pisos de acogida están dando buenos resultados. No, no están solas en su sufrimiento. Aunque no es un consuelo. Creo que es la línea a seguir para que vayan cambiando las condiciones de estas familias. Con el tiempo, de familias rotas pasarán -sin duda- a ser familias. Simplemente familias, sin necesidad de calificativos.

Ya sé que estamos de vacaciones, pero también en estas fechas veraniegas siguen pasando estas cosas. Es verdad que les he contado una situación personal que conozco, pero, no olvidemos que los Medios y las Redes sociales nos abruman de informaciones y de casos, en las que la infancia sale mal parada en cualquier parte del mundo y en todos los estratos sociales.

Y son nuestros vecinos, viven a nuestro lado. En bastante ocasiones somos cómplices, pues, ¡Somos tan respetuosos! (Tal vez miedo, no querer complicarse o indiferencia. Ya se sabe cada cual en su casa...) Igual tenemos margen para intervenir, digo yo.