BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 24 de septiembre de 2017

¿QUE HÁCER CON HIJOS Y ALUMNOS COMO RICHAR?



Hola, colegas:

Me llamo Richar y tengo 15 años. Me gusta bivir a mi vola.
Ya estoy cansado de que me digan lo que tengo que acer: los familiares, maestros, amigos,... no le dejan a uno tranquilo.
Bueno, con mis colegas es otra cosa.
Con ellos si que estoy davuten, o por si no lo entiendes de ‘PM’.
Me gusta la ropa guapa y que no me falte la vuena comida.
No me gusta ir a clase. Es un rollo. Además como soy mu grande me da lache hestar con otros niñatos más pequeños que yo. De mi no se rie nadie. Con lo bien que se está en la calle, sin haser na, hablando con los colegas. Fumando o vebiendo, da lo mismo, aunque un buen porrito cae mubien al cuerpo.
Yo con tener una cama pa dormir y una nebera pa ir comiendo, pues, la verdad, es que uno no nesesita nada más.
Eso sí hay que estar guapos y ‘chachis’ pa las payas. Las chicas, ya se save pa lo que están, hechar un rato con ellas y luego que no te compliquen mucho la vida. Oye, que ya tiene uno problemas pa que encima te calienten la cabesa.
Como voy a cumplir 16 tacos,  me dicen mis viejos que si no quiero estudiar, pues, que me ponga a currar. Desde luego no tienen corazón, ya tan joven y quieren que me ponga a trabajar. Digo yo que abrá que bivir la vida, que ya nos aremos mallores. Si yo pido mu poco, que me den dinero pal finde, que no me muera de ambre, una cama pa cuando regrese de mis juergas y ¡ya está! Pero si no me meto con nadie.
Luego vienen mis viejos, y me disen que colabore en la casa, que hayude a mi padre en el taller, o sea, que están empeñaos en explotarme. No entienden que todavía soi un niño. Les voy a tener que explicar que todas las personas tenemos derechos y que yo también los tengo. Es que no se enteran.
En fin ya os seguiré contando otro día.
Un abrazo y hasta luego. Richar.

Cuando uno se encuentra con estos chavales, entonces se pregunta ¿Cómo han llegado a esta situación?
Pienso que las causas pueden estar en la familia, en la escuela y en la misma sociedad, aunque no por partes iguales.
Ahora bien ¿Cómo intervenir en la familia y en la escuela para reeducarle?

domingo, 17 de septiembre de 2017

EL ABC DEL CRISTIANISMO: AMOR, BIENAVENTURANZAS Y COMENSALÍA

A veces va buscando uno la simplicidad de las cosas. No tanto para explicársela a los demás, cuanto pare tener las ideas claras uno mismo. Un día, esperando en la cita del médico y mirando el panel para ver cuando salía mi número, se me ocurrió que el cristianismo podría explicarlo a través de estas tres palabras: el Amor, las Bienaventuranzas y la Comensalía. Esta última, no suena tanto, pero a mi modo de entender es fundamental. Veamos:
EL AMOR: Qué voy a decir del amor que no sepamos. Parece que es lo más obvio y, sin embargo, qué difícil es amar. En especial cuando hay que amar a Dios y al Prójimo como a Uno mismo. Ya decía san Juan, en la primera de sus cartas, que es mentiroso el que dice amar a Dios, pero no ama al prójimo -al que ve (huele, toca, habla, ayuda, grita, se roza,...) -.
Claro que es fácil amar al que te ama, porque te corresponde. Ahora bien, amar al enemigo, al que te odia, al que te insulta, al que te hace la vida imposible,... Esto es otro asunto. Pero, justo, este asunto es el distintivo de los cristianos. Amando a los enemigos estamos siendo, ante el mundo, signos y testigos de que el amor de Dios es posible. No olvidemos de que Dios es amor.
Y si pasamos al amor a uno mismo, no te digo nada. Lo del crecimiento personal, aceptarse como uno es, descubrir las riquezas y miserias que se tienen, levantarse cuando uno se cae, la honestidad, la coherencia, el ejercicio de la libertad y la responsabilidad,... ¡ahí es ná, lo de amarse asimismo! 
LAS BIENAVENTURANZAS: Nos dicen los teólogos que constituyen el mensaje del Reino anunciado por Jesús de Nazaret. Aún más, que nos definen su identidad. Si tuviéramos que presentar a Jesús, las bienaventuranzas serían las claves y rasgos de su persona. A mí me encantan las bienaventuranzas. Todos los días las recito para ver si las hago mías.  Por algo se empieza.
Cuando hablamos de cambiar el mundo, cuando proclamamos la justicia y los derechos humanos; cuando pedimos por la paz y rechazamos todas las violencias; cuando apostamos por los pobres, excluidos y marginados; cuando denunciamos a los agentes del mal que deshumanizan y matan al ser humano; cuando nos comprometemos a ser signos del Dios Padre y Madre en este mundo, que quiere a sus hijos con ternura y misericordia, entonces y solo entonces, las bienaventuranzas se están haciendo presentes en nuestro mundo.
LA COMENSALÍA: Cada día que pasa me encanta más esta palabra. Se relaciona con casa, mesa, familia, comida, fiesta, convivencia, alegría, confianza, amistad,… Se han preguntado, por qué  a Jesús le llamaban ‘comilón y bebedor’, pues, hagan el ejercicio de buscar la respuesta. Es curioso y significativo, que muchas de sus acciones, conversaciones importantes, milagros, se hiciesen en el contexto de la comida. Algo quería comunicarnos con su ejemplo.
La experiencia me dice, que muchos problemas y dificultades se diluyen y desaparecen cuando se está alrededor de una mesa. Pero dicho en positivo, si nos fijamos, en los momentos más importantes de nuestra vida, la comida, es la condición indispensable para celebrar plenamente dichos acontecimientos. Nacimiento, mayoría de edad, cumpleaños, fiestas, aniversarios. En las comensalías sacamos lo mejor de nosotros mismos y celebramos juntos la vida. Porqué será que en ‘en la fracción del pan’ conocieron a Jesús resucitado.


Los cristianos tenemos mucho por hacer por la fraternidad de la familia humana, la familia de Dios.

domingo, 10 de septiembre de 2017

LA DIFICULTAD DE EDUCAR EN UN MUNDO PLURAL



A nadie se le oculta que vivimos en un mundo plural. Parecería que antes el mundo era más homogéneo, aunque fuera en el contexto de los continentes, y en la realidad de cada  país. Pero esto hoy, ya no es así; la pluralidad es manifiesta en cualquier rincón del planeta.
Puedes pasear por cualquier ciudad de Brasil, Italia o España, por ejemplo, y ver rótulos muy parecidos, escaparates similares y publicidad tan variada que atiende los gustos de personas de cualquier país del mundo.
Personas que son muy diferentes tanto por sus creencias, como por sus ideologías y, sin embargo, confluyen en el mismo bloque, barrio o ciudad. Y lo más importante, todos, tienen que convivir.
Aún más, las religiones, la ciencia, la indiferencia religiosa, el ateísmo, la secularización y el laicismo, por nombrar algunas formas de entender y plantear la vida en el siglo XXI, están presentes en nuestras aulas, en nuestras familias, en las asociaciones y ONGS, en los medios de comunicación, en internet, en las redes...
Pues resulta, que en este contexto plural es en el que tenemos y debemos educar. Si la educación, en sí misma, es una tarea de toda la vida y afecta a toda la persona, me pregunto, entonces, ¿tiene la educación un modelo o referente, un paradigma a tener en cuenta? ¿Se precisa de un modelo antropológico como meta? ¿Existen unas claves o valores que humanizan, perfeccionan al ser humano?
Me temo que las diferentes creencias y religiones, las distintas filosofías e ideologías, otras tantas corrientes de pensamiento que se dan en la actualidad -cada una de ellas- tienen su modelo educativo y, lógicamente, estarán convencidas de que el suyo, es el mejor.
Es verdad que hemos llegado a un consenso en definir los Derechos Humanos (1948), pero ¿Son universales para todas las personas? ¿Los interpretamos de la misma manera? La realidad, desde entonces, nos viene diciendo que no.
Y, sin embargo, como decíamos más arriba, vivimos en un mundo global: Comemos y vestimos las mismas cosas, vemos y escuchamos las mismas películas y la misma música,... ¿Es que caminamos al pensamiento único?
Ya sé que son muchas preguntas y ustedes podrán añadir otras, pero me parece interesante que nos sigamos planteando todas estas cuestiones, sobre todo, ahora que acabamos de iniciar el nuevo curso.
De todo lo dicho, a mí me quedan claras cuatro cosas:
1ª El mundo que vivimos es plural. (Lo ha sido siempre)
2ª Hay que educar al ser humano. (Se ha hecho siempre)
3ª Creo en los modelos educativos. (Han existido siempre)
4ª La interacción educativa, junto al diálogo y el respeto al diferente, es uno de los caminos.

domingo, 3 de septiembre de 2017

UN NUEVO CURSO ESCOLAR Y NUEVAS OPORTUNIDADES



Acabo de recibir un regalo y, como los niños, me he sorprendido gratamente: ¡Un regalo! ¡Qué bien! Con cierto nerviosismo retiro la cinta, el papel multicolor y... aparece el mes de septiembre, acompañado del nuevo curso y varias cajitas, a cual, más bonita.
La verdad es que si comparamos, casi tiene más significado el nuevo curso que comienza, que el nuevo año que nace en invierno. Aunque si hablamos de la economía, los dos meses tienen mucho en común: Después de Navidades hablamos de la 'cuesta' de enero; si bien, con el nuevo curso escolar, lo de la 'cuesta', queda corto y habría que hablar de 'pendiente abrupta'. Entre la ropa, los libros, la mochila, el material escolar,... y con dos o más hijos, vamos, ¡Para echar a correr!
Pero no seamos materialistas, aunque el dinero esté de por medio. Hay cosas mucho más importantes.
Quién más y quién menos, ha disfrutado de unas merecidas vacaciones. En el ambiente se respira la novedad de algo que está naciendo. Entre otras cosas, muchas familias mentalizan a su prole, para el nuevo curso. Algunos infantes empiezan a ir al cole. Otros han cambiado de etapa y dejan la infancia para pasar a la adolescencia. Están los que se quieren especializar en los ciclos o los que dan sus primeros pasos en la universidad. Todos ellos son los protagonistas, pero sin duda, sus familiares les acompañan, les animan, les motivan, hasta les 'empujan' (que hay de todo); pues son conscientes de la importancia de la educación y formación de sus hijos e hijas.
Pero, como decíamos, el nuevo curso no se queda en la escuela. Abre sus puertas a otras realidades. En muchos casos, con nuevas oportunidades. El verano, ha sido la ocasión para poner muchas cosas en su sitio; también, para olvidar las torpezas que se tuvieron; además, para revitalizar los aciertos que se vivieron; e incluso, para motivarse a seguir caminando: como personas, como pareja, como familia, como amigos, como grupo social o religioso, como ONG, como Asociación,...
No es lo mismo caminar juntos que solos. Y si caminamos solos, que sea durante un trecho, porque necesitamos encontrarnos con nuestra realidad más personal. Pero no olvidemos volver al camino: nos están esperando.
Al nuevo curso le acompañan diez largos meses, mucho tiempo disponemos para caminar, para reflexionar, para aprender, para reír, para llorar, para amar, para perdonar, para creer, para mirar, para dialogar, para descansar, para respetar, para jugar,...
En fin, feliz curso y a disfrutar de las oportunidades que nos presente la vida.