EL INFORME DE CARITAS: UNA DENUNCIA A LA SOCIEDAD ESPAÑOLA

Ahora hay una 'partida de tenis',  entre los políticos, sobre los datos del Informe de Cáritas. La "buena noticia" es que, lo que dice esta ONG cristiana, les pone nerviosos porque…, simplemente, dice la verdad. Y es que la verdad duele. Fíjense que los gobernantes, me da igual su color, alaban o critican a Cáritas según sus intereses. Unos lo hacen ahora, otros, cuando gobernaban hace unos años.
En este asunto de la pobreza, mejor dicho, de las muchas familias pobres o empobrecidas, registradas por Cáritas, porque acuden a sus centros,  convendría un acuerdo o pacto, de los diferentes partidos políticos y agentes sociales, como los empresarios y sindicatos, que mirasen el bienestar común de toda la sociedad. Pero son incapaces. Les interesan mucho más, las encuestas de intención de votos, de asistentes a sus manifestaciones, de estadísticas, de ‘contratos basura’,… todo menos ponerse de acuerdo para resolver la situación indigna, de estos millones de personas. El informe habla, de casi 12 millones.
Con los millones que han desaparecido, según los procesos judiciales por corrupción, estarían arreglados todos los problemas económicos de las casi - 700.000 familias - sin  ingresos económicos-, que hay en España. Cáritas, ni siquiera tendría que hacer sus informes. ¡Cuánto ‘chorizo’ de traje y corbata, anda aún suelto! Más vale que los partidos, sindicatos, banqueros y otras beneméritas instituciones, se dediquen a realizar bien su trabajo y tengan la honestidad de no ‘desviar’ los dineros de nuestros impuestos. Al menos, que controlen a los corruptos que tienen dentro.
Hasta los que no simpatizan con el cristianismo, valoran a Cáritas por su seriedad, su compromiso, su buen hacer, su solvencia y responsabilidad… por los pobres, excluidos, marginados, inmigrantes, y así, una larga lista de personas que conocen, por sus nombres y apellidos, porque les ayudan, diariamente, en cualquiera de las Cáritas existentes, en las diferentes parroquias del territorio español.
Estoy seguro, de que otros informes, de otras tantas Asociaciones y ONGS, denuncian lo mismo. Porque hay mucha gente buena. Personas que hacen las cosas bien y que les gustaría que no existiese la exclusión y marginación. Por eso es urgente desenmascarar a los que van a lo suyo, sin importarles los demás: ¡Aunque malvivan!
Ya he dicho en otras ocasiones, que no debemos señalar, como culpables de esta situación, solo a nuestros dirigentes. Hay mucha gente, en todos los estratos sociales, que no pagan impuestos (o menos de los que deben), justifican ciertas cantidades en cosas que no corresponden, se mantienen en la economía sumergida, se llevan los euros a los paraísos fiscales, cobran subsidios sin necesitarlos, explotan a los inmigrantes pagándoles una miseria por el trabajo que hacen,… Por cierto, también habría que decir algo de los que se cruzan de brazos, indiferentes, a lo que está pasando. En fin qué les voy a contar que ustedes no sepan.
Mis felicitaciones a Cáritas, por su denuncia tan clara y contundente. Cáritas es muy creíble en lo que dice, porque lo afirma desde su praxis por la pobreza. Habla de lo que hace, día a día. No se queda en la denuncia. Propone y da soluciones. Sus miles de voluntarios y voluntarias, saben de dar comida al hambriento, vestir al desnudo, acoger al extranjero, visitar a los enfermos y presos, pagar medicinas y recibos de la luz, en fin, para que seguir.
No es lo que dice Cáritas en sus informes, lo que más enfada a los políticos. No, lo que más les pone nerviosos y les cabrea es por lo que Cáritas hace con los pobres y excluidos (que lo deberían hacer ellos) . Ya lo decía el refrán castellano: “El que se pica…”

ADOLFO SUÁREZ GONZÁLEZ: DESCANSE EN PAZ

Me quiero unir a tantas personas, que dentro y fuera de España, hoy están elogiando al líder que nos llevó a la libertad democrática. Quiero recordar al hombre que, con una conciencia amplia, supo dialogar con todas las fuerzas políticas y sociales para alcanzar el bien común para todos.
Espero que no sea un recuerdo nostálgico de su persona. El mejor legado que podemos heredar de él, es el espíritu de continuar su obra, no solo para España, sino para toda la humanidad.
Palabras como libertad, democracia, esperanza, diálogo, tolerancia, buen hacer,... estuvieron en su vida social y política. Terminamos con unas palabras que decía, el 9 de junio de 1976, en un discurso sobre la Ley de Asociaciones Políticas, citando al poeta Antonio Machado:

...y permitidme para terminar que recuerde los versos de un autor español:

Está el hoy abierto al mañana
mañana al infinito
Hombres de España:
Ni el pasado ha muerto
Ni está el mañana ni el ayer escrito.

Las mejores frases de Adolfo Suárez

1. 1. La vida siempre te da dos opciones: la cómoda y la difícil. Cuando dudes elige siempre la difícil, porque así siempre estarás seguro de que no ha sido la comodidad la que ha elegido por ti
2. 2. Puedo prometer y prometo...
3. 3. El futuro no está escrito, porque sólo el pueblo puede escribirlo
4. 4. Un político no puede ser un hombre frío. Su primera obligación es no convertirse en un autómata. Tiene que recordar que cada una de sus decisiones afecta a seres humanos. A unos beneficia y a otros perjudica. Y debe recordar siempre a los perjudicados
5. 5. Hay algo que ni siquiera Dios pudo negar a los hombres: la libertad
6. 6. Brindo por el pueblo español, esperando que tenga unos dirigentes mejores que los que actualmente posee
7. 7. Quienes alcanzan el poder con demagogia terminan haciéndole pagar al país un precio muy caro
8. 8. Pero le hemos hecho creer que la democracia iba a resolver todos los grandes males que pueden existir en España... Y no era cierto. La democracia es sólo un sistema de convivencia. El menos malo de los que existen
9. 9. Pertenezco por convicción y talante a una mayoría de ciudadanos que desea hablar un lenguaje moderado, de concordía y conciliación
10. 10. Pero hay encrucijadas tanto en nuestra propia vida personal como en la historia de los pueblos en las que uno debe preguntarse, serena y objetivamente, si presta un mejor servicio a la colectividad permanecido en su puesto o renunciando a él 

    Frases tomadas del Eleconomista.es

LAS FALLAS DE VALENCIA, UNA GOZADA

Por primera vez he asistido a estas fiestas valencianas. Bueno la verdad es que solo estuve tres horitas. Pero, vamos, suficientes para darme una idea aproximada de lo que se ‘cuece’ en dichas fiestas. Lo que más destacaría es el ambiente alegre y familiar . Lo que más disfruté fue de la belleza de las fallas. ¡Qué escenas más bonitas! Y qué derroche de imaginación, en las plazas ocupadas por las monumentales imágenes.

Está claro que necesitamos estos tiempos ‘gratuitos’ para desintoxicarnos de la rutina de todos los días. Todo no va a ser trabajar y trabajar. Aunque para algunos su ‘trabajo’ consista en buscarlo. El tiempo de ocio, ese espacio gratuito que nos damos para relajarnos y descansar es imprescindible. Y si estamos con la familia y los amigos, ya no se puede pedir más.

El recorrido por las plazas y calles, del centro de Valencia, no resulta fácil en estas ocasiones. Son muchas las personas que disfrutan con el bullicio del ambiente. Menos mal que en las calles más céntricas están ausentes los coches. Una de las cosas más notables son las explosiones y el estruendo de los petardos en todas sus variedades. Desde los más niños, hasta los de mayor edad, no se tenía reparo en contribuir a las interminables explosiones, que sobre todo a los que no estamos acostumbrados, nos sobresaltaban a cada instante.

Este tipo de fiestas populares son también una buena ocasión para constatar el ingenio a la hora de ganarse la vida. Desde las esculturas vivientes, cada vez más creativas, hasta el que vende tabaco o bebidas ‘fresquitas’ guardadas en una maleta – nevera. También están los manteros, que le dan colorido a las calles con los numerosos productos, muchos artesanales, y que constituyen su único recurso para vivir con cierta dignidad. La verdad es que estas personas le echan mucha paciencia al asunto.

No faltan los adolescentes y jóvenes con sus litronas y botellones; siempre acarreando bolsas llenas, de las tiendas ‘avispadas’, que no preguntan ni la edad para hacer el negocio fácil. Ocupan los escalones y bancos de cualquier plaza. Me maravilla sus interminables charlas y las caras alegres que, en ocasiones, se esfuerzan por ‘vender’ a los demás. En todo caso me parece muy bien que tengan sus espacios y tiempos para disfrutar.

Aunque en las fiestas se ve de todo. Muchas personas llevan ‘la procesión’ por dentro. Se ven caras tristes y ojos tristes. Casi te dan lástima. Parecería el ambiente festivo no va con ellos. Sin embargo están ahí.

Muchas más cosas se podrían escribir, es verdad, pero con el rato que estuve tengo que decir que fue suficiente para indicar que me quedó un buen sabor de boca y no solo por la buena horchata que nos bebimos. En otra ocasión habrá que estar más tiempo. Debe ser una buena experiencia “la cremá”.  Aunque el estruendo de los petardos te vuelva sordo. La verdad, merece la pena volver a ver y admirar las obras de arte que adornan las calles y plazas de la capital  valenciana.

EL CRECIMIENTO PERSONAL, NUESTRA PRIMERA VOCACIÓN

Es la tarea más olvidada y, sin embargo, es la primera que deberíamos realizar. Hemos nacido para ser felices, pero hay que ver la de 'historias' que aparecen y nos desvían del venturoso camino. Por otro lado, uno se lamenta porque no se puede decir lo mismo para todos los seres humanos, pues, la miseria y pobreza, el hambre y las enfermedades, ni siquiera les dejan llegar al camino. La verdad es que somos unos privilegiados. Nos han sido dadas todas las condiciones para alcanzar nuestra meta: ¡Hasta los problemas y dificultades que tenemos nos ayudan! Sin esas ‘aparentes’ trabas no lo lograríamos.

Se pueden dar muchas explicaciones sobre cómo llegar a ser persona. Hay en el ‘mercado de este mundo’ numerosas antropologías que nos dan sus claves para llevar a feliz término el pleno crecimiento personal. Todas son buenas opciones, siempre que –a mi modo de ver- respeten este principio: que mi crecimiento personal respete y, además, contribuya al crecimiento personal de los demás. No puedo llegar a ser plenamente persona y feliz yo solo. Necesito a los demás, como ellos me necesitan a mí.

Por consiguiente, es nuestra obligación y deber favorecer, ayudar, acompañar, contribuir a su desarrollo y plenitud. Al fin y al cabo es lo que se le pide a las familias, a los centros educativos y a las diferentes instituciones sociales que acogen a los niños, jóvenes, adultos y ancianos. Todos estamos para todos.

Se me ocurren cinco ámbitos o dimensiones, que nos facilitan esa primera vocación a ser personas, o sea, hombres y mujeres que cuidan su crecimiento personal para alcanzar la tan deseada felicidad que todo el mundo quiere. Pienso que en la armonía y equilibrio de los cinco se juega la realización personal. En el abandono, descuido o marginación de uno o varios de ellos está el fracaso vocacional como persona. Apuntaré algunos rasgos a tener en cuenta.

Ámbito interior: Hay un camino hacia el interior de uno mismo que debemos transitar. Conocer como somos, nuestros valores y potencialidades, nuestras limitaciones y debilidades es fundamental. La integración y aceptarnos como somos ayudan a caminar.

Ámbito relacional: En las buenas relaciones interpersonales con los familiares, amigos, compañeros de trabajo, estamos contribuyendo al mutuo crecimiento personal. El respeto, la comunicación, el afecto y cariño, el perdón y gratitud también lo favorecen.

Ámbito social: El compromiso de cambiar el mundo que tanto deshumaniza y el desarrollo de la solidaridad, hacen desaparecer nuestra indiferencia y nos lleva a estar al lado de los pobres y marginados que tienen ‘quebrado’ su propio crecimiento personal.

Ámbito ecológico: La naturaleza es nuestro hogar. Somos responsables de cuidarla y protegerla. Nuestros desvelos por erradicar la contaminación y la basura que tanto la adulteran, redundarán en nuestro beneficio. Empezando por nuestra higiene y salud.

Ámbito religioso: Las diferentes religiones, son otros tantos caminos, que ayudan a transitar a los seres humanos que buscan, en la trascendencia, la razón de ser, el sentido  y el horizonte de sus vidas. Todas ellas aportan mediaciones para dicho camino.

Pienso que el tener en cuenta estos ámbitos me ayudan a crecer y desarrollarme como persona. Aún más, estaré ayudando a crecer y desarrollarse a los que hacemos el camino juntos y la felicidad será nuestra compañera.

EL CÍRCULO DE LA FRATERNIDAD: UNA INICIATIVA SOCIAL

Muchas veces he manifestado la necesidad de hacerse presente en el espacio público. Eso sí, de forma cívica, pacífica y constructiva. Y la idea no es original, ya existen otras muchas iniciativas sociales con otros nombres: Madres de la plaza de mayo (Argentina), Las Damas de blanco (Cuba), Los Círculos de silencio (Francia),... Aún resuenan en mis oídos las palabras de Gandhi: "Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena". El mismo M. Gandhi y Martín L. King, nos dieron un buen ejemplo de que no podemos callar. Y es que la indiferencia nos hace cómplices.
Expresar el descontento por lo mal que está el mundo, señalar las injusticias que tanto mal hacen a mucha gente inocente; si acaso, indignarse o llegar a denunciar lo que, a todas luces, deshumaniza y degrada a los seres humanos; sin duda, son suficientes motivos para salir a la calle y hacer un gesto de ¡Ya basta! ¡Hasta aquí hemos llegado! Incluso sabiendo que no se va a conseguir nada.
En esta ocasión quisiera explicar lo que intuyo, porque no es nada más que una intuición, el gesto que llamo: "El círculo de la fraternidad". De forma expresa me sirve de referencia, para esta iniciativa social, el primer artículo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. 
Se trata de hacer un acto público en una plaza pública. Consistiría en el encuentro de un grupo de personas, que puestos en círculo manifestarían, con unas pocas pancartas, tanto el descontento y la denuncia por algunas de las injusticias que atentan y degradan al ser humano, como algunas de las propuestas que facilitarían un mundo más justo y mejor para todos los seres humanos. El acto duraría una hora, sería en silencio y se terminaría con unas breves palabras alusivas al sentido del encuentro.
En cuanto al título: El círculo de la fraternidad, responde a la idea de que todas las personas somos iguales, de ahí el círculo, que a todos nos pone al mismo nivel, de forma que nadie está por encima ni por debajo de nadie. Y la fraternidad es un concepto muy utilizado en este blog. Ya he dicho que creo en la familia humana, por lo cual me considero hermano de todo el mundo, lo que me lleva a la tarea de contribuir a la creación de los lazos y vínculos, que a todos los seres humanos nos hermanan. Sí, una utopía. Pero es sumarse al carro de las muchas iniciativas, de muchas personas, que pretenden aportar su granito de arena, aunque sea insignificante, para crear un mundo mejor.
En lo que se refiere al mensaje: En algunas pancartas aparecería el NO a la guerra, NO al hambre, NO a la explotación infantil, NO a la corrupción,  NO a la violencia de género, NO a los desahucios, NO a la pobreza y exclusión,  NO a la droga,… En otras pancartas aparecería el SÍ a la vida, SÍ a los inmigrantes, SÍ al trabajo para todos, SÍ a los salarios justos, SÍ a la educación y sanidad para todos, SÍ al voluntariado y la solidaridad, SÍ a la paz y la justicia, SÍ al respeto y la tolerancia,…
El asunto del silencio, es un modo de expresar, de forma no violenta, lo que nos une. Ya hay muchas palabras que generan divisiones, conflictos, fronteras. El silencio ayuda a detenerse, a quedarse inmóvil, a reflexionar con calma, a sensibilizarnos y concienciarnos más, en la gravedad de la situación que vivimos y, también, dar mayor profundidad a lo que estamos haciendo.
Digamos, que todo esto es la idea original, queda mucho por desarrollarla, pero por algo se empieza. El tiempo dirá la oportunidad de esta iniciativa social.