BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 27 de diciembre de 2015

¡QUÉ SUERTE TENER A LA FAMILIA, PARA CELEBRAR LA NAVIDAD!

El asunto de la familia, sin la menor duda,  es uno de los más destacados para entender la Navidad. Qué imagen más bonita ver a una familia por la calle; ver a los hijos de la mano de su papá o mamá, disfrutando de los escaparates, las luces de fantasía que iluminan la noche; los belenes tan imaginativos y creativos que aparecen por doquier. Y es que, en estos días, se configura el ambiente navideño con la imagen familiar.
Muchos esperamos estas fechas, tan entrañables, para reencontrarnos, estar juntos, comer y beber, pasear, hacer un repaso de cómo nos ha ido el año que se termina, compartir las alegrías y las penas, de las personas que se quieren y lo celebran con intensidad. Aunque también son días que se llenan de recuerdos y añoranzas, sobretodo, por los seres queridos que nos dejaron y marcharon, eso sí, con la esperanza de que ya nos reencontraremos en un futuro.
Podemos afirmar, que en el binomio familia - navidad, se encuentran las mejores fotos que guardamos en los recuerdos de todos los tiempos. Porque la verdad sea dicha: ¡Qué triste una navidad solo!
Ahora bien, no todas las familias tienen estas añoradas vivencias:
·        Hay familias que no se quieren ni ver, y menos en estas fechas que parece que ¿te obligan a estar juntos?
·        Hay familias que en estos días navideños lo pasan muy mal porque no tienen lo necesario para celebrar que se juntan.
·        Hay familias rotas que odian estas vacaciones de Navidad porque les recuerdan su ¿mal? Y no desean volver al pasado.
·        Hay familias que no saben, ni siquiera, el lugar en el que se puede encontrar alguno de sus miembros, porque les abandonó hace bastante tiempo.
·        Hay familias que maldicen la Navidad porque, esos días, no tienen la oportunidad de “arañar” algo de la felicidad que se desprende del ambiente que les rodea.
En fin, para que seguir, si todos podríamos alargar las posibilidades que la misma realidad nos propone. Pero, no quisiera quedarme en esta visión, demasiado realista, pero, también está presente en estas fechas.
Prefiero resaltar, que la Navidad es para vivirla en familia, o al menos, con aquellos seres queridos que te apoyan a lo largo del año, que te echan la mano al hombro en los momentos difíciles; que se alegran contigo cuando vas saliendo adelante, que “pierdes” el tiempo con muchísimo gusto, por que el vínculo que te une a tus seres más queridos se fortalece tu existencia, y dan sentido a tu vida… al menos, unos días al año, se hace necesario ritualizar todo esto que es tan hondamente humano.

Termino refiriéndome a la dimensión religiosa de la Navidad, la cual, nos ofrece y fortalece el sentido universal de la gran Familia Humana. Desde la cultura occidental y cristiana, en la que me sitúo, es la gran aportación que tenemos para toda la humanidad. Porque es el mismo Dios quien desea formar parte de nuestra familia, haciéndose como uno de nosotros, en una Familia de Nazaret. 
¡FELIZ NAVIDAD EN FAMILIA!

domingo, 20 de diciembre de 2015

CREANDO ESPERANZA ¡¡¡ ES URGENTE !!!!

En estas reflexiones semanales, escribo de todo y salen temas muy diferentes. A veces, los 'tonos' son tan realistas que rondan en lo negativo, aunque cada cual los puede interpretar. Ahora que estamos finalizando el año, y se aproxima el nuevo, quisiera reafirmarme en que este mundo es el mejor que tenemos, aunque -de vez en cuando- hay que limpiarlo y tirar algunas cosas a los contenedores.
Me considero realista y optimista. Es más, creo en la bondad humana. Ya sé que existe la maldad, pero entiendo que necesita el ruido para hacerse notar. Como digo en algunas ocasiones, ponemos el grito en el cielo, cuando una mujer tira a su bebé a un contenedor, pero, ese mismo día, miles de mujeres también tienen hijos que los besan, los abrazan y son felices con ellos,... y, sin embargo, no decimos nada.
Soy un hombre que valora mucho la esperanza. Creo en la esperanza, es más, entiendo y apuesto por que debemos crear esperanza. Para ello, hay que apostar y afirmarse en:
  • La esperanza de que los pobres pueden dejar de ser pobres.
  • La esperanza de que los migrantes tienen futuro. 
  • La esperanza de que el hambre llegará a ser una anécdota del pasado.
  • La esperanza de que las guerras no tienen que ser para siempre.
  • La esperanza de que el paro y los desahucios dejarán de existir.
  • La esperanza de que la trata deje de explotar a las mujeres.
  • La esperanza de que las droga y otras adicciones pueden ser superadas.
  • La esperanza de que las injusticias serán erradicadas.
  • La esperanza de que la paz es posible
  • La esperanza de que la libertad la disfrutarán todos los seres humanos.
  • La esperanza de que la solidaridad será una actitud universal.
  • La esperanza de que el amor triunfará.
  • La esperanza de que llegaremos a vivir como la gran familia de hermanos que somos.
Tal vez, sea la Esperanza del Adviento, de mi fe cristiana, la que me anima a ser constructor de la esperanza, para este mndo que habitamos. Me uno a muchísimas personas, millones diría yo, que repartidas por todos los rincones del mundo, están en la misma tarea de hacer un mundo más humano y mejor para todos.

domingo, 13 de diciembre de 2015

A LAS PERSONAS MIGRANTES Y REFUGIADAS, LAS RECORDAREMOS EL 18 DE DICIEMBRE



Sean mis primeras palabras para recordar a tantos seres humanos: hombres y mujeres, ancianos y niños, que han muerto, en el intento de llegar a "la tierra prometida"; ya sea en las aguas del Mediterráneo o en los desiertos africanos,  ya sea en los intrincados caminos asiáticos o en las fronteras de los países Americanos, en su camino hacia el Norte. Lo que tenemos más reciente, en estos últimos meses, son los refugiados que nos vienen huyendo de las guerras de Oriente Medio... ¡Cuántas tragedias humanas!
Quince añitos, tiene la cita que les animo a leer. Estas afirmaciones no las dicen las religiones, ni el Papa o los obispos, las dice la ONU (Organización de Naciones Unidas):
  "La Asamblea General,
Tomando nota de la decisión 2000/288 del Consejo Económico y Social, de
28 de julio de 2000,
Considerando que la Declaración Universal de Derechos Humanos proclama
que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y que
toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en ella, sin distinción de
ningún tipo, en particular de raza, color u origen nacional,
Teniendo en cuenta el número elevado y cada vez mayor de migrantes que
existe en el mundo,
Alentada por el creciente interés de la comunidad internacional en proteger
efectiva y plenamente los derechos humanos de todos los migrantes, y destacando la
necesidad de seguir tratando de asegurar el respeto de los derechos humanos y las
libertades fundamentales de todos los migrantes,
1. Decide proclamar el 18 de diciembre Día Internacional del Migrante;"

Cuando pienso en España y la acogida de las personas inmigrantes, me vienen diferentes imágenes que se podrían decir así:
- Vinieron y nos preguntamos ¿A qué vienen éstos?
- Nos alegramos cuando descubrimos que hacían los trabajos que no queríamos hacer y encima nos engordaron los ahorros de la Seguridad Social.
- Afloró el racismo, que llevamos dentro, cuando empezó a faltar trabajo y les echamos la culpa, alarmados, ¡Nos quitan el trabajo!
- En todos los supuestos anteriores, les hemos visto como ilegales, 'los sin papeles', casi delincuentes y personas de las que no nos podemos fiar. ¿Podemos estar hablando de discriminación y racismo?
Nuestra leyes, las europeas incluidas, tratan de regular la inmigración, ¡Qué hipócritas somos! cuando durante siglos, nos hemos paseado por el mundo entero colonizando sus países,  'robando' sus riquezas, esclavizando a sus gentes, tiranizándoles, inventando guerras de lucrosos beneficios ¡Qué cara tenemos!
Por cierto, si hay un país, en el que por las venas y arterias de sus gentes, corra sangre mezclada de diferentes tribus, culturas o civilizaciones, no duden en saber que nos estamos refiriendo a España; tanto por los que han venido por nuestra tierra, como por la que nos hemos traído al volver de sus tierras.
Y aún más, estos días, nos están 'lloviendo' ofertas de trabajo, para nuestros hijos, para nuestros amigos y vecinos, de Alemania, de Canadá, de Australia, de Brasil,... Me pregunto que, tanto los que ya han marchado, como cuando se vayan, los que tengan suerte de irse: ¿Cómo queremos que les traten, -en aquellos países- a nuestros hijos, amigos y vecinos?
En fin, creo que sería bueno no olvidar la cita, de la ONU, que hemos leído más arriba. No solo leerla, además pensarla, meditarla, dialogarla y... cumplirla. Todo lo que sigamos haciendo, individualmente o en grupo, contribuirá a seguir construyendo los fundamentos y estructuras de la gran familia humana.
Para reafirmarnos más en todo este asunto, este jueves, en el Círculo de la Fraternidad, nos detendremos en los Derechos Humanos de tantas personas que tiene que dejar sus países por motivos de guerra o de hambre.

domingo, 6 de diciembre de 2015

DICIEMBRE: ADVIENTO Y DERECHOS HUMANOS



Desde siempre, en todas las culturas y civilizaciones, en todas las religiones y sociedades, se ha soñado, se han tenido utopías. Aunque unos dicen que no existió el paraíso; otros, defienden que un paraíso nos espera y que, aquí y ahora, podemos experimentarlo. Hacia el siglo VIII, antes de Cristo, el profeta Isaías, cantaba  a la nueva creación con estas hermosas palabras: "Mirad, yo voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva: El lobo y el cordero pastarán juntos, el león con el buey comerá paja. No harán daño ni estrago por todo mi Monte Santo -dice el Señor". Los cristianos, en estos días de Adviento, recordamos a los profetas, que nos invitan a transformar el mundo y, así, disponernos y prepararnos para celebrar el Nacimiento de Jesús.
Coincidiendo en el tiempo, cada 10 de diciembre, recordamos la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Ya en el enunciado del primer derecho, vemos el horizonte de toda ella: "Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros."
Podemos decir que el espíritu de Adviento (ámbito religioso) y los Derechos humanos (ámbito civil) van de la mano. Cada cual, desde su espacio de influencia, impulsa un mundo mejor.
Estos días, con las noticias calientes del terrorismo, parecería que el mundo va de mal en peor. No soy tan pesimista. Es verdad que los medios de comunicación social nos llenan, nuestras salas de estar, con imágenes indignantes. Pero también es verdad, que hay mucha gente buena, que anda haciendo el bien en todos los rincones del mundo. Coinciden en la no-violencia, en la bondad, en el diálogo, como las claves para resolver los conflictos de los pueblos. Lo único, eso sí, es que hacen menos ruido.
Es bueno, que cada año, se nos recuerden todas estas cosas. Y esa que, aún hay -en el ser humano- ansias de utopía; no somos conformistas y la rebeldía busca resquicios para 'rebelarse'. Por consiguiente, el mes de diciembre, digamos, que es el mes de la esperanza; es verdad, que con él terminamos el año, pero su rescoldo nos sirve para avivar el fuego, del año nuevo que nos viene.
Las OENEGÉS, en general, nos recuerdan que aún queda mucho por hacer. Pero no lo dicen para desanimarnos, sino para agradecer a tantas personas, que se hacen eco de sus planes y proyectos, empeñándose, día a día, por hacer más agradable los hogares, residencias, hospitales, la calle, tiendas, escuelas, fábricas, plazas y calles. Ayer, fue el día del voluntariado. De esta forma, tanto el tiempo de Adviento, cumple su función de preparación de la navidad; como el recuerdo de los Derechos humanos, amplían su demarcación, en un mundo que tanto los necesita. Diríamos que existe una complicidad entre estas dos realidades.
Estamos ante un ejemplo en el que 'el espacio religioso' y 'el espacio civil' se identifican y potencian para fortalecer a la humanidad. Y es que con la buena voluntad, el diálogo y el respeto mutuos, se puede caminar -juntos- un buen trecho del camino (tal vez, el camino entero).

https://www.youtube.com/watch?v=A__INxvUXTA

domingo, 29 de noviembre de 2015

SÍ, AL DIÁLOGO INTERRELIGIOSO. NO, A LAS GUERRAS DE RELIGIÓN



No se crean, que voy a meterme en la máquina del tiempo para hablar de las guerras de Religión. Están equivocados. Miren hoy los periódicos o vean la televisión y aparecerán: Siria, Irak, ‘Estado Islámico’,  palestinos, judíos, misiles, muertos,... y estamos en el 2015. Me pregunto: ¿Se trata de una guerra de religiones, es decir, cristianos o cristianos contra musulmanes? A lo mejor algunos piensan, que son motivos económicos y políticos, los que están detrás de estas 'refriegas'. El caso es que esa zona del planeta lleva miles de años a la greña. Así nos lo confirma la historia. ¡Ah! Y los libros 'Sagrados' de sus religiones.
Lo que nadie cuestiona, históricamente, es que las religiones han derramado mucha sangre, en muchos pueblos de nuestro planeta; la verdad, han hecho sufrir a numerosos seres humanos, sin distinciones de grandes o pequeños. Los motivos religiosos, ninguna religión se libra, han estado presentes en muchos conflictos  a lo largo y ancho de toda la tierra. Las religiones primitivas,  las religiones desaparecidas las, las religiones actuales, tienen muchísimos motivos para pedir perdón a la humanidad por los desmanes, a veces crueles, causados en las poblaciones. Numerosos creyentes, el cristianismo en los dos últimos siglos también, han utilizado 'la fe en dios', para justificar las guerras, con las que fortalecían sus intereses egoístas. ¡Ya está bien!
Ahora bien, con el mismo énfasis hay que afirmar, que las religiones, han sido y son un camino de felicidad para la humanidad. Millones de seres humanos se han beneficiado de su fe, en los diferentes Dioses, para darle sentido a su vida y para mejorar la vida de los demás. La religión, desde sus orígenes, ha tenido el papel de aportar luz a la humanidad, de dar razones para vivir, de señalar un horizonte que va más allá, de nuestra estancia en esta tierra que habitamos. 
Cuando hablamos 'del paso de las guerras de religión, al diálogo interreligioso',  quiero decir, que las religiones, tienen que dejar de mirarse a sí mismas, buscando sus propios intereses a costa de las demás; tienen que dejar de negarse, unas a otras, como caminos de salvación para sus fieles; para pasar al respeto, a la tolerancia, a valorar lo que tienen en común entre ellas y, sobretodo, mirar lo que juntas pueden contribuir a mejorar nuestro mundo. Y es que ninguna sobra, juntas nos dan las piezas del puzle de la familia humana creada para ser feliz. Gandhi, hablaba de que las religiones son diferentes caminos para 'fundirnos' con el Misterio, del que nos vendrá la felicidad plena.
Todos tenemos la imagen del famoso encuentro, en Asís, con los líderes religiosos mundiales, en 1986, promovido por Juan Pablo II, en el que se resaltó la tarea que tienen las religiones, empezando por el respeto a sus diferencias y siguiendo por el compromiso que tienen de trabajar por la paz y de promover la reconciliación entre los pueblos. Me gustaron unas palabras del papa, Benedicto XVI, hablando sobre el diálogo entre las religiones: “Los creyentes, por tanto, deben estar siempre dispuestos a promover iniciativas de diálogo interreligioso, para estimular la colaboración en temas de interés recíproco, como la dignidad de la persona humana, la búsqueda del bien común, la construcción de la paz y el desarrollo.” (Ciudad del Vaticano, diciembre de 2008). 
En estos Días, el papa Francisco, además de los mensajes correspondientes, son numerosos los gestos que insisten en la importancia del diálogo interreligioso. Creo que se están dando pasos en esta dirección, aunque sin duda queda mucho por hacer. Una vez más, el diálogo, es la palabra clave para evitar los conflictos y construir juntos la utopía de una humanidad feliz.
Las religiones, por la gran influencia que tienen en las personas de todos los tiempos, pueden ser una de las mejores herramientas que mejor contribuyan a ello; los distintos Parlamentos de las Religiones, que se vienen teniendo, desde 1893, pueden ser un buen ejemplo.