BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 31 de julio de 2011

DE LA CÁRCEL A LA PLAYA

Menuda sorpresa cuando se le dijo al grupo de jóvenes que íbamos a la playa. ¡A la playa! Como no tenían bañador, ya se tuvo la previsión de traer algunos, juanto a varias toallas. Cuando se despedían, a la entradaa de la cárcel, les faltaban palabras para expresar su agradecimiento. En resumen: ¡Una tarde inolvidable y maravillosa!
No se pueden imaginar la de voluntarios que pasan por las cárceles. La Iglesia tiene una amplia tradición, en lo que se llama Pastoral penitenciaria. Pero también otras Asociaciones, de todo signo, prestan su atención a las personas que, temporalmente y por diversos motivos, están en la cárcel.
El proyecto AMAL (Esperanza en árabe), depende de la Asociación Hogar la Salle Jerez, y desde hace un año colabora con la institución penitenciaria de Puerto III. Tiene dos grandes líneas de trabajo: La posibilidad de que un grupo de jóvenes salgan durante el día a realizar talleres en el Hogar La Salle; y la otra línea es la de trabajar dentro de la prisión, desde una línea socieducativa. Ambas empiezan a dar sus resultados, pues, un grupo de jóvenes presos han apostado por dicho proyecto. Palabras como reeducación y resocialización están en la base de toda intervención interna y externa, que se da en el centro penitenciario y creemos que es todo un reto el favorecerlas. No todos los "usuarios internos" están por la labor, pero, en el fondo, estas son las metas que se persiguen en cualquiera de las intervenciones del voluntariado. Es la colaboración, intencionada, que se complementa con los fines de la Institución penitenciaria.
No esperen que comente lo que han hecho para merecerse estar ahí, ellos mismos, de una u otra forma, asumen y aceptan que la cárcel es el lugar para ¿redemir? su actuación y que desean "saldar" con la sociedad, lo que a la sociedad le han hecho. Desde ahí se quiere partir para conseguir la reeducación y resocialización.
En esta ocasión hablamos de la tarde enla playa, pero se podrían comentar tantas y tantas actividades, que se hacen a favor de estas personas, y digo personas, que también merecen una oportunidad para rehacer sus vidas (¡Ay! si conociéramos sus historias y circunstancias, no para justificarles, no pero sí para que conociésemos muchos porqués)!.
Instituciones penitenciarias y el voluntariado están por echarles una mano: Aunque no todo el mundo esté por la labor. ¡Ánimo!

domingo, 24 de julio de 2011

LA INTERIORIDAD O EL CAMINO HACIA UNO MISMO


¿Cómo va ese verano? Desde luego, en cuanto al tiempo se refiere, un poquito atípico . Es que, lo del tiempo, no lo dominamos. Mucha tecnología punta, pero..., el tiempo, pues que sigue su marcha y no nos queda más remedio que adaptarnos a él.
Hoy vamos a detenernos en el ámbito de lo personal, que a lo mejor, hasta controlamos menos. Les invito a dejar los "roles" que exhibimos por la vida, ya sean el rol de madre o padre, el que tenemos como profesionales, el rol de amigo o colega, el de parado o jubilado,...
Estoy seguro de que a todos nos suenan, mucho, estas palabras y expresiones: autoconocimiento, crecimiento personal, interioridad, crecer por dentro, el camino hacia uno mismo, autoconciencia, el mundo secreto que tenemos cada cual, autoestima,...
¡Conócete a ti mismo! decían los filósofos griegos - ya hace años de eso-, pero el asunto nos sigue preocupando. ¡Y tanto! pues nos va, "en la jugada", el sentido de la vida, nuestra felicidad. Eso sí, no es fácil el camino hacia uno mismo. El camino de la interioridad. Nuestro mundo interior, a veces, nos asusta. No estamos acostumbrados a caminar y recrearnos con él. Bueno, ¡Pero si no tenemos tiempo! Estamos tan ocupados, desbordados, estresados, atareados, (añadan, añadan más palabras) que lo de ocuparnos de nosotros mismos, nos viene grande y dificultoso (creo que es por falta de costumbre).
Este verano, a lo mejor ya lo estoy haciendo, es bueno dedicar un poquito de tiempo, pero, a mí mismo, Sí, ya sé que estoy con la familia, o en mi trabajo, o lamentablemente en el paro, pero hay que hacer el esfuerzo de buscar el espacio, nuestro espacio, mi espacio personal. Espacio al que puedo ir yo solo y encontrarme conmigo mismo. Lo necesitamos, lo necesito.
En un verano tan largo, bueno ya vamos por la mitad, hay tiempo para todo, y en ese todo, hay tiempo para estar o buscar el estar solo o sola, el pensar en mí, el seguir respondiendo ¿Cómo me va la vida? ¿Cómo va mi crecimiento personal? ¿Hasta donde he llegado en mi mundo interior?
En fin: ¡Ánimo! Merece la pena.

domingo, 17 de julio de 2011

LOS CAMPOS DE TRABAJO


Son una de las alternativas que se dan en este tiempo vacacional. Durante el verano, hay muchas personas, especialmente jóvenes, que dedican parte de su tiempo a los diferentes Campos de trabajo que existen. Unos son de carácter ecológico, otros tienen que ver con la arqueología, están los que se dedican a la restauración y recuperación de edificios antiguos y, finalmente, los que tienen un carácter social y religioso.
En todos ellos hay un denominador común: Dedicar parte del tiempo libre que se tiene - en vacaciones - pensando y ayudando a los demás. De forma más notoria se ve esta finalidad, en los de carácter social, en ellos me voy a detener a continuación.
En la experiencia que tengo, de los campos de trabajo, he constatado la importancia de poner en relación a las personas que tienen un nivel de vida, bastante desahogado, (digamos clase media, media alta) con aquellas otras que se mueven en unos niveles marginales y de exclusión (digamos clase baja, baja). En un lenguaje coloquial de la primera "hornada del 15 -M", facilitar el encuentro entre los ricos y los pobres.
En el grupo de "jóvenes" (normalmente de diferentes lugares) que realiza los Campos de trabajo, cabe destacar dos experiencias, muy unidas entre sí, y que posibilitan el buen desarrollo de los mismos:
La experiencia de la solidaridad. Por un lado está el conocer otros ambientes diferentes a los que uno vive normalmente. Sobretodo, si la vida nos ha tratado bien y hemos tenido la suerte de nacer en una clase social que vive la cultura del bienestar en toda su extensión. Conocer otras realidades menos favorecidas y empobrecidas, convivir con sus gentes, estar con sus hijos haciendo variadas actividades... constituyen todo un gesto solidario.
La experiencia de la fraternidad. Pero aún hay más, si a tal proyección social, se le une la experiencia de vivir juntos - durante unas semanas - jóvenes que no se conocen, con el compromiso de vivir en familia: haciendo la comida (o lo que salga), limpiando y fregando los lugares comunes de uso diario, organizando en común el tiempo de ocio y tiempo libre, reflexionando y dialogando sobre temas de interés y, como grupo creyente, orando juntos; ya tenemos, entonces, todos los requisitos para calificar la experiencia de una verdadera expresión de fraternidad.
Los Campos de trabajo, por consiguiente, crean conciencia social, fortalecen procesos personales, relativizan la propia vida, abren las puertas y ventanas a los demás, facilitan el encuentro y el compromiso,... vamos - sin la menor duda - merece la pena tener esta experiencia. Por cierto, lo de joven, no solo tiene que ver con la edad, también, tener "espíritu joven", aunque se tengan más de 40, te da posibilidades para participar en tan interesante y completa experiencia veraniega.
¡No lo dudes!

domingo, 10 de julio de 2011

FAMILIAS ROTAS


El martes me llamaron por la tarde y se activó la máquina del tiempo. De pronto me sentí en el siglo pasado, año 1998. La familia seguía rota. Simplemente era lamentable e indignante. Un buen rato dedicó la mujer para ponerme al corriente de la situación. No era nueva, pero sí más complicada. Los años no pasan en valde. A lo largo de su conversación, me dijo, que estaba orgullosa de los hijos, habían salido adelante; sin ambargo, la hija, ahora, vivía con ella, porque su pareja la maltrata. Tienen orden de alejamiento, pero ambas partes se la saltan a la torera. La última vez la arrastró por los suelos, y bien agarrado a los pelos -de ella-. Hubo denuncia, pero,...
A todo esto, el paro también está presente. Y en la historia familiar la madre se quedó sola con sus tres hijos porque el padre les abandonó.
Famlias rotas. Y con mala suerte. Nacieron en el ambiente equivocado. Conozco otros casos y mi círculo es reducido, comparado con la sociedad en la que vivimos: la española, la europea y la mundial. Me chirrían las tripas cuando aparecen estos casos. Son historias que me conmueven. Los protagonistas son hombres, mujeres, niños y niñas reales. En general siguen la cadena de transmisión de sus antepasados. Casi me atrevería a decir que no conocen otra manera de funcionar como familia. Es el modelo que pasa de padres a hijos. De abuelos a nietos. No es genético, pero sí es estructural dentro de la propia historia familiar.
La verdad es que hay mucha gente, instituciones, asociaciones, que dedican recursos humanos y materiales a estas familias. Los pisos de acogida están dando buenos resultados. No, no están solas en su sufrimiento. Aunque no es un consuelo. Creo que es la línea a seguir para que vayan cambiando las condiciones de estas familias. Con el tiempo, de familias rotas pasarán -sin duda- a ser familias. Simplemente familias, sin necesidad de calificativos.
Y son nuestros vecinos, viven a nuestro lado. En bastante ocasiones somos cómplices, pues, ¡Somos tan respetuosos! (Tal vez miedo, no querer complicarse o indiferencia. Ya se sabe cada cual en su casa...) Igual tenemos margen para intervenir, digo yo.
Ya sé que estamos de vacaciones, pero también en estas fechas veraniegas siguen pasando estas cosas.

domingo, 3 de julio de 2011

UNA TARDE EN LA PISCINA


Con la que está cayendo, lo de la piscina es un alivio. Evidentemete, para los que tienen suerte de tenerla.

Los hechos ocurrieron la otra tarde. Desde luego no se trata de una tarde cualquiera, ni de una piscina del montón. No. La tarde de la que hablo, tuvo un significado especial; aunque lo de especial depende de quien mire e interprete las cosas.

Cuando llegué al lugar quede, gratamente, impresionado. Dentro del agua había un chaval negro, dos jóvenes que están en la cárcel, otras dos adolescentes, casualmente rubias, una persona adulta y 5 jóvenes más, de Marruecos. Eran los que estaban en el agua. Fuera, había otras tantas personas que completaban el grupo simpático, que en esos momentos disfrutaba de un buen ambiente.

Un total de casi 30 personas escenificando la concordia, el respeto, la tolerancia, el compañerismo, la amistad,… y, encima, pasándolo bien en un ambiente tan refrescante.

Desde luego todas esas personas no estábamos allí por casualidad. Muchos somos voluntarios, algunos profesionales y, los demás, usuarios del Hogar la Salle de Jerez.

No obstante quisiera resaltar que no somos una excepción. Numerosas instituciones, asociaciones,… son verdaderos talleres de aprendizaje en los valores que decíamos más arriba. Con sus diversos programas, a lo largo del año, y sin mucho ruido, favorecen la integración, la solidaridad, la misma fraternidad, entre tantas y variadas personas de diferentes culturas, razas y religiones.

Aquí se puede decir, perfectamente, aquello de: ¡Vengan y vean! Lo que no quita, siendo realistas que no ilusos, que a lo largo del año se tengan dificultades, conflictos, problemas… pero con la ventaja de que estamos para lo que estamos y, todas esas cosas, las consideramos normales en el trajín de cada día.

Como ven, una tarde en la piscina da para todas estas cosas, además de bañarse, claro.