Uno vive de cerca tantas cosas, que le surgen estas paradojas. Sin duda, las vacaciones son un tiempo privilegiado, aunque no todas las personas las pueden disfrutar. ¡Cómo tantas otras cosas de la vida! Aún más, en esta ocasión se presentan otras circunstancias que las hacen especiales. La dichosa pandemia, va a tener todavía sus consecuencias.
No obstante, en nuestro contexto, llega el verano y se activa un tiempo especial, muy esperado, por la infancia y la adolescencia, y más después de un curso "tan raro" y tenso que han vivido. Bueno y para los adultos. Pero siguiendo con lo de las vacaciones, nos dice, la Real Academia, la palabra vacación, significa: Descanso temporal de una actividad habitual, principalmente del trabajo remunerado o de los estudios. En esta situación - de descanso - es en la que nos encontramos. Ahora es cuando nos podemos preguntar: Bueno ¿Y qué hacemos? Pues, qué vamos a hacer, lo de todos los años, ya que no es la primera vez que tenemos vacaciones.
Aunque el dichosos virus nos siga preocupando, pienso que es bueno relajar la tensión y vivir sin tanto agobio, aunque sin bajar la guardia. Por todo lo cual se me ocurren varias ideas:
- Descansar de las rutinas y costumbres cotidianas. Es bueno romper los ritmos de
los horarios tan marcados que tenemos. Y es de gran necesidad para nuestro
crecimiento personal, el estrés no es aconsejable y hay que combatirlo.
- Relajarse de las tensiones que se van acumulando durante
el trabajo diario, para ello, buena cosa es pasear, escuchar música, leer,
...
- Tiempo privilegiado para estar con los hijos. Durante el año cada cual está en sus asuntos, sin
embargo, durante las vacaciones se crea el espacio oportuno para estar más
tiempos juntos, jugar con ellos, ir a la playa o a la montaña, estas
actividades potencian, sin duda, los vínculos afectivos y la identidad
familiar, pues la comunicación y presencia son más abundantes.
- También la pareja sale beneficiada, durante el tiempo de
vacaciones, es la ocasión para estar más tiempo al lado uno del otro,
dedicarse más espacios de cercanía, de comunicación, de intimidad y con
más tranquilidad, sin prisas.
- Hay muchas personas solteras, o que se han quedado
viudas, y las vacaciones son un tiempo para potenciar los lazos
familiares, estar con los amigos, conocer otras realidades.
- Para muchos hombres y mujeres, durante estos meses de verano, es la ocasión para
formarse un poquito
más; también para ejercer el voluntariado
en Asociaciones que se preocupan por los excluidos y marginados,
incluso, los que se animan para irse un mes al Tercer Mundo y dedicarlo a proyectos humanitarios y sociales,
... Como vemos hay muchas posibilidades.
- Y termino destacando una
'actividad' que es clave, desde mi punto de vista. Pues durante el verano,
tenemos la oportunidad -
si queremos - para dedicarnos más tiempo a nosotros mismos. Estamos
muy desbordados durante el año y nos atendemos muy poco, otras situaciones
y personas acaparan y llenan nuestro tiempo. Las vacaciones son una buena
ocasión para hacer un paréntesis y crear espacios personales: hay tiempo
para todo y es bueno cultivar la interioridad mediante la meditación, la
reflexión, la oración,...
En cualquier caso, a todas las personas que pueden disfrutarlas, les deseo:
¡¡¡UNAS MUY FELICES VACACIONES!!!