BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 27 de mayo de 2012

TE NECESITO PARA SER YO, ME NECESITAS PARA SER TÚ

Mi experiencia personal me ha confirmado, desde siempre, que los otros (el tú para mí) me han ido configurando y me han ayudado mucho: familia, profesores, amigos, compañeros... Asimismo, soy consciente de que, personalmente, a las personas que se han relacionado conmigo les he aportado elementos que también les han ayudado a su configuración personal. Para bien o para mal, la interacción entre las personas tienen esta finalidad.Y esto ocurre desde nuestro nacimiento.
Si existimos es porque dos personas se pusieron de acuerdo. La complicidad de mi madre y mi padre, me hicieron posible. En el origen de todos los seres humanos están un "yo y un "tú. Y la presencia, de los otros "tú" en nuestras vidas, hace posible nuestra realización y crecimiento como personas. Nos necesitamos. No es una reflexión filosófica el tema de hoy, se trata -más bien- de la experiencia cotidiana.
Que somos seres en relación, no es un descubrimiento. Cualquier persona se mueve, a la vez, en varios círculos de relaciones: La familia, los amigos, los vecinos, la empresa, un club deportivo, una ONG, la  asociación juvenil, el sindicato, un partido político, la religión, la asociación de madres y padres de un colegio, el foro cultural, los amantes de las antigüedades,... Y es que no puede ser de otra manera. No somos islas.
Otra cosa es cómo nos relacionamos en todos esos ámbitos. Es verdad que hay expresiones que lo quieren decir todo, pero no lo consiguen: ¡Ay del solo! Nos grita la sabiduría popular; pero, a continuación, escuchamos: ¡Es mejor estar solo que mal acompañado! A mi entender, ambas expresiones, recogen la ambivalencia que se da en nuestras relaciones.
Te necesito para ser yo, es la conclusión a la que llegamos con nuestra pareja, con nuestras amistades, con nuestros hijos, con nuestros alumnos, con nuestros compañeros de trabajo, con nuestros colegas de ocio y tiempo libre. Claro que la intensidad de nuestras relaciones, no es la misma en todos estos ámbitos, pero cada una de las personas, en su contexto, me aporta reconocimiento, confrontación, afecto, ánimos, críticas, cariño, relajación, diálogo, aceptación, rechazo,... que me afectan y me hacen reflexionar, acerca de cómo llevo las cosas en mi vida. Todo lo cual me interpela y me ayuda a crecer como persona
Me necesitas para ser tú, es la conclusión a la que llegamos con nuestra pareja, con nuestras amistades, con nuestros hijos, con nuestros alumnos, con nuestros compañeros de trabajo, con nuestros colegas de ocio y tiempo libre. Aquí lo importante es cómo estoy yo con las personas que me rodean. ¿Cómo es mi presencia? Porque, lo que aporto a los demás, también les afecta. Mis alegrías, mis penas, mi cercanía, la confianza que doy, las mismas miradas que dirijo, la empatía, mis enfados o cabreos, el cariño que doy o quito, mi frialdad o ternura,... todo ello constituye mi aportación al otro, al "tú" que son los demás.
Construyamos una interacción, que pueda favorecer nuestro crecimiento, en vez de frustrar la maduración junto con los demás. Las relaciones interpersonales pueden ser de calidad y gratificantes, o por el contrario, constituir un muro que destruye todo lo bueno que podemos dar, o bien, que nos vienen del otro. Somos para los demás y los demás son para nosotros. Pero hay que saber estar con los demás y  facilitar dicha interacción. Y, como todo, estos asuntos también se aprenden.

domingo, 20 de mayo de 2012

LOS CONTENEDORES: LA DESPENSA DE LOS POBRES



Cuando me acercaba a tirar la bolsa de la basura, vi una persona mirando el contenedor; le di las buenas noches y entonces, sin mirarme, se volvió, acachó la cabeza y se marchó. No pude verle bien el rostro. Me lo imaginé avergonzado. De verlo por la calle, no hubiera llamado la atención. Vestía normal. Como yo. No tenía la imagen de un vagabundo. Pero estaba allí, rebuscando, absorto, en el interior del contendor.
En otras ocasiones, alrededor de los contenedores, hay personas buscando chatarra, cartones, ropa, muebles,...  parece que viven de recoger lo que a otros nos sobra. Igual lo venden o lo reciclan para su casa. Lo que está claro es que lo aprovechan.
Siempre hemos visto a gente en los contenedores. Era una imagen que casi estaba en el paisaje  del barrio. Pero en los últimos tiempos, se ve con más frecuencia a personas que, anteriormente, se acercaban a tirar la basura y ahora, acuden -con sigilo- a encontrar algo de provecho. Incluso puede tratarse de comida.
Resulta embarazoso imaginarse, que puede haber seres humanos, vecinos tuyos, que se alimentan de tus sobras (Me resulta duro escribirlo, pero habrá que ver lo que tiramos y cómo lo tiramos). Esto de la crisis nos puede sorprender con situaciones antes impensables o inimaginables. Sabemos de las numerosas instituciones, como el Banco de alimentos, Caritas y otras; que con sus comedores sociales, atienden a familias que están en los umbrales de la exclusión. El caso es que la marea va llegando a las clases medias.
Que la despensa de los empobrecidos, esté en plena calle o en los comedores sociales, nos tiene que hacer pensar, sobre la gravedad a la que nos está llevando una economía,  pensada más en la usura y en los propios intereses,  que en las necesidades, incluso básicas, de las personas. Algo está fallando. No creo que el hombre de la otra noche, ‘quiera ir por gusto’ a la basura. Su dignidad la hace esperar a la noche. Y evitar testigos.
Cada cuatro años  votamos a unos políticos a los que les encomendamos  la tarea de que arreglen las cosas. A través de los impuestos, les damos nuestro dinero para que lo administren bien. Me temo que la gestión no está siendo la más idónea. Hay muchas interferencias e intereses. Al final no sabemos, si la última palabra, la tienen los políticos o los economistas. Dicen que la economía rige los destinos, tal vez sea sí. Pero yo dudo de que los políticos, tengan la voluntad de ejercer sus responsabilidades. A mi entender, una maraña de intereses creados les tiene ‘aprisionados’. Nos dicen que no hay dinero, pero luego te enteras de que, para lo que ellos quieren (razones políticas), no solo tienen, sino que además lo derrochan y despilfarran.
No crean, no me he alejado mucho de la historia de los contenedores, he tratado de buscar respuestas a tal situación. Es verdad que están mal vistos los ‘perro-flautas’, los anti-sistema, los indignados del 15-M. Pero,… alguien tiene que salir a la calle o escribir en la prensa, o en los medios de comunicación, o en el Facebook, o en el Tuenti, o en el Twitter... No podemos ni ocultar ni callar la realidad, cada vez más presente y más cercana. Te invito a ver el vídeo. No tiene "desperdicio".

domingo, 13 de mayo de 2012

FERIAS Y FIESTAS PRIMAVERALES, UN RETRATO SOCIAL


Se despierta el invierno y se viste de fiesta primaveral. Me contaba mi hermana, que las fiestas del pueblo, un año más, habían sido un éxito. No es que acompañara el tiempo,  pero las calles se llenaron, al paso de la Virgen de la Cabeza, de música,  galopeo, adornos en las ventanas y, como no, de las danzas tradicionales de los tunos, gitanillas y danzantes. Nos gusta volver a nuestras raíces.
Parecido ambiente se repite en casi toda la geografía española. Nos suenan, por su fama, la feria de Sevilla, la romería del Rocío, pero no se quedan a la zaga, las de otras poblaciones. Sin ir más lejos, la de Jerez, con sus caballos enjaezados, que ornamentan las calles con sus carros y  jinetes. En las fiestas la gente se adecenta con sus ropajes más elegantes, derrochando alegría y colorido con sus adornos y dando una vistosidad digna de los dioses. La verdad es que cada población se engalana con imaginación, siendo una forma de expresar, su poderío, su valía y rango social.
Claro, que ya nos dice el refrán que “cada uno cuenta la feria como le va en ella” ¡Y qué verdad tiene! Aunque, diga lo que diga la sentencia popular, las ferias y las fiestas,  son un tiempo y espacio, que se da la población para romper las rutinas; olvidarse de sus penas y afanes de cada día; divertirse, pasarlo bien y gozar de la vida. Ya sé que estamos en crisis, pero, aún en estas circunstancias, se hacen más necesarias las fiestas, dado que nos damos la oportunidad, al menos, de festejar la vida.
En estos días se llena el ambiente de complicidad: Cuántas familias tienen unos días para estar todos juntos, alegrándose los hijos  y disfrutando sus padres. Cuántos amigos buscan la ocasión para tomar unas copas y contarse las últimas historias. Cuántas adolescentes se inician en los primeros amores, o las parejas refuerzan sus relaciones en este buen ambiente. Cuántas personas se relajan y curan el estrés con unas cañitas y bailes en el tablao o en la plaza. Hasta la gastronomía contribuye a que todo se realce para la ocasión. Bueno, y algunos excesos no regatean su presencia.
Por otro lado,  muchas familias tienen su futuro asegurado. En estos días los feriantes no descansan con tanto movimiento y trabajo. La calle del infierno, delicia para los niños, con sus diferentes atracciones y aparatos, dan ocupación a una numerosa población, laboriosa y sacrificada, que miran al cielo para que el buen tiempo, favorezca sus ingresos. Muchos bares y casetas, tienen en estos días, una oportunidad para llenar sus arcas y hacer viable, tanto la economía familiar como la de Asociaciones y ONGS, que andan muy escasas de presupuesto para sus tareas.
Ahora bien, si observamos con atención, detrás de los adornos y de la música verbenera; hay personas, que aún estando en feria y participando del ambiente festivo,  la procesión la llevan por dentro.  Al final, la feria, es la misma sociedad pero de fiesta. Y si la sociedad se manifiesta en todo su esplendor y colorido, con sus músicas y flores; la misma sociedad se hace patente con sus “hijos” más menesterosos y desheredados. Los primeros que te encuentras son los aparca coches; más adelante los que venden tabaco; después las que quieren que les compres un clavel; también la persona de color que saca, de su repleta mochila, relojes, pulseras o gafas de sol; y, cómo no, el vagabundo, que ha cambiado la esquina de siempre, y se ha venido al ferial, esperando la generosidad de la buena gente.
Aún así, pienso, que para todo el mundo, las ferias o fiestas populares, no dejan de ser unos días diferentes, rebosantes de alegría y esperanza; generosos en bondades y amistad. Es más, diría que son un tiempo gratuito para saborear la propia existencia.

domingo, 6 de mayo de 2012

2º ANIVERSARIO: LAS CINCO CLAVES DEL BLOG



Gracias, otra vez, por vuestra confianza. Saber que hay personas, que todas las semanas leen, La Esquina del Encuentro,  me anima y motiva a seguir escribiendo. Cada domingo, me dais la oportunidad de seguir reflexionando, en voz alta, ¡Qué suerte! Por eso, muchas gracias. Vuestra complicidad dura dos años. Empecé la aventura el 4 de mayo de 2010.
Hoy, quisiera comunicaros las claves que manejo, a la hora de ponerme delante del ordenador; claves que se van repitiendo y que, juntas, constituyen la visión que tengo del ser humano. El contexto, como habréis apreciado, está situado en el humanismo cristiano y, desde él, escribo y desgrano mis reflexiones dominicales.
Considero que la persona, sea hombre o mujer, es un ser que tiene, por decirlo así, cinco dimensiones que no se entienden por sí solas, sino integradas en la única realidad que somos. No voy a enrollarme en cada una de ellas,  simplemente las presento. Ya habrá ocasión de extenderme más adelante. El orden no es según la importancia, más bien, utilizo la imagen de la famosa Matrioska o muñeca rusa. El crecimiento personal se realiza con todas ellas.
1ª Clave o dimensión personal: Hace referencia a la vida interior, a veces, hablo del camino hacia uno mismo. Se refiere a lo más íntimo de nuestro ser. Se puede entender como el núcleo de nuestra identidad. Otra manera de decirlo es con la palabra interioridad. Digamos que es nuestro ser más hondo. Un valor que asocio a esta clave es el de la libertad.
2ª Clave o dimensión afectiva: Somos seres en relación. La interacción con la familia, con los amigos, es fundamental en el desarrollo de nuestras personas. Necesitamos vincularnos con quiénes viven a nuestro lado. Es vital que nos quieran, que nos amen, así como, nosotros querer y amar a los demás. No podemos llegar a ser sin los otros.  Nos necesitamos para ser nosotros mismos. Un valor que asocio a esta clave es la fraternidad.
3º Clave o dimensión social: No somos islas. Vivimos en un mundo globalizado. Formamos parte de la familia humana. La cuestión social, la cuestión política, la cuestión cultural, la cuestión económica… no son ajenas a nuestra existencia y,además, tienen que estar al servicio del bien común. La historia nos demuestra que el egoísmo y una mala gestión de estas cuestiones generan injusticias, pobreza y marginación… entre los mismos seres humanos. Un valor que asocio a esta clave es la solidaridad.
4ª Clave o dimensión ecológica:  La tierra es nuestra casa. Es el espacio donde habitamos. No existiríamos sin ella. Necesitamos su agua, su aire, sus plantas, sus animales para seguir viviendo. Formamos parte de la naturaleza, del medio ambiente; y nos tienen que preocupar la biodiversidad y los diferentes ecosistemas. Un valor que asocio a esta clave es la responsabilidad.
5ª Clave o dimensión espiritual: No estamos solos. Alguien, con mayúscula, nos ha creado. La historia de la humanidad nos ha ido mostrando, a hombres y mujeres, que siguen diferentes caminos (Religiones) hacia el Misterio. Él, con sus diferentes nombres, da sentido a sus existencias y esperanza a una vida futura. Mi opción es el Dios de Jesús de Nazaret, que nos lo presenta como Padre y Madre. El valor que asocio a esta clave es el amor.
Gracias, una vez más. Y bueno, recordarles que compartir los comentarios en el blog, sin duda,  enriquecen a quiénes los leemos.