BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

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UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 16 de diciembre de 2018

HACIENDO EL BALANCE DE MI VIDA EN ESTE AÑO QUE TERMINA



Estamos cerrando las puertas del año que se termina. Me imagino que  el balance del año, casi lo tenemos terminado. Desde luego muchos comercios y tiendas tienen sus inventarios hechos de pérdidas y ganancias, aunque no sé si estarán muy satisfechos con esto de la crisis. En cualquier caso, en estos días, es muy apropiado hacer el balance del año transcurrido. A los políticos ya les hemos escuchado sus conclusiones, los medios de comunicación nos están recordando los hitos más importantes de los últimos 12 meses. Las diferentes instituciones y asociaciones hacen sus memorias de actividades en estas fechas.
Me pregunto si con tantos balances, no nos olvidamos del más importante: El balance de nuestra propia vida, la da cada cual, a lo largo de estos 365 días vividos.
Sigo reivindicando a la persona, al individuo. Pienso en su crecimiento personal. Ya sé que estamos tan atareados y ocupados, que muchas veces perdemos la perspectiva de nuestra historia. Se me ocurre que al finalizar el año, volvamos la mirada hacia nosotros mismos y examinemos cómo nos ha ido.  Una vez más traigo a colación los cinco ámbitos, en los que normalmente nos desarrollamos, y que definen nuestra realidad personal. Me vienen estas cuestiones a la mente, para reflexionar con tranquilidad.
En primer lugar, una pregunta muy directa: ¿Me he dedicado suficiente tiempo, a lo largo del año, para ver lo más hondo de mí mismo y el cuidado que le he dado? Aún más, si me planteé algunos objetivos al inicio del año ¿He realizado el seguimiento apropiado y conveniente? ¿He progresado?
En segundo lugar, me detengo en mi círculo vital, y una buena cuestión sería responder a lo siguiente: ¿He cuidado mis relaciones interpersonales: con mi comundad, con mis familiares, con mis amistades... para que contribuyan al crecimiento mutuo y sean satisfactorias? ¿han estado presentes el tacto y la delicadeza?
En tercer lugar, mi relación con la sociedad, de la que formo parte y no me puedo escaquear: ¿En realidad soy un buen constructor de la sociedad humana, para que se asienten en ella, la justicia, la paz, la solidaridad, y demás valores que la plenifican? ¿Me puede la pereza y la indiferencia?
En cuarto lugar, como ser vivo de este planeta, ¿He cuidado el medio ambiente, no escatimo medios para hacer la vida más sana -la propia y la de los demás- y me responsabilizo por hacer 'la casa común' más habitable y menos contaminada? Como ser vivo ¿cuido mi salud?
Y, en quinto lugar, la dimensión religiosa, que sin duda da cohesión a toda la realidad, ¿La he tenido en cuenta, le dedico la atención y tiempo que merece, hago crecer el don de la fe en todos los aspectos que conlleva? ¿Cómo he vivido la dimensión comunitaroa de mi fe?
Tal vez, no siempre, tengamos una visión armónica y global del crecimiento y desarrollo de nuestra realidad personal, pero viene bien, que de vez en cuando nos lo planteemos. Vamos, digo yo.

1 comentario:

  1. Me alegro y enhorabuena por tu balance tan positivo. Dios te acompañó durante este año. Gracias al Señor por siempre está ahí a nuestro lado. Un abrazo J.B.

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