BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

sábado, 8 de mayo de 2010

PARÁBOLA DE UNA MOCHILA

¡Hola! Me llamo Sheyla, y soy una mochila muy viajera.

Desde pequeñita quise conocer el mundo y nunca he perdido la ocasión de andar y andar por todo lo ancho y largo de este maravilloso planeta en que vivimos. Como dinero no me faltaba, estudié Periodismo y con mi cámara me lancé por esos caminos de Dios. Claro que al final todo cansa, y más, en mi caso que me iba dedicando a tener un recuerdo de todos los lugares que visitaba.

Y ahora me pasa lo que tenía que pasar, que estoy a rebosar y ya no me caben más cosas. El dilema reside en qué es lo que dejo y qué es lo que tiro, pues, muchas de las cosas ya no me sirven para ser feliz. En éstas estoy, cuando me pongo a contarte mi historia.

Llevo pegatinas de todo el mundo, aunque algunas las tengo separadas para que no se peleen. Cuando viajé con Greenpeace me enamoré de los mares y de la defensa de la naturaleza ¡qué bonita la Antártica o la Amazonía! ¡Qué imágenes tan estupendas!

El asunto cambió cuando visité algunas ciudades de Brasil, Colombia o Perú. Había barrios a todo lujo y en la acera de enfrente la miseria más absoluta. Claro que yo me pasaba de una acera a la otra sin mayores problemas. Lo que me llamaba la atención era el contraste entre “los niños bien” y sus grandes colegios y “los niños de la calle” con sus ‘malas maneras’ de sobrevivir, siendo el colmo de los colmos cuando los contratan para matar ¡Son niños!. Pero bueno, tenía la excusa de hacer fotos. Los reportajes son los reportajes ¿no?

Ya en el continente americano, seguí subiendo hasta la tierra prometida: EE.UU. En esta ocasión me fui con un grupo mexicano, de espaldas mojadas, que querían tener trabajo y vivir como vemos en las películas gringas, vamos, ¡a todo tren! Claro que cuando llegamos a la frontera, ellos no pudieron entrar y yo sí (lógico, yo tenía el visado y los papeles en regla).

A los yanquis no les falta de nada. De este país tengo muchos recuerdos. Casi sin querer los bolsillos se me iban llenando ¡Hay tantas cosas que consumir y tener! ¡Y tan bonitas! Estos norteamericanos venden bien sus productos. Lógicamente me pasé por las tres Mecas: la del Cine, la de los Casinos y, como no, la del Sexo y la Droga. Ésta última “meca” me llevó a la ciudad de san Francisco, ¡Escucha, te encuentras de todo!: Desde lo último en ácidos y pastillas de diseño, hasta el amor libre y parejas de todo tipo. Como todo, el sexo es un negocio bien montado... y rentable, sobre todo si nos metemos en el mundo de la explotación sexual. Claro que este asunto del sexismo está en todas partes del globo por las que he pasado. No te cuento lo de Tailandia o Filipinas, con el sexo turismo ¡qué pena de niñitas! ¡Esto sí que es un verdadero escándalo! Por no hablar de la trata de blancas de los países de la antigua URSS, que vienen a la Europa occidental con sueños inalcanzables, ¡Cómo se aprovechan de ellas y sus familias!

Un avión me llevó a Inglaterra y tuve la suerte de asistir al último concierto que daban los Beatles. ¡Qué tíos, todavía hoy siguen siendo los mejores! Bueno, pues, como decía, algún porrito y ‘pastillas’ de diseño “cayeron”, ¡Vamos, por el ambiente, claro! Y es que la droga siempre te sube los ánimos, por lo demás estoy orgulloso pues, no me falta ningún disco de ellos. Y es que a mí la música me “pirra”, y en cualquier rincón de mi espacioso cuerpo encontraréis cualquier cinta, CD o MP4. Hasta tengo música Tibetana. Esta es otra historia.

Un buen día me mandaron hacer un reportaje a las gentes de Indochina, pero fijándome en el aspecto religioso. Nos os lo podéis imaginar. ¡Mira! Quedé impresionada. ¡Cuánta religiosidad tienen estos pueblos! En cualquier rincón tienen un templo dedicado a un Dios o a una Diosa. Sus vidas no la entienden fuera del marco de la divinidad ¡Hasta las vacas son sagradas! Los mismos monjes budistas me impactaron ¡Qué profundidad y dominio de sí mismos! Aún conservo algunos folios con los versos que recitaban (mantras). ¡Oye, y les sobra todo! Me siguen dando que pensar. ¡Cuántos méritos hacen para ganar su ‘Nirvana’ particular!

Claro que después pasé a la China comunista. Allí -oficialmente- la religión brilla por su ausencia. Dicen que son ateos. Que la Religión sirve como el opio, para adormecer al pueblo y quitarles las fuerzas para luchar por su verdadera liberación. Este discurso me sonaba al que se predica en muchos foros europeos y de forma institucionalizada, hace años, en la antigua Unión Soviética. Qué tiempos aquellos de la guerra fría y Gulags rusos,... después de la caída del muro de Berlín ya van cambiando de opinión los "bienpensantes" occidentales de la ilustración.

Es curioso, dentro de mi mundo (no olvides que soy una mochila) llevo de todo. Y en muchas ocasiones, llevo cosas contradictorias entre sí. Lo más notorio lo detecté cuando estuve de reportera en la zona de Oriente Medio. Y es que los árabes no paran. Tan pronto llevan las de ganar los palestinos, como cogen el protagonismo los judíos, aunque Israel es muy contundente en sus intervenciones. Y el colmo es que en sus libros sagrados tienen los mismos orígenes y hablan de los mismos personajes. Para todos ellos Abraham, que vivió hace unos 4000 años, es el Padre y fundador de su Religión... Si quieres saber más mira los telediarios. Aunque a lo mejor te encuentras a los terroristas islámicos, que dicho sea de paso, son un grupo muy reducido de fundamentalistas, dentro de los seguidores de Mahoma.

Pero esto de las guerras religiosas no sólo es en Oriente. También los cristianos andan “tocaos”. Éstos son harina de otro costal. Me he encontrado de todo. Hay cristianos que matan y cristianos que son asesinados. Hay cristianos que explotan a otros y cristianos que son capaces de dejarlo todo por los explotados. Hay cristianos que con el crucifijo en la mano condenan a los que no están con ellos y cristianos que están en los altos foros de la política mundial, luchando por establecer los derechos más elementales entre los excluidos. Hay cristianos que viven a todo lujo (como en las películas americanas) y cristianos que están en la más detestable y condenable miseria...

¡Ah! Me olvidé de decírtelo, pero cuando estuve en la India tuve dos experiencias muy distintas, la primera de ellas, fue la pena que me dio cuando tuve la oportunidad de fotografiar las fábricas clandestinas en las que explotan a numerosos niños y niñas, en jornadas laborales de hasta 16 horas, pagándoles una miseria, eso sí, luego nosotros disfrutamos de sus productos, claro que quienes obtienen beneficios son las multinacionales y la segunda, pues que tuve la ocasión de hablar con la madre Teresa de Calcuta ¡Vaya mujer! Me impresionó. Todavía conservo el libro que me dedicó. De vez en cuando lo releo ¡...y qué cosas dice! Sentí mucho su muerte. Pero sigue su obra por todo el mundo.

Ya me olvidaba, no te he hablado de mis safaris por África. De las tierras africanas tengo historias y anécdotas agridulces. ¡Qué contrastes! Al lado del paraíso natural, te encuentras niños famélicos muriéndose de hambre o tribus matándose por casi nada y con el armamento que ‘muy-bien-les-vendemos’ los ricos del norte y que salen de nuestras fábricas -que todo tengo que decirlo- ¿Te acuerdas de Ruanda, el Zaire o Sierra Leona? Qué pena. Pero la vida del reportero es así. Ve de todo. Saca fotos de todo. Tiene experiencias de todo...

Aunque te digo la verdad, una termina de cansarse. Y lo más importante, que de tanto viaje y recuerdos estoy a reventar. Estoy repleta. Tengo de todo y ya estoy hastiada. Al cabo de tantos años me pregunto ¿Qué he aprendido de la vida? Es más, me cuesta ir tan cargada. Pero el caso es que no sé que tirar o qué dejar. ¡Son tantos recuerdos! ¡Tantas gentes! ¡Tantas experiencias!...

Por cierto ahora que te he contado mi historia ¿te gustaría ayudarme a tirar lo que no me sirve? Piensa que me quiero asentar. Que no deseo estar pajareando. Que ya me cansa el viajar. Es más que me gustaría llevar una vida más tranquila y abierta a los demás. Demasiado tiempo me he estado mirando a mí misma, para ganar dinero con mis reportajes.

La verdad es que quiero morir siendo útil a los demás, incluso, dejar el mundo un poquito mejor que lo he visto y fotografiado. Después de todo lo que he pateado, tengo que decir que hay situaciones y experiencias que me han marcado. Sobre todo aquellas en las que los demás sufrían y lo pasaban mal ¡y sin tener la culpa! Por ciert, ¡Tú que me lees! ¿Me ayudas a tirar algunas cosas aunque me cueste?

1 comentario:

  1. Muy bueno el artículo, me ha encantado. Si te sirve de algo mi opinión, querida mochila, yo no tiraría nada, sacaría todo lo que hay en ella y se lo enseñaría al mundo, enseñaría lo bueno y lo no tan bueno del ser humano,descansaría un poco, y me pondría manos a la obra de nuevo con otras mochilas a las que le hayas enseñado lo que traías, e intentaría cambiar o remediar todo aquello que me parece injusto. Eso ser´´ia lo que yo haría con tu carga. Un beso enorme

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