BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

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UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 6 de mayo de 2018

SI LO MEJOR ES HACER EL BIEN, ENTONCES,... ¿POR QUÉ HACEMOS EL MAL?

¡Cuántas veces nos hemos hecho esta pregunta! Porque la experiencia nos dice y nos confirma que nos encontramos más a gusto, más contentos y realizados, haciendo el bien que haciendo el mal.
Las respuestas a lo largo de la historia han sido, son y serán muy numerosas. El otro día, paseando y disfrutando del frescor de la mañana, me vino a la mente esta reflexión que  me ayudó a entender un poco este asunto, pero solo un poco.
Cuando uno ve documentales sobre la tierra, nuestro planeta, se queda fascinado. Hay paisajes repartidos por todo el mundo a cual más bello. Si vas a las montañas, en cualquier curva, no dejas de asombrarte. Si vas a los bosques, a las selvas entre las plantas, las flores y los animales te quedas sobrecogido. Los valles con sus ríos, adornados con su flora y su fauna son encantadores.
La naturaleza en su conjunto es maravillosa. El aire puro, el horizonte infinito de los mares, contribuyen a la serenidad y la calma; un paseo por los jardines o parques de las ciudades te relaja de las tensiones cotidianas. ¡Qué orgullosos estamos de nuestro planeta!
Pero nuestra tierra algunas veces tiembla, se rompe por dentro y vomita catástrofes. Igual un terremoto de la escala 8 destruye ciudades enteras; puede ocurrir que un volcán sepulte un pueblo y sus gentes; también un tsunami puede destruir, en segundos, un litoral entero o desaparecer una isla. Y sigue siendo la misma tierra, el mismo planeta.
Los seres humanos, o sea tú y yo, como formamos parte y somos de la tierra, pues resulta que participamos de todo lo que le ocurre a nuestro planeta. Ya dice la Biblia, en el Génesis, que fuimos creados del barro. Por lo tanto no nos tiene que extrañar lo que nos pasa.
Las personas somos buenas por naturaleza. Lo que ocurre es que de vez en cuando tenemos terremotos, volcanes y tsunamis. Lo cual nos destroza por dentro, lo que nos lleva a proyectar, hacia los demás que nos rodean, las manifestaciones de lo que nos pasa. Es inevitable que ocurran estas cosas.
Eso sí, los hombres y las mujeres, los ancianos, jóvenes y niños, podemos aprender a controlar. Aunque no de una vez para siempre. Porque aprender y desaprender, para volver aprender es un continuo de toda la vida. Lo que nos distingue, de la creación entera, es nuestra libertad aunque esté muy limitada por muchas circunstancias, pero la tenemos.
Hacemos muchas más cosas buenas que malas, solo que nos regodeamos de las malas. Es como el planeta, suele estar muy tranquilo, y solo de vez en cuando tiembla. ¡Queda tanto por decir!

Por cierto este blog nació el 4 de mayo de 2010 (ocho añitos): muchas gracias por seguir leyeéndome

1 comentario:

  1. Enhorabuena por esta serena reflexión que nos da aliento para seguir manteniendo al esperanza en la vida en el ser humano (la bondad y el buen criterio del ser humano). Y por supuesto, ENHORABUENA por estos 8 años. Yo acabo de descubrir el blog... tengo 8 años de lecturas atrasadas pero esperándome para enseñarme. Qué maravilla cuando las nuevas tecnologías nos arropan e iluminan el camino así. Gracias

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