BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

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UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 9 de marzo de 2014

EL CRECIMIENTO PERSONAL, NUESTRA PRIMERA VOCACIÓN


Es la tarea más olvidada y, sin embargo, es la primera que deberíamos realizar. Hemos nacido para ser felices, pero hay que ver la de 'historias' que aparecen y nos desvían del venturoso camino. Por otro lado, uno se lamenta porque no se puede decir lo mismo para todos los seres humanos, pues, la miseria y pobreza, el hambre y las enfermedades, ni siquiera les dejan llegar al camino. La verdad es que somos unos privilegiados. Nos han sido dadas todas las condiciones para alcanzar nuestra meta: ¡Hasta los problemas y dificultades que tenemos nos ayudan! Sin esas ‘aparentes’ trabas no lo lograríamos.
Se pueden dar muchas explicaciones sobre cómo llegar a ser persona. Hay en el ‘mercado de este mundo’ numerosas antropologías que nos dan sus claves para llevar a feliz término el pleno crecimiento personal. Todas son buenas opciones, siempre que –a mi modo de ver- respeten este principio: que mi crecimiento personal respete y, además, contribuya al crecimiento personal de los demás. No puedo llegar a ser plenamente persona y feliz yo solo. Necesito a los demás, como ellos me necesitan a mí.
Por consiguiente, es nuestra obligación y deber favorecer, ayudar, acompañar, contribuir a su desarrollo y plenitud. Al fin y al cabo es lo que se le pide a las familias, a los centros educativos y a las diferentes instituciones sociales que acogen a los niños, jóvenes, adultos y ancianos. Todos estamos para todos.
Se me ocurren cinco ámbitos o dimensiones, que nos facilitan esa primera vocación a ser personas, o sea, hombres y mujeres que cuidan su crecimiento personal para alcanzar la tan deseada felicidad que todo el mundo quiere. Pienso que en la armonía y equilibrio de los cinco se juega la realización personal. En el abandono, descuido o marginación de uno o varios de ellos está el fracaso vocacional como persona. Apuntaré algunos rasgos a tener en cuenta.
Ámbito interior: Hay un camino hacia el interior de uno mismo que debemos transitar. Conocer como somos, nuestros valores y potencialidades, nuestras limitaciones y debilidades es fundamental. La integración y aceptarnos como somos ayudan a caminar.
Ámbito relacional: En las buenas relaciones interpersonales con los familiares, amigos, compañeros de trabajo, estamos contribuyendo al mutuo crecimiento personal. El respeto, la comunicación, el afecto y cariño, el perdón y gratitud también lo favorecen.
Ámbito social: El compromiso de cambiar el mundo que tanto deshumaniza y el desarrollo de la solidaridad, hacen desaparecer nuestra indiferencia y nos lleva a estar al lado de los pobres y marginados que tienen ‘quebrado’ su propio crecimiento personal.
Ámbito ecológico: La naturaleza es nuestro hogar. Somos responsables de cuidarla y protegerla. Nuestros desvelos por erradicar la contaminación y la basura que tanto la adulteran, redundarán en nuestro beneficio. Empezando por nuestra higiene y salud.
Ámbito religioso: Las diferentes religiones, son otros tantos caminos, que ayudan a transitar a los seres humanos que buscan, en la trascendencia, la razón de ser, el sentido  y el horizonte de sus vidas. Todas ellas aportan mediaciones para dicho camino.
Pienso que el tener en cuenta estos ámbitos me ayudan a crecer y desarrollarme como persona. Aún más, estaré ayudando a crecer y desarrollarse a los que hacemos el camino juntos y la felicidad será nuestra compañera.

3 comentarios:

  1. La gran clave como bien escribes es vivir de forma intensa toda nuestra parte relacional, toda nuestra exterioridad pues desde ella y en ella como expresamos nuestra particular y peculiar interioridad

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  2. Muchas gracias por vuestras valoraciones.

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