BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

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UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 27 de enero de 2013

LA IGLESIA CATÓLICA ESPAÑOLA (¿JERARQUÍA?) Y LA CRISIS.

Recuerdo como si fuera hoy, la siguiente escena: Hace unos años (2002), en una Asamblea de Catequistas, de una diócesis española, después de presentar el Plan de Formación, levantó la mano un sacerdote, se puso de pie -para que se viera bien lo que iba a decir- y, con la 'autoridad' (de siempre) afirmó a más de cien catequistas: "Para qué tanta formación, si solo tienen que enseñar las oraciones y las respuestas de la misa, para eso no hace falta ser teólogos. (Silencio en la sala).  
Tengo la suerte de relacionarme con mucha gente. Tanto los jóvenes y adultos, como los familiares, amistades y conocidos, coinciden, en gran medida, en que la Iglesia es la jerarquía, o sea, que cuando se habla de la Iglesia, se están refiriendo al Papa, los obispos y los curas, bueno, por extensión también a los frailes y las monjas. Los demás bautizados, es decir, los seglares/laicos, parecería que son ajenos a estos asuntos de la Iglesia y como si no pertenecieran a la misma. De hecho, los mismos medios de comunicación, parece que tienen la consigna de hablar de la Iglesia en clave jerárquica.
A lo mejor habría que echar una mirada a la historia y veríamos, sorprendidos, que tienen razón en dicha apreciación. Parecería que la jerarquía, ha tenido y tiene la intencionalidad de que las cosas sean así.
Claro que uno ve de todo y, también, observo que los laicos/seglares, en general, no se desviven por entender y comprender su fe, por dar razones de su esperanza al mundo que les rodea. Es más, ¡Que no se enteren de que soy católico! Pero, volvamos al título que se resume en IGLESIA Y CRISIS.  Me pregunto si la Iglesia, Pueblo de Dios, por consiguiente, todas las personas bautizadas, estamos a la altura de las circunstancias de los tiempos de crisis en que vivimos.
La crisis, en España, por no irnos a otro lugar,  está afectando a mucha gente. Por otro lado, la crisis no mira el carnet de identidad, ni pregunta por la confesión religiosa que se tiene. La crisis llega a muchas familias, la crisis afecta a muchos hombres y mujeres -jóvenes y menos jóvenes- rompiendo sus planes, sus proyectos, su presente y hasta su futuro. La crisis está hipotecando muchas vidas. Las deja marcadas. ¿Y qué hace la Iglesia ante esto? ¿Qué hace ante tantos hermanos y hermanas que padecen y sufren las consecuencias indignas de la crisis?
Es verdad, que algunos obispos, (los vascos en concreto) han levantado su voz y han dicho una palabra, pero poca gente se ha enterado. ¿A qué esta esperando la Conferencia Episcopal Española para denunciar con valentía, coraje y contundencia las causas de la crisis y sus autores? Sería una forma de actualizar el espíritu profético de Jesús. ¿Cuándo va a salir a la calle para manifesarse, como lo ha hecho en otras ocasiones? ¿A caso no quiere incomodar al poder político, al poder económico...?
Muchos, recordamos (no sé si para calmar nuestras conciencias) que Caritas y otras instituciones de Iglesia están siendo ejemplares, al menos asisten a los pobres que más castiga la crisis. ¿Pero es suficiente? Ya sabemos que hay que dar de comer al hambriento y vestir al desnudo,... ¿No habría que crear foros, asambleas, encuentros, jornadas para reflexionar sobre estos asuntos e ir a la raíz del problema? ¿No tendríamos que salir a la calle para ejercer de 'conciencia crítica' en esta sociedad somnolienta? Creo que se está mejor viendo el fútbol, en las macrofiestas de los finde’, lamentarse de la crisis y seguir con los brazos cruzados.
En fin, que cuando hablemos de la responsabilidad de la Iglesia ante la crisis, no señalemos -solo- a la Jerarquía. Aún me sigo preguntando ¿En que me afecta a mí la crisis? ¿Ha cambiado mi vida la crisis? ¿Qué estoy haciendo para superar la crisis? Porque eso sí, sigo creyendo que toda crisis se supera y es de crecimiento. Esperemos que ese crecimiento redunde en el bien común de toda la sociedad.


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