BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

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UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 9 de diciembre de 2012

EL 'MAL TIEMPO' EN EL INVIERNO, TRAE BUENAS COSECHAS EN EL VERANO

Hablando el otro día, con mi tío del pueblo, me comentaba que, este año, van bien las cosas para el campo. Para los agricultores y campesinos, verdaderos expertos y profesionales del campo, saben que el buen tiempo, no es suficiente para las labores del campo. De esta forma, "el mal tiempo", es decir,  la lluvia, el viento, la nieve, el frío..., son una bendición para los cultivos de cereales y árboles frutales, entre otros.
Sin  embargo, a los habitantes de la ciudad, lo del mal tiempo, lo llevan con resignación y, a veces, con fastidio, sobretodo, por los planes truncados de un fin de semana con temporal. Ya lo dice el refranero español: "Nunca llueve a gusto de todos".
No obstante, la  madre naturaleza es muy sabia. En apariencia, lo que parece adverso, termina beneficiándonos. Y cuando criticamos  el 'mal tiempo', resulta que termina enriqueciéndonos con abundantes frutos. Todos sabemos que el grano de trigo, cuando se siembra, pasa un proceso, que desde fuera, nos parece totalmente absurdo: empieza pudriéndose, aguanta la lluvia, sufre las heladas invernales, cuando va creciendo, el viento zarandea los tallos y las espigas, que se van formando y fortaleciendo de esta forma. Todo esto sin olvidar el mortífero efecto de las posibles plagas de insectos. Y, pese a todo, sus doradas espigas se convierten en el sabroso pan que comemos.
Los seres humanos, que formamos parte de la naturaleza, con  bastante frecuencia, nos olvidamos que tenemos nuestros procesos de crecimiento como tal. Como es lógico, a lo largo de dichos procesos, están presentes tanto 'el  buen tiempo' como 'el mal tiempo'. No lo olvidemos si queremos que aparezcan los frutos deseados, hay que armonizar, aceptar e integrar tanto 'el buen tiempo como el mal tiempo'.
Estamos en una sociedad, en la que se nos ha 'vendido' por activa y por pasiva, que el 'buen tiempo' es lo único válido. Hay que disfrutar de la vida, sed felices, que todo nos vaya bien, que nos den todo hecho y no nos falten comodidades,... eso sí que no nos pidan mucho esfuerzo, que no nos exijan, que la responsabilidad la tengan otros, que los problemas y conflictos no vengan a mi casa, es decir, que 'el mal tiempo', se aleje de nuestras vidas. Creo que no debemos olvidarnos del grano de trigo.
Si uno mira su propia historia, su crecimiento personal, cuántos momentos agradables y felices, sin duda muy necesarios, pero cuántas experiencias dolorosas, de crisis, de frustraciones, sin duda, imprescindibles para configurarnos como personas sólidas.
Lo mismo ocurre en las historia de las parejas, cuántos 'días soleados' en los que se disfruta y saborea la felicidad deseada, al lado, de 'días oscuros y tenebrosos', inevitables en toda convivencia humana.
Podemos abrir el horizonte a la historia de nuestra familia, de nuestras amistades,... es la misma pauta, los procesos naturales son comunes para todos.
Y, como ejemplo especial, no quiero olvidarme de los hijos, de los alumnos y estudiantes. En muchos de ellos hemos contribuido a crear una mentalidad de 'no te preocupes' que no te va a faltar de nada. Cuántas cosas les damos sin el 'previo', esfuerzo para conseguirlas. Nacen y crecen con el convencimiento de que se lo merecen todo. Para ellos no hay invierno, todo es verano. El mal tiempo es un fastidio y hay que ahorrárselo. Mejor que disfruten del buen tiempo, la playa, el campo,... ¡Ya el invierno lo tuvimos nosotros por ellos! Creo que debemos observar más la naturaleza.





1 comentario:

  1. Acertada comparación la de las personas con el campo, siempre he defendido que los momentos amrgos no por malos dejan de ser irremediables y además necesarios. Por cierto, este año ha sido buen año de campo.. ¡Menos para la aceituna!¡Menuda cosecha! Jaja. Un abrazo.

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