ACTUALIZANDO MI PROYECTO PERSONAL

Estamos estrenando la estación otoñal. Uno va por la carretera y ve la maquinaria agrícola muy 'estresada'. Los agriculturores saben muy bien que es tiempo de labrar, de roturar el campo, de prepararlo para la siembra. Todos los años, por estas fechas, las mismas y necesarias rutinas. Es el ritmo cíclico de la madre naturaleza. Los seres humanos entramos en el mismo 'juego'. También somos parte de la naturaleza, somos naturaleza.
Hay muchas personas, que cuando llega el mes de septiembre, entramos en el dinamismo de 'retomar' el proyecto personal. La vida sigue y hay que cuidarla, hay que mimarla. Disponemos de un año más para seguir creciendo. Cada persona, tiene la oportunidad de mirar hacia lo más interior de sí misma y reflexionar sobre cómo le va la vida, su propia vida. Desde luego hay muchas formas de mirar y, también, con diferentes intenciones. Pero ya es un buen punto de partida dedicar tiempo a estos menesteres. Bien es verdad que no todo el mundo está por esta labor; tal vez tenga sus consecuencias.
El proyecto personal, sigue siendo una herramienta muy útil para el crecimiento de la propia persona. Escrito o no escrito, recoge las aspiraciones, los anhelos y las utopías que cada cual se da en su vida. Hay personas que ni siquiera se plantean estos asuntos, con vivir tienen suficiente. Sin embargo, pienso que tener un horizonte en la vida, marcarse unos principios que te ayuden a caminar con sentido, dirigirte a una meta con decisión, sin duda, facilitan el tránsito que iniciamos al nacer y ayudan al ser humano a realizarse como tal.
Es verdad que en este mundo que vivimos no se dan, para muchos hombres y mujeres, las condiciones necesarias para llevar a cabo esta tarea. Tienen otras preocupaciones más primarias como comer, tener una casa, trabajar,... sin embargo, no nos equivoquemos, la actitud y el esfuerzo por conseguir todas estas cosas, ya están definiendo el propio proyecto personal.
Distinto sería cruzarse de brazos, lamentarse, tirar la toalla y claudicar ante la vida que disponemos. Para mucha gente esto les puede resultar más cómodo, pero también las consecuencias son más nefastas y se sufren en las propias carnes y, lamentablemente, en las personas que les rodean.
Reflexionar, dedicar un tiempo al proyecto personal, redefinirlo, actualizarlo estos días, para muchos ya es un hábito, constituye una rutina más, en la historia de su vida. Cada año se marcan unas poquitas metas que tienen que ver con su individualidad, con su relación de pareja y familiar, con sus responsabilidades ciudadanas, etc, etc.

Y si tengo la suerte de compartir mi proyecto personal con personas de confianza, soy un afortunado, pues, juntos nos ayudaremos a conseguir nuestra realización como seres humanos, lo único importante en esta vida. Mejor acompañados que solos.