Ayer sábado, 4 de septiembre , leía dos noticias que pueden ser, en sí mismas, buenos ejemplos de lo que hoy quiero comentar. En la visita que hizo Gadaffi, a Italia, a finales del mes de agosto, manifestó públicamente que Europa terminará islamizándose (Ver ZENIT.org)y, la segunda noticia, la leía en los diferentes periódicos digitales en los que se comentaba que, Stephen Hawking, descarta a Dios como creador del universo. En una y otra, Dios es el protagonista.
Las religiones, la ciencia, la indiferencia religiosa, el ateísmo, la secularización y el alicismo, por nombrar algunas formas de entender y plantear la vida en el siglo XXI, están presentes en nuetras aulas, en nuestras familias, en las asociaciones y ONGs, en los medios de comunicación, en internet,...
Pues resulta, que en este contexto plural es en el que tenemos y debemos educar. Si la educación, en sí misma, es una tarea de toda la vida y afecta a toda la persona, me pregunto, entonces, ¿tiene la educación un modelo o referente, un paradigma a tener en cuenta? ¿Se precisa de un modelo antropológico como meta? ¿Existen unas claves o valores que humanizan, perfeccionan al ser humano?
Me temo que las diferentes creencias y religiones, las distintas filosofías e ideologías, otras tantas corrientes de pensamiento que se dan en la actualidad -cada una de ellas- tienen su modelo educativo y, lógicamente, estarán convencidas de que el suyo, es el mejor.
Es verdad que hemos llegado a un consenso en definir los Derechos Humanos (1948), pero ¿Son universales para todas las personas? ¿Los interpretamos de la misma manera? La realidad, desde entonces, nos viene diciendo que no.
Y, sin embargo, vivimos en un mundo global: Comemos y vestimos las mismas cosas, vemos y escuchamos las mismas películas y la misma música,... ¿Es que caminamos al pensamiento único?
Ya sé que son muchas preguntas y ustedes podrán añadir otras, pero me parece interesante que nos sigamos planteando todas estas cuestiones, sobretodo ahora que acabamos de inciar el nuevo curso.
De todo lo dicho, a mí me quedan claras cuatro cosas:
1ª El mundo que vivimos es plural. (Lo ha sido siempre)
2ª Hay que educar al ser humano. (Se ha hecho siempre)
3ª Creo en los modelos educativos. (Han existido siempre)
4ª La interacción educativa, junto al diálogo y el respeto al diferente, es uno de los caminos.
Yo también leí el comentario acerca de la "no existencia de Dios", por Stephen Hawking. vemos como día a día, en nuestras aulas estamos perdiendo continuamente una serie de valores, y eso no podemos aceptarlo, debemos de hacer algo.
ResponderEliminarVuelvo a repetir esa noticia, pues en mi blog, y también la puse ayer de una forma indirecta. Una crítica a esas palabras de Hawking, ""Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes"... Me gusta pensar que el Universo es expresión de esa risa".
Así que me quedo con eso, con luchar (educar) cada día por conseguir la sonrisa de Dios en los niños.
Un fuerte abrazo!
Cuando escribo este comentario, veo a mi por la ventana a mi hijo Daniel (6 años, hijo de español que vive en Noruega), jugando en la calle con el hijo de unos refugiados birmanos (que por cierto va con "La Roja"), el hijo de un matrimonio mixto noruega-chileno, los dos hijos de una pareja noruega-keniata y dos niños noruegos "puros". Estoy convencido que si los adultos no metemos mano en esta generación con nuestros prejuicios, para ellos vivir en una sociedad donde no todos tienen el mismo aspecto físico, el mismo origen, las mismas creencias, ... va a ser lo más normal del mundo. Si conseguimos armarlos con un paquete de valores comunes, tendrán el fundamento para una convivencia desde el respeto y el enriquecimiento mutuos. Un abrazo, Juanba
ResponderEliminarRafa, me alegra saludarte, después de tantos años. Ya veo que vives estas cosas a tope, Saludos fraternales, Juanba.
ResponderEliminarSí señor, cada día son más los ejemplos de pluralidad, y si no que se lo dígan a ese "pastor" americano, que quiere recordar el tristemente recordado 11-S, con una quemada de ejemplares del Corán en la llamada "zona 0". Claro que sí, eso es todo un ejemplo de pluralidad y de fe (en vete a saber que).
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