BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

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UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 3 de noviembre de 2019

AUNQUE CUESTA... ¡HEMOS NACIDO PARA SER FELICES!


“Bienaventurados, dichosos, felices…” eran las palabras que más se repetían en el Evangelio del día de todos los Santos. Jesús de Nazaret, no se cansaba de ofrecer su propuesta de felicidad a las personas que se le acercaban. Por mi parte y con mis debilidades, no dejaré de hacer lo mismo.
Cada vez estoy más convencido, de que hemos nacidos parta ser felices. Pero la realidad es contundente y el ser humano, la verdad, no es feliz. Muchas personas se quedan en el intento. Otras saborean, brevemente, la felicidad. Para una inmensa mayoría, sus condiciones socio-ambientales, van en contra de su mismo derecho a ser felices; de forma que desde su nacimiento, encuentran numerosas dificultades y trabas para conseguir su felicidad y, no digamos nada para llegar a ser plenamente persona. Los obstáculos vienen tanto del propio interior, es decir, de la naturaleza humana, como de fuera, o sea, la familia, vecinos, amigos, compañeros, en suma, de la sociedad (injusta) en la que vivimos.
Por aquí quiero centrar mi reflexión. En nuestro caminar diario, encontramos recursos personales y ajenos que nos ayudan a avanzar en la dirección de nuestra vocación a ser felices, o bien, a ponernos dificultades. Ésta es la continua lucha que se entabla desde que nacemos hasta que morimos. Queremos y no podemos. Podemos y no queremos. Pero también queremos y podemos. Toda persona, antes o después, descubre este doble dinamismo que se da en su interior. Unas veces se opta por querer, y todo funciona y, en otras ocasiones, ‘se arroja la toalla’. Ambas opciones son humanas y ambas contribuyen al crecimiento personal. Recordemos aquello de que no hay mal que para bien no venga.
Cada ser humano tiene unos recursos y unas capacidades personales que le posibilitan dar más de sí y realizarse como persona. Cada cual tiene los suyos. Por eso somos distintas unas personas de otras; aunque exista un fondo común. Hay personas que utilizan muy poco esos recursos y capacidades; prefieren ir tirando y sobrevivir, se quedan en el camino; otras, les sacan el máximo rendimiento, llegan a experimentar lo que significa ser auténtica persona, logran experimentar la felicidad,... son felices. Hay hombres y mujeres que prefieren la mediocridad, las medias tintas, vivir el momento, claudicar ante la menor dificultad, vivir sin sobresaltos y complicaciones ¿Viven o malviven?
Cuando el joven se va haciendo consciente de todas estas cosas, se enfrenta a los retos de la propia vida. Con toda claridad, se plantea que todo lo que consiga va a depender de él; Por consiguiente, sólo por su propia iniciativa y por su decisión va a estancarse, o bien, caminar hacia delante, o retroceder en la tarea de ser persona, o sea, de llegar a ser feliz.
Hay en la vida de cada persona muchos caminos, yo los resumo en dos y que, además, tienen su precio:
Llegar a ser persona y feliz supone: Ilusión, esfuerzo, constancia, sinceridad, amistad, reflexión, diálogo, caerse/levantarse, aguantar, sufrir, cambiar, alegría, optimismo, bienestar, confianza, amabilidad, simpatía, paz, solidaridad, tolerancia, respeto, educación, libertad, aceptación, superación, trabajo, amor… Es el precio del crecimiento personal que tanto deseamos y anhelamos.
Apostar por otras ‘historias’ conlleva: desilusión, pereza, inconstancia, mentira, enemistad, superficialidad, cabezonería, claudicación, intransigencia, evasión, infantilismo, tristeza, pesimismo, malestar, desconfianza, mala intención, antipatía, agresividad, insolidaridad, intolerancia, falta de respeto, mala educación, manipulación, rechazo, tirar la toalla, holgazanería, egoísmo… Aquí se crece ‘pero de aquella manera’.
Que cada cual vea que camino desea seguir, aunque a veces van muy juntos.

1 comentario:

  1. Me parece una reflexión soberbia, es un verdadero placer leerte Bau, un abrazo.
    Diego

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