BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

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UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 17 de marzo de 2019

LOS CRISTIANOS TAMBIÉN SOMOS CIUDADANOS


Me dirijo especialmente a los cristianos. Ya sé que hay hombres y mujeres, de todo el espectro social, que les gustaría vernos dentro de las iglesias, para que no se note que somos creyentes y 'contaminemos' la calle. No entiendo porque les incomoda nuestra presencia, como mujeres y hombres, que tienen en cuenta a Dios en sus vidas. Se ve que les pesa mucho el pasado.
Dicen los entendidos que este asunto de los creyentes es de minorías. A mí me da igual lo de minorías o mayorías. Pero no me da lo mismo que se lleve la etiqueta de cristiano y no seamos alternativa que interpele y cuestione a este mundo que vivimos del siglo XXI.
Como ciudadanos tenemos los mismos derechoy y deberes en las sociedades que vivimos. Y como tal debemos de ser ejemplares, para los demás, de buena ciudadanía. En los distintos ambitos de la sociedad: familia, política, economía, sanidad, educación, ocio y tiempo libre, tenemos la obligación de ser buenos ciudadanos. De forma que la corrupción, pagar los impuestos, evitar la violencia, rechazar al diferente (de otros países, de otras creencias o ideologías...), participar en el espacio público, evitar el racismo, la discriminación, no deben de estar en nuestras agendas.
Nosotros creemos en la sociedad, como el germen de la familia humana por construir. Somos los ciudadanos conscientes, desde nuestra fe, de que el mundo que habitamos necesita nuestra mano de obra para hacerlo más justo y mejor de lo que está. Somos los constructores de un mundo mejor. Como buenos ciudadanos utilizamos las herramientas del diálogo, el respeto, la toleancia, la participación en las redes sociales, la solidaridad y el sentido crítico para que el camino entre todos sea más humanizador. No estamos solos en este camino. Somos coscientes de que nos acompañan, desde otras creencias y planteamientos de la vida, otros muchos hombres y mujeres que tienen los mismos sueños y utopías.
Además, somos ciudadanos creyentes. Seguidores de Jesús el Nazareno. Alguien podría pensar que debemos añadir no sé cuantas tareas y obligaciones 'cristianas' al compromiso de ser buenos ciudadanos como acabamos de señalar. A mí no se me ocurre ninguna más. Lo de ser cristiano es un estilo de vida, una alternativa social  que nos ayuda a enteder lo que significa y se nos pide para ser buenos ciudadanos.

Pero bueno, sí hay dos elementos distintivos, de nuestro ser cristiano, como exigencias de nuestra fe: La preferencia por los pobres y el testimonio de la comunidad. Son dos claves que tienen su origen en el mismo Jesús durante su vida pública. Si alguien acogió, protegió, promocionó e integró en la sociedad a los pobres, ese fue Jesús de Nazareet, basta leer los numerosos relatos que así lo muestran, por no hablar del juicio de las Naciones, en Mateo 25. Pero Jesús no hizo todo esto solo, desde el principio de su Misión, se rodeó de hombres y mujeres que fueron el inicio de la Comunidad Cristiana, germen de la fraternidad que Dios quiere para sus hijos.  Estos siguen siendo los dos grandes retos de sus seguidores e iconos para el mundo que vivimos.

Para terminar, desde la perspectiva creyente del "Creced y multiplicaos del Génesis", la familia humana, desde nuestra fe, la familia de Dios, se caracteriza por el amor que viven sus miembros, tanto como hijos e hijas de un mismo Dios (entendido como Padre y Madre) y como hermanas y hermanos que se desviven unos por otros. En esta familia se vive el cariño, la ternura, el perdón, la igualdad entre todos, la libertad, la paz y la justicia como rasgos normales de las relaciones familiares. Sin duda nuestra mejor aportación, como ciudadanos, a este mundo que habitamos.


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