BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

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UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 11 de septiembre de 2011

EDUCAMOS A NUESTROS HIJOS Y EDUCAMOS A NUESTROS ALUMNOS


El mes de septiembre, nos vuelve a la realidad. Aparecen las obligaciones, los trabajos, las responsabilidades... ¡Vamos! La normalidad con sus rutinas.
Las vacaciones desaparecen de nuestro horizonte. Las familias, ajustan los presupuestos, para las compras escolares de sus hijos. Las aulas, abren sus puertas para empezar las clases. Todo, todo, está dispuesto, después de unas merecidas, para seguir educando con nuevos bríos.
El discurso de que la familia es el único ámbito educativo, ya está superado. Claro, que los hijos viven en su casa, con sus familiares. Pero los mismos chavales, son alumnos en los colegios o en los institutos. Y pasan muchas horas de su vida en ellos. Por consiguiente, el ámbito escolar, sin la menor duda, también, es educativo.
Si por educar todos entendemos lo mismo o, al menos, coincidimos en lo fundamental, las cosas irán bien. Pero como los criterios educativos varíen, en lo esencial, igual nos estamos equivocando y los perjudicados son los chavales. Todo lo cual, se acentúa en una sociedad plural
Evidentemente, es la familia la que señala el horizonte de la educación que quiere para su prole. Por eso decimos que es la primera responsable. Sus funciones parentales así se lo exigen. Y, desde luego, son muchas las familias que se lo toman en serio. Lo que no quita que haya dificultades en el camino. Pero, también hay familias, para las que tener hijos no supone ningún problema; las complicaciones vienen después: No saben qué hacer con ellos. Así como, hay centros escolares, que se cierran a que lo "suyo" es transmitir conocimientos, pensando que, lo de educar a sus alumnos, le corresponde a sus padres. La miopía la tienen muy desarrollada.
Cuando hablamos de la educación en valores, nos estamos refiriendo, a esos valores que dignifican a la persona, que dan sentido a su vida, le ayudan a crecer de forma saludable y le facilitan integrarse en la sociedad, que vive, de forma comprometida. Para todo esto, la familia y la escuela se tienen que poner de acuerdo: hablando, reuniéndose, compartiendo planteamientos, ES DECIR, DEDICAR TIEMPO.
Ya sabemos, que hay otras instancias que influyen en la educación y crecimiento de las personas, como pueden ser las religiones, el grupo de amigos, o la sociedad en su conjunto; pero, si la familia y la escuela ponen las bases y marcan las metas a las que llegar, creo yo, que todo será más fácil. No se evitarán -ni se pretende- que existan dificultades, complicaciones y problemas, pero, lo de educar a nuestros hijos y educar a nuestros alumnos, irá por buen camino.

2 comentarios:

  1. GRacias por esta reflexión serena y acertada, Juanba. En este país sigue habiendo una asignatura pendiente que ya casi está en fecha de caducidad: un debate serio que se replantee el sistema educativo y haga una reforma que dure más allá del gobierno de turno. Un fuerte abrazo.

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  2. La verdad es que tienes razón, Elena, por eso que los de a pie tendremos que seguir haciendo el camino. Gracias por tu valoración y apoyo. Un abrazo.

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