BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

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UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 24 de octubre de 2010

LA VIDA ES COMO UN PUZZLE



HOY PRESENTO OTRA METÁFORA SOBRE LA PERSONA, PENSANDO EN LAS QUE TIENEN UNAS CIRCUNSTANCIAS DIFÍCILES.

La vida de cada persona es como un puzzle. El arte está en colocar correctamente cada pieza en su sitio y lo más interesante es que para realizar esta exigente, cuanto hermosa tarea, tenemos toda nuestra vida. Nadie se escapa de esta realidad.

Claro que hay variedad de puzzles: los hay de diez piezas, de cincuenta o de mil. Y unos son más difíciles de completar que otros. Los más grandes son un reto para la persona que los está formando, claro que también se pueden encajar las piezas en colaboración. Es evidente que más tarde o más temprano, el puzzle, que es cada persona, necesita de los demás para poder completarse y, al final, así es la vida, no se termina de formar nunca. Como esto es lo que suele ocurrir, lo que hay que hacer es llegar a ajustar la mayor cantidad de piezas posible.

En resumidas cuentas, dos suelen ser las posturas que suelen darse ante el puzzle de la vida: la primera es la de aquellas personas que se interesan por formar su puzzle aunque les cueste, pero saben y tienen la experiencia de que cada pieza colocada es una victoria en la construcción de su persona y un paso más para disfrutar de la felicidad que se deriva de dicho esfuerzo; la segunda postura es la de aquellas personas que tiran la toalla, por mil razones; siempre se dejan abiertas justificaciones; con lo cual, viven siempre la frustración y el sentimiento del fracaso por la incapacidad de componer su puzzle. De esta segunda postura pondré algunos ejemplos:

Algunas personas, ante las primeras dificultades, suelen tirar la toalla y dejan su puzzle con muy pocas piezas colocadas, su vida está desdibujada y tienen un sentimiento de fracaso y de inutilidad.

Otras personas han tenido la mala suerte de que alguien les ha robado alguna pieza o se la han roto y, cuando no aparece esa determinada pieza, se desaniman. Claro que existe la posibilidad de reconstruir la pieza y entonces pueden seguir formándolo.

Hay quienes extravían alguna de sus propias piezas y así tienen la excusa de que no pueden acabarlo, evidentemente se están engañando a sí mismas.

Otras personas se encuentran a gusto con las piezas en desorden y no se plantean colocarlas en el lugar que les corresponde. Eso sí, en las ocasiones propicias se quejarán y hablarán de lo complicada que es la vida, incluso de la mala suerte que tienen.

Hay gente que se pone a trabajar con entusiasmo, pero a la primera dificultad dicen que es muy complicado el puzzle y abandonan pronto el empeño.

También existen aquellos que quieren formar su puzzle con las piezas de otras personas, sobre todo si éstas ya llevan adelantado su puzzle; así viven de las rentas de los demás. Alaban, eso sí, el puzzle de los exitosos, pero no hacen nada por imitarlos. En esta línea, hay otros individuos que prefieren lamentarse con la finalidad de que los demás hagan su puzzle y ellos se quedan cómodamente viviendo del cuento, y no quieren caer en la cuenta de que nadie puede formar el puzzle de nadie, pues cada persona es diferente.

Hay personas a quienes les da miedo su propio puzzle, por lo complejo que les parece, y se asustan. Entonces buscan la evasión y de esa manera no se complican la vida. Claro, su puzzle queda sin hacer.

Algunas personas se encuentran con la sorpresa de que tienen piezas de otros puzzles, lo cual les crea un cierto estado de ansiedad porque lo tienen todo mezclado y, al ponerse tan nerviosas por tanto barullo, se sienten desbordadas y abandonan su tarea.

No faltan quienes quieren hacer su trabajo solos y se cansan o se frustran ante tantas piezas que tienen que colocar.

En fin, así podíamos seguir hasta el infinito, pues hay tantas posibilidades como personas.


ALGUNOS TRUCOS PARA COMPLETAR EL PUZZLE

-Aceptar que todas las personas somos básicamente iguales; por consiguiente, lo del puzzle es una tarea que ha de realizar todo el mundo.
-Tener voluntad de componer el puzzle, pese a las muchas dificultades que se irán presentando.
-Conocer todas las piezas del puzzle, así será fácil buscarles su sitio.
-Tener paciencia, pues todas las piezas no encajan a la primera.
-Asumir que se pueden perder o romper las piezas, o que te pueden quitar alguna de ellas, pero que también se pueden encontrar o rehacer; nada hay irreversible.
-Que hay personas de confianza que nos pueden ayudar a formar nuestro puzzle, sin olvidar que cada cual es el último responsable del suyo.
-El orden y un buen método para colocar las piezas facilitan mucho las cosas. El azar y la improvisación no son buenos consejeros.
-Seguir construyendo el puzzle, aunque pueda estar un tiempo parado, pues hay circunstancias que nos pueden paralizar.
-Que tenemos toda la vida por delante; no hay que preocuparse porque seamos jóvenes y no lo tengamos acabado.
-Incluso un mal día podemos destruir parte del puzzle encajado, pero podemos volver a reconstruirlo, pues ya conocemos el lugar que ocupan algunas de las piezas.

Al final, como los niños y niñas que completan un puzzle, tendremos la cara de alegría y satisfacción porque lo hemos conseguido. Es el premio a nuestra tarea y a nuestra constancia por formar nuestro puzzle, o sea, por construirnos y realizarnos como personas.

2 comentarios:

  1. La metáfora está bien, y sí me da pena la variedad de personas que existimos. Ni todos tenemos la misma suerte.

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  2. Muchos tenemos la suerte de encontrar personas en nuestros caminos que nos ayudan y orientan a llenar nuestro puzzle pero siempre bajo la responsabilidad nuestra, que buena reflexion un abrazo Adriana

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