De auténtica vergüenza lo de los incendios en el campo de refugiados de Moria, en la isla de Lesbos (Grecia). Hombres y mujeres que ya sufrieron al llegar, que lo estaban pasando mal en los campamentos y que ahora, con los incendios, se han quedado sin nada,
La Europa cristiana, con distintos apellidos: anglicanos, católicos,
ortodoxos y protestantes ¿dónde están metidos?
Los ateos europeos ilustrados de
la libertad, igualdad y fraternidad ¿dónde están? Unos y otro en sus
parlamentos, en sus bares, en sus estadios de fútbol, en sus casas... Hablando
y hablando pero con los brazos cruzados. Muchas lamentaciones... para nada. Y
algunos encima se indignan porque vienen.
Además no me olvido de los que son indiferentes. Les da igual las religiones y los ateísmos, van a su bola y les trae sin
cuidado estos asuntos, como mucho se dedican a criticar y hablar mal.
Y, sin
embargo, por lo visto a todos se
nos ha olvidado que nuestra prosperidad, nuestro progreso, nuestro bienestar ha
sido y está siendo a costa de ellos... ¡Así se lo agradecemos!
La herencia que hemos recibido les pertenece a ellos. A caso los
apellidos que tenemos de nuestros padres, nuestros abuelos, nuestros tatarabuelos...
no son los mismos que tuvieron y tienen los descubridores y conquistadores de
nuevas tierras, colonizadores de las riquezas de otros continentes e
imperialistas dominantes hasta nuestros días. ¿No fueron las potencias europeas
las que diseñaron los actuales países africanos, árabes,... empobrecidos y en
conflicto actualmente?
¡Qué hipócritas! Encima cerramos las fronteras, ponemos alambradas,
levantamos muros,... para que no pasen los empobrecidos y refugiados que nos
llegan ¿Acaso no vienen a disfrutar, con nosotros, de lo que es suyo?
Tanta fe, tantas creencias, tantas ideologías y filosofías humanistas y
ateas... ¿Para qué? Me pregunto qué hacen en el Parlamento y demás instituciones europeas.
A qué se dedican los diferentes países europeos y sus parlamentos. No estoy
hablando de asistencialismo, hay que ir a lo estructural, a las verdaderas
soluciones del problema.
Se están escribiendo, durante años, muchas editoriales,
muchos artículos, muchas reflexiones; se habla en muchas tertulias
radiofónicas y televisivas, bueno, y para qué sirve toda esa verborrea.
Como si esto fuera asunto de la Cruz roja, de Cáritas o de las OENEGÉS
Que yo sepa, todos nos aprovechamos del petróleo, del coltán, de la
madera, del oro y los diamantes, y demás materias primas que nos vienen de los
países empobrecidos. Empobrecidos en gran parte por nosotros. Luego se nos
llena la boca de palabras como justicia, paz, igualdad, derechos humanos,
solidaridad,...
Bueno para qué seguir. Que cada cual saque sus conclusiones.
NOTA: Sin eliminar el fondo y la forma de lo planteado, debo decir que, muchas
OENEGÉS a lo largo de Europa, está despertando y reaccionando. Y la Iglesia,
con el Papa Francisco, sigue abriendo sus centros y locales dando respuestas,
aunque limitadas, entre otras cosas, porque no todos los cristianos están por
la labor.
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