BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 25 de abril de 2021

ECHANDO UN RATO CON MI INTERIOR, LO MÁS HONDO DE MÍ. NO ES FÁCIL

 



¡Hola! ¿Estás ahí? ¡Naturalmente?... Bueno, con tanta pandemia -y no es para menos- nos olvidamos de muchas cosas importantes. También, están las redes sociales, que nos entretienen hasta el último segundo de cada día; el caso es que casi nunca hablamos de nosotros mismos (con nosotros mismos), de nuestra individualidad, de lo más interior de nuestra realidad personal. Es como si estuvieran separadas, en nuestra misma persona, por una parte, la realidad externa, la que se relaciona con los demás y el mundo y, por otra, la realidad interna, nuestro ser más íntimo, que tenemos oculto a las otras personas y...¡tal vez a nosotros mismos!. En fin, me tomo la confianza y transcribo la última llamada telefónica, entre el TU (el yo exterior) y el YO (el yo interior).
“Tú: ¡Hola!.... ¡hola!... ¿estás ahí?
-Yo: ¿Me lo dices a mí?
-Tú: Pues, claro. No hay nadie más.
-Yo: Es que resulta tan raro. Pues creí que te habías olvidado. Hace tanto tiempo que no hablamos... que ya creía...
-Tú: Sabes de sobra que ando muy ocupado. Que apenas tengo tiempo. Y que...
-Yo: ¡Oye!, podías cambiar de cantinela, eso ya me lo dijiste hace unos años.
-Tú: Venga ya. ¿Es que no te hablo todas las noches? Bueno por lo menos me parece a mí.
-Yo: Pues, eso, te parece a ti. Porque yo no me entero.
-Tú: ¿No te acuerdas de la última vez que resolvimos un problema que me había venido del trabajo y te lo consulté? No ves como si cuento contigo.
-Yo: Lo que te digo. Que solo te acuerdas de mí cuando tienes problemas. Mientras tanto, aquí, cada vez más encerrado y más oculto con todas las cosas que me vas echando encima. Total, que me aburro y me asfixio. Mira, por lo menos podías ser más limpio y ordenado. Sabías que con cada jaleo, en el que metes las narices, más me ocultas. Y es que te gusta estar danzando por ahí y los demás que se apañen.
-Tú: Algo de razón tienes. Sabes que me gusta complicarme la vida.
-Yo: Si está bien, lo de complicarse la vida, pero sin olvidarte de mí ¿es que ya no te acuerdas de que formo parte de tu vida?
-Tú: Lo que ocurre es que a veces no quiero hablar contigo, porque me dices las cosas como son y a mí me gusta vivir sin tener en cuenta tantas responsabilidades. Mira, es más cómodo estar haciendo cosas, estar distraído con la gente, tener ocupaciones, sentirte útil para los demás,... ¡qué te voy a decir que tú no sepas!
-Yo: Ahora quieres hacerte el interesante. Pues no me sirven tus justificaciones. Mucho, mucho por ahí a fuera pero, la casa propia sin barrer.
-Tú: Vale, vale. Pero no voy a estar como la estatua del ‘Pensador’  francés ¿no?
-Yo: Como la estatua no, pero no me digas, que un ‘paseíto’ por el campo, una lectura sosegada, disfrutar de la música que tanto nos gusta, conversar con más frecuencia, como ahora lo estamos haciendo, no crees que sería estupendo. Las verdad que todo esto lo hecho de menos. En el fondo es que me encuentro solo. Y no es que me des envidia, pero podías dedicarme más tiempo.
-Yo: ¡Ah! Y es más, cuando me tienes tan solo y casi olvidado, pues, me da la sensación que... hasta pierdo el sentido de las cosas, incluso de nuestra propia vida. Como que todo lo que teníamos en común se va desdibujando. Curiosamente, experimento que si tenemos mucha comunicación ¡como en los viejos tiempos! ¿Te acuerdas? Pues que todo me va mejor. Bueno nos va mejor. Pero cuando te vas por ahí y te metes en tus líos, pues,... La verdad, chico, no sé si me entiendes.
-Tú: Hombre, razón no te falta. Y estoy contigo que a más diálogo y comunicación, pues, que nos van las cosas mejor. Pero uno se mete en este mundo que vivimos y al final termina desbordado y olvidándose de lo más importante. Porque tú sabes que yo, otras veces, te he manifestado que todo esto de lo que estamos hablando es muy importante.
-Yo: Sí, pero como te he dicho otras veces, lo verdaderamente importante es aquello a lo que le dedicamos tiempo, así que... tú verás.
-Tú: En eso tienes razón. Dedicarnos tiempo. Aunque eso a veces me duele, pues, sueles recordarme las cosas, que en muchas ocasiones quiero olvidar. Si te digo la verdad me resulta más cómodo ir a mi aire, sin esperar que nadie me diga nada. No quiero que me incomoden.
-Yo: Sí, pero ese es el precio que debes pagar; si quieres para ti lo que predicas a los demás. Joven, es lo que se llama coherencia con lo que crees y piensas.
-Tú: No ves, si te vas a poner así...
-Yo: Bueno, chico no se te puede decir nada.
. . .din, don, dan. . .
-Tú: ¡Vaya! el móvil ... ¿Te parece que lo dejemos para otro día?
-Yo: Para qué te voy a discutir, si eres tú el que vienes y vas.

-Tú: Entonces, hasta otro día, y perdona, pero me llaman.

domingo, 18 de abril de 2021

Por las mañanas me gusta pasear temprano. Tengo la suerte de vivir en una zona en la que el campo está cerca y hay muchas zonas ajardinadas. ¡Qué gozada! Uno de mis placeres es saborear el frescor de la mañana. Me gusta madrugar. Según caminaba disfrutaba de una agradable sinfonía de colores, de olores y del trinar de los pájaros. Hoy es domingo, imagínense, las calles apenas sin coches, con algunos ciclistas y, para completar el paisaje, simpáticas personas paseando a sus perritos. Lo único es lo de la mascarilla.

En esta época también da gusto ir por los campos. Se ven como extensísimas alfombras de color verde. De hecho la cebada y el trigo ya están con sus tallos largos y sus espigas cuajándose. Estas tierras andaluzas siempre van por delante. El colorido de la madre naturaleza es generoso y bello. Y no digamos nada de sus delicados y agradables olores. La esperada primavera es acogida con júbilo y alegría, después de un invierno austero y frío. Así, la explosión de vida primaveral, nos llena el ambiente rutinario de la desnudez invernal.

Los caudalosos ríos transportan la savia nueva, que la copiosa lluvia y nieve, fueron regando en cumbres, llanos y montañas. El agua que es la vida, nuestra vida, sigue dando vida allá por donde pasa. Da gusto ir a la montaña y ver las espectaculares cataratas que se forman en algunos rincones de los ríos que bajan aceleradamente de las alturas. Algunas imágenes son espectaculares. Numerosos poetas han cantado y cantan a la primavera, parecería que es la estación anual que mejor alberga el espíritu humano.
Si miramos más de cerca, también la primavera nos afecta a las personas, a las familias, a las ciudades. Ahora es el tiempo de las alergias y, quién más o quién menos, necesitamos de antiestamínicos para sobrellevarlas. Aunque la primavera la acusan, de forma más preocupante, a otras personas que les alteran su estados de ánimo e incluso sus conductas.
Algunas religiones, como la cristiana,  tienen su  ‘tiempo fuerte’ en esta época del año. Lo ritmos lunares siguen marcando la expresión religiosa. En las fiestas cristianas de Semana Santa se celebra la vida. Si en el invierno parece que todo está muerto y con la primavera renace la vida, paralelamente, los cristianos celebramos el triunfo de Jesús Resucitado sobre la muerte, por cierto, una muerte cruel e  injusta. 
Ahora que estoy escribiendo estas palabras, sigo escuchando el trino de los pájaros que revoletean por el jardín, que ya empieza a engalanarse con sus flores y sus olores. Algunos árboles se están despertando y nos muestran sus brotes, otros ya han florecido. Es lo que tiene el encanto de la primavera. Los naranjos tienen su protagonismo especial, ahora están ofreciéndonos sus pétalos y llenando las aceras de blancura. El olor es intenso, por lo que el ritmo de los pasos es más lento para disfrutarlo. En la primavera los sentidos, desde luego, están muy agradecidos por todo lo que huelen, sienten y ven. Aunque, en realidad, nosotros somos los afortunados.

domingo, 11 de abril de 2021

 


No, amigos, no se trata de hacer de cronista, de la infancia esclavizada en la Edad Media. Se recurre a la historia para aprender de ella, pero no es el caso. En esta ocasión, mi reflexión es de escandalosa y rabiosa actualidad.
El lamentable origen, de este día Internacional de la infancia esclavizada, es muy reciente: El 16 de abril, de 1995, las mafias textiles dedicadas a la explotación infantil, asesinaban a un niño pakistaní, de 12 años, su nombre: Iqbal Masih.

Iqbal Masih, pese a su corta edad, había denunciado la situación de esclavitud en la que estaban él y numerosos niños, haciendo alfombras, para las mafias que acabaron teminando con él. Empresarios sin escrúpulos que no piensan en nada más que sus propios intereses y no miran por los demás, aunque sean niños y niñas... pobres.
La realidad denunciada es que tanto en Eurasia, como en América y en África, hay millones de niños esclavizados. Desde su más tierna infancia (con cinco añitos, casi es tarde para empezar a explotarlos)son llevados a las minas, a los campos, a empresas de todo tipo: calzado, ropa, material deportivo,... cualquier oficio es bueno para que abandonen su ¿hogar?, su ¿familia?, la ¿escuela?, sus juegos,... y se pongan a trabajar 8, 10 ó 15 horas diarias. ¡Hay que ganarse la vida! Pero de qué vida estamos hablando.
Este día es la ocasión, para recordar con indignación, a los muchos chicos y chicas que son reclutados, como guerrilleros, en los conflictos bélicos que organizan sus padres, sus políticos, las multinacionales, en definitiva, los adultos que deberían responsabilizarse de su buena educación y crecimiento como personas.
También es el día para denunciar, con rabia, la explotación que numerosas niñas, desde su más tierna infancia, son "vendidas" al comercio del sexo-turismo y la prostitución infantil. ¿Cómo será su futuro? No es difícil imaginárselo. Por cierto, todo esto es un negocio que mueve en el mercado millones y millones de euros, dólares,... y, sin la menor duda, los promotores son abogados, políticos, empresarios, familiares, banqueros, mafiosos, etc, etc. Mala gente en su conjunto.
Niños y niñas, adolescentes y jóvenes, que son explotados, esclavizados, vendidos, secuestrados. Les han robado la infancia, la escuela, su eduación, sus juegos, sus travesuras, sus derechos, en definitia, su dignidad como personas.
Las estadísticas nos hablan de cifras escandalosas: más de 400 millones de niños hasta 14 años, de los cuales en torno a 130 millones, tienen, como mucho, 5 añitos. Para una mejor actualización de todos estos datos, el vienes que viene, 16 de abril, nos los dirán mejor, las televisiones, la prensa, y las redes sociales.
A veces me pregunto, ¿qué me aporta a mí tanta miseria humana y explotación infantil?: ¿Calzado y ropa?, ¿Material deportivo?, ¿Petróleo, cacao, café? ¿Por eso necesitamos el comercio justo? Les dejo la posibilidad de hacerse más preguntas.

No olvidemos que formamos parte y también nos beneficiamos del sistema económico -cada vez más globalizado- que permite todos estos abusos, sobretodo, cuando se miran más los beneficios económicos que los valores éticos de las personas, en este caso de la infancia.
¿En qué medida nuestro bienestar (directa o indirectamente) no está afectado de toda esta historia?

domingo, 4 de abril de 2021

CREO EN JESÚS RESUCITADO Y LE PIDO VALOR PARA SER SU TESTIGO



Sí, Jesús ha resucitado, y la Fe cristiana se basa en esta contundente afirmación. En su primer discurso, el apóstol Pedro, proclama: “A Jesús lo resucitó Dios y todos nosotros somos testigos” (Hch 2,32)

Sin la resurrección de Jesús de Nazaret, no existiría la Iglesia, no habría cristianos, no funcionarían las parroquias, las escuelas católicas, ni existirían las distintas instituciones y ONGs, relacionadas con el cristianismo, como Caritas y Manos Unidas… En este sentido,  Pablo, dijo: “Si Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe” (I Corintios 15,14).
El Dios cristiano, Padre, Hijo y Espíritu Santo, autentifica todo lo que había dicho y había hecho, durante su estancia en la tierra, Jesús de Nazaret. El Dios encarnado no acaba con el fracaso de la muerte –como si hubieran tenido razón los que le condenaron a muerte y le crucificaron-. No. El Dios encarnado, garantizó y avaló toda su Misión con la RESURRECIÓN.
Hay unidad y continuidad entre Jesús de Nazaret y Cristo resucitado. Esta es nuestra fe. Y si Jesús resucitó, nosotros también resucitaremos. Jesús venció a la muerte.
De una forma, un tanto original, me gustaría señalar las 15 estaciones que expresan el Misterio del Dios encarnado, dando unidad a toda la vida de Jesús de Nazaret:

1. EL FINAL DE JESÚS: LA RESURRECIÓN, siendo la expresión máxima de la Buena Noticia.
2. Pero antes: FUERON LA PASIÓN Y LA MUERTE, sin duda, consecuencias lógicas de la coherencia de vida que llevó.
3. Pero antes: FUE LA ÚLTIMA CENA, símbolo de la Nueva Alianza y manifestación plena de su servicio y entrega. En este contexto nos da el nuevo mandamiento del amor.
4. Pero antes: NOS ENSEÑÓ A ORAR: desde su propia experiencia, con la oración del Padre nuestro, verdadera síntesis de sus enseñanzas.
5. Pero antes: FUE LA PREDICACIÓN, de un Reino Dios, en el que proclama a un Dios, como Padre y Madre, que ama con entrañas de misericordia a todos sus hijos e hijas y quiere la felicidad para toda su familia.
6. Pero antes: FUERON LOS MILAGROS, verdaderos signos de la presencia y el obrar del Dios del Reino.
7. Pero antes: FUERON LAS PARÁBOLAS, relatos que nos marcan el camino para la construcción de Reino de Dios.
8. Pero antes: FUE A LA SINAGOGA Y AL TEMPLO, a dar su testimonio, aunque le acarrease problemas y le complicaran la vida.
9. Pero antes: FUE POR CAMINOS, PUEBLOS Y CIUDADES, haciendo llegar a todo el mundo La Buena Noticia, especialmente, a los pobres, excluidos y necesitados.
10. Pero antes: FUE LLAMANDO A LOS DISCÍPULOS, futuros continuadores de su Misión y germen del Pueblo de Dios.
11. Pero antes: INICIÓ LA MISIÓN DEL REINO, sintiéndose enviado por el Espíritu y cumpliendo, así, la voluntad de su Padre.
12. Pero antes: FUE AL DESIERTO, preparándose, desde el silencio y la oración, para la Misión que tenía encomendada.
13. Pero antes: DEJÓ SU PUEBLO Y SU FAMILIA, como exigencia previa para desempeñar la tarea del Anuncio del Reino.
14. Pero antes: CRECIÓ COMO UN HOMBRE MÁS, mostrando su condición humana ante sus familiares y vecinos.
15. Pero antes: SE ENCARNÓ, como máxima manifestación de un Dios, que tanto nos amó, "que nos envió a su Hijo único para que nos diera vida" (1 Jn 4,9)