Hoy día de la Santísma Trinidad, los Hermanos de la Salle, renovamos nuestro Seguimiento a Jesús, el sí que le dimos a nuestro Dios Padre y Madre, animados por el Espíritu. A continuación escribo la oración a la Santísima Trinidad, nuestro Dios comunitario y amoroso, que sustenta mi vida (nuestras vidas).
Padre,
Tú me diste la vida
para vivirla en plenitud.
Que no me quede a mitad
del camino.
Que dedique tiempo a mi
crecimiento y desarrollo personal.
Cuando me vengan
dificultades y problemas ayúdame a afrontarlos
y a integrarlos en mi vida.
Cuando me vengan alegrías
y satisfacciones, que sepa disfrutarlas con generosidad.
En las noches oscuras de
la vida no me dejes solo.
Cuando aparezcan mis
incoherencias, desajustes, mentiras y engaños mantén despierta mi
conciencia, para que sepa responder a tu voluntad.
Dame fuerzas
para ser creativo, que no pueda conmigo la rutina
y que sepa leer para cada
día lo que esperas de mí.
Que la oración para hablar
contigo y llenarme de ti
sea un ejercicio diario y
no la abandone.
Y que la paz inunde mi vida para irradiarla a las
personas que me rodean.
Señor Jesús,
Tú nos diste, la
Comunidad Lasaliana,
para vivir juntos,
Hermanos y Seglares, la fraternidad de los hijos de Dios.
Que ya no sea ‘yo’, sino
‘nosotros’.
Ayúdanos a sentirnos
hermanos y hermanas de la misma Familia.
Anímanos a dedicarnos el
tiempo que nos merecemos.
A regalarnos ideas,
presencia, disponibilidad y servicio.
Que sepamos decirnos las
cosas del día a día para alegrarnos,
ayudarnos, corregirnos y,
así, seguir creciendo.
Que disfrutemos de la
compañía de nuestros hermanos y hermanas
en el trabajo, la comida,
el ocio, el tiempo libre y la oración.
Que nuestras oraciones
para hablar contigo no sean rutinarias ni aburridas,
más bien que nos acerquen
a ti, para que llenos de tu Espíritu te llevemos a los demás.
Que nuestra fraternidad
vivida sea signo para cuantos nos rodean y, así,
puedan decirnos como a los
primeros cristianos: “mirad como se aman”.
Espíritu Santo,
Tú nos enviaste a una
Misión para evangelizar desde la educación,
para extender tu
evangelio y tu Reino, desde las aulas y otras obras socioeducativas.
Cuenta con nosotros,
Hermanos y Seglares, para anunciar tu Reino,
compartiendo la Misión de
la educación humana y cristiana.
Que seamos creativos ante
un mundo que no se deja evangelizar porque tiene otras ofertas.
Que nuestro tiempo para la
Misión sea de calidad y amor.
Que mirando alrededor
lleguemos a las personas que nos necesitan
y a quienes nadie presta
su atención,
aunque ello suponga
apertura de nuevas obras o campos de misión.
Que nuestra formación siga
siendo sistemática y permanente
y no nos dejemos llevar por
lo de siempre.
Ayúdanos a dar respuestas
nuevas, a las preguntas nuevas
que nos hacen las personas
a las que evangelizamos.
Que sigamos, Hermanos y
Seglares, compartiendo el mismo carisma y la misma misión,
porque Tú nos has llamado
a todos.
Que todos juntos caminemos
hacia la
Asociación Lasaliana
para sentirnos, así, parte
de una gran Familia,
que aún sigue siendo, hoy, de ‘gran necesidad’.
Amén
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