Mañana tenemos una Videoconferencia, desde el Hogar.
Estamos en la Semana de la Salle (del 11 al 15 de mayo) y queremos
abrir nuestras puertas para que se nos siga conociendo. Aunque la sesión
será para presentar la Comunidad del Hogar formada por Hermanos y
Seglares, también diremos unas palabras de los que representa el Hogar
la Salle para la Familia Lasaliana. Por eso hoy, me dedicaré a describir
brevemente lo que es el Hogar la Salle.
Como iniciativa
social, en el Hogar la Salle, interaccionamos más de 200 personas. Ahora
con el parón del Coronavirus sigue activo, solamente, el Hogar de
Emancipación y los niños del Aula Abierta (vía On line), el resto de las
actividades las hemos clausurado y ya lo lamentamos.Decir,
que los residentes y participantes, en
los diferentes programas, proceden de África, América y Europa, unos 10
países. En cuanto a las creencias, estamos tanto cristianos católicos,
como evangélicos y ortodoxos; también, hay musulmanes y, puntualmente,
budistas. Es un centro totalmente plural, como la sociedad misma.
En el Hogar de Emancipación, viven 12 jóvenes inmigrantes extutelados, en un programa intenso, de dos años; en el que priman los estudios académicos y la formación profesional. Como grupo de convivencia, entre subsaharianos y magrebíes, se acentúan las actitudes del respeto, el diálogo y la tolerancia. Por cierto, no es tarea fácil.
En el Centro de día, se da cita el grupo de personas más numeroso, desde niños de primaria y secundaria, hasta personas adultas que participan en los diferentes talleres (Peluquería, Electricidad, Corte y Confección, Educación vial,...)que ofrecemos en colaboración, especialmente, a través de Semillas de Esperanza, una red eclesial formada por Cáritas, la Obra social de Hospital de San Juan de Dios y el Hogar La Salle. Del recorrido que llevamos estámos muy contentos.
Claro que para llevar esta iniciativa social, se requiere de personas entregadas y disponibles, estoy refiriéndome tanto a los voluntarios, como a los profesionales. Precisamente la responsabilidad institucional, que tiene la Asociación Hogar la Salle, es la de disponer de un personal cualificado que favorece la interacción de todas las personas, de las que venimos hablando, con vista a la integración social que pretendemos.
Formamos una familia variopinta, sí, pero familia. De ahí que el lema: Sí, la fraternidad es posible, queremos que impregne toda la vida cotidiana en el Hogar la Salle, desde la mañana a la noche. El empeño es ambicioso, pero ni siquiera las dificultades que van apareciendo, en el día a día, merman nuestra ilusión por llevar adelante este hermoso proyecto.
Somos conscientes de que disponemos de poco tiempo, y que nuestra aportación es modesta, porque los procesos formativos y educativos duran toda la vida, pero, en el margen que disponemos de meses y de pocos años, no escatimamos esfuerzos para que, lo que ofrecemos, no se quede en saco roto. La verdad es que en estos asuntos, no nos diferenciamos de las demás Instituciones, Asociaciones y Ongs, de este sector social, por eso mismo, junto con ellas, seguimos en el intento.
En todo esto, una palabra clave es la interacción de todos con todos. La experiencia de años me viene confirmando, que si puedo aportar algo a los demás es porque estoy abierto a recibir sus aportaciones. No educo sino me dejo educar. La confluencia de tantas culturas y creencias en el Hogar, es una riqueza para todos. Y todos salimos ganando, por eso hablamos de integración.
Estamos tejiendo la utopía de que otro mundo es posible, creemos que la sociedad no puede seguir discriminando, dividiendo, construyendo fronteras, rechazando y excluyendo a los pobres y marginados. Tenemos la firme convicción de que todas las personas tenemos la misma dignidad y derechos humanos, es más, que formamos la gran familia humana en la que caben todas las creencias, razas, hombres y mujeres, de ahí nuestros desvelos por conseguir la integración y convivencia entre todas las personas.
En el Hogar de Emancipación, viven 12 jóvenes inmigrantes extutelados, en un programa intenso, de dos años; en el que priman los estudios académicos y la formación profesional. Como grupo de convivencia, entre subsaharianos y magrebíes, se acentúan las actitudes del respeto, el diálogo y la tolerancia. Por cierto, no es tarea fácil.
En el Centro de día, se da cita el grupo de personas más numeroso, desde niños de primaria y secundaria, hasta personas adultas que participan en los diferentes talleres (Peluquería, Electricidad, Corte y Confección, Educación vial,...)que ofrecemos en colaboración, especialmente, a través de Semillas de Esperanza, una red eclesial formada por Cáritas, la Obra social de Hospital de San Juan de Dios y el Hogar La Salle. Del recorrido que llevamos estámos muy contentos.
Claro que para llevar esta iniciativa social, se requiere de personas entregadas y disponibles, estoy refiriéndome tanto a los voluntarios, como a los profesionales. Precisamente la responsabilidad institucional, que tiene la Asociación Hogar la Salle, es la de disponer de un personal cualificado que favorece la interacción de todas las personas, de las que venimos hablando, con vista a la integración social que pretendemos.
Formamos una familia variopinta, sí, pero familia. De ahí que el lema: Sí, la fraternidad es posible, queremos que impregne toda la vida cotidiana en el Hogar la Salle, desde la mañana a la noche. El empeño es ambicioso, pero ni siquiera las dificultades que van apareciendo, en el día a día, merman nuestra ilusión por llevar adelante este hermoso proyecto.
Somos conscientes de que disponemos de poco tiempo, y que nuestra aportación es modesta, porque los procesos formativos y educativos duran toda la vida, pero, en el margen que disponemos de meses y de pocos años, no escatimamos esfuerzos para que, lo que ofrecemos, no se quede en saco roto. La verdad es que en estos asuntos, no nos diferenciamos de las demás Instituciones, Asociaciones y Ongs, de este sector social, por eso mismo, junto con ellas, seguimos en el intento.
En todo esto, una palabra clave es la interacción de todos con todos. La experiencia de años me viene confirmando, que si puedo aportar algo a los demás es porque estoy abierto a recibir sus aportaciones. No educo sino me dejo educar. La confluencia de tantas culturas y creencias en el Hogar, es una riqueza para todos. Y todos salimos ganando, por eso hablamos de integración.
Estamos tejiendo la utopía de que otro mundo es posible, creemos que la sociedad no puede seguir discriminando, dividiendo, construyendo fronteras, rechazando y excluyendo a los pobres y marginados. Tenemos la firme convicción de que todas las personas tenemos la misma dignidad y derechos humanos, es más, que formamos la gran familia humana en la que caben todas las creencias, razas, hombres y mujeres, de ahí nuestros desvelos por conseguir la integración y convivencia entre todas las personas.
El Equipo de Pastoral de La Salle Andalucía y Melilla, nos ofrece tres
oportunidades para compartir nuestro “ser de La Salle” del 11 al 15 de
mayo. Entra en https://bit.ly/semanalasalle para comprobarlo.
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