El día 8 de marzo, se está
organizando un número de manifestaciones que quieren dejar pequeña la referencia del año pasado.
Las mujeres siguen haciendo presencia pública y reivindicativa para alcanzar la
igualdad entre los hombres y las mujeres.
Y es que el 8 de marzo es el día de la mujer por excelencia.
He querido buscar el inicio de este “Día internacional de la mujer
(trabajadora)” y me encuentro, en las diferentes fuentes, que no está
muy claro su origen. Ni siquiera en el título. En todo caso, hay consenso en
aceptar que, a finales del siglo XIX y los primeros años del siglo XX, fue
surgiendo, en el mundo laboral, un movimiento reivindicativo por parte de las
mujeres, para alcanzar la igualdad con los hombres. Esta situación se fue
extendiendo a todos los ámbitos de la esfera social. En España hay que esperar
a 1978, para que las leyes regulen sobre la igualdad entre los hombres y las
mujeres.
En fin, en todo esto me remito a la ONU que, desde su fundación, va a
liderar este proceso de liberación e igualdad entre la mujer y el hombre: “La
Carta de las Naciones Unidas, firmada en San Francisco en 1945, fue el primer
acuerdo internacional que proclamó que la igualdad de los sexos era un derecho
humano fundamental. Desde entonces, la Organización ha contribuido a crear un
legado histórico de estrategias, normas, programas y objetivos concertados
internacionalmente para mejorar la condición de la mujer en todo el mundo.
Dando un paso más, vemos que en el
siglo XXI, aún, no
podemos cantar victoria. Sí, hemos avanzado un poquito, no lo vamos a negar,
pero un poquito. Incluso en las sociedades que llamamos “avanzadas”,
“desarrolladas”, “del primer mundo”… lo
de la igualdad plena… está por llegar. Y no me siento pesimista.
¡Cuidado! Que no soy feminista radical. Soy un hombre que cree en la igualdad
de todos los seres humanos, sean hombres o mujeres, negros y blancas,
cristianos y budistas, ateas y musulmanes, pobres y ricos… afirmo en todas las
personas la misma dignidad y los mismos derechos.
Me gusta,
cuando puedo, consultar
la prensa digital, ver los telediarios, oír la radio y sigo constatando que a
lo largo y a lo ancho del planeta:
las mujeres
son víctimas mortales a manos de sus parejas (machismo), el analfabetismo tiene
mayor incidencia en las mujeres, se les sigue mutilando como si fueran animales
(ablación del clítoris), no se les da el mismo protagonismo que a los hombres
en muchas religiones (por ejemplo la cristiana), son utilizadas y vendidas como
esclavas sexuales (desde su más tierna infancia), el derecho al voto no lo han
conseguido en numerosos países, nacer mujer sigue siendo una desgracia en
bastantes familias, son encontradas asesinadas en las cunetas o en al campo en
países latinoamericanos… para que seguir.
(Sin duda me dirán, un sector de hombres y también de mujeres, que algunas “féminas”… ¡Son de
cuidado! Y no se lo voy a negar “porque
son algunas mujeres”; pero en comparación con los millones de mujeres
que existen en el mundo en la situación que acabo de enumerar, se merecen
que al menos, un día en el año de forma especial, las recordemos, las
honremos y las tengamos en cuenta para que no bajemos la guardia en su lucha
por la igualdad)
Desde este
Blog, animo a que sigamos trabajando por la igualdad de los hombres y las
mujeres de todo el mundo, eso sí, todos los días del año. La casa común que estamos
construyendo, con la globalización, no
se podrá mantener -en pie- sin esta anhelada y deseada igualdad.
Subscribo todo lo que expones. Mirando los últimos cincuenta años los avances en nuestro país han sido enormes pero aún queda tarea. Creo que lo más útil es centrarnos en lo que podemos avanzar desde nuestro día a día; los actos de 'microigualdad', desterrar la culpa aprendida en mujeres y hombres y convertir nuestro comportamiento cotidiano en un testimonio de igualdad.
ResponderEliminarYo por eso siento que en realidad este día es uno más en la lucha contra la violencia y la victimización. Las mujeres por suerte somos mucho más que eso, que perdedoras o ganadoras. Me sentiría más cómoda si fuera el día de la "mujer oprimida por ser mujer", que evidentemente es algo que existe tristemente. Ahí saldría a la calle a luchar por ellas y por mí misma cuando me he visto así. Pero si hasta yo misma pasé por eso, sólo fue una mala experiencia, una etapa, etc. No un estado permanente. Yo estoy viva y mis roles sociales (por suerte) también. De donde se me trata mal me voy. Y por eso prefiero No tener un día que me recuerde erróneamente que yo soy el sexo débil (ni tampoco un género superior). Yo soy un ser humano (y No una sera humana) que lucha por la discriminación en todas sus formas. Y que luego descansa de luchar en otros momentos también. Pero eso forma parte de mi vida privada y no hace falta decirlo, hacerlo público ni compartirlo socialmente. A veces creo que España está llena de hombres respetuosos que han dejado, callados, que nos volvamos locas en un día. Pues bien, el merchandising violeta seguramente lo este dirigiendo hombres, y embolsándose las ganancias a todos los niveles, desde chapas a másteres. Esa es nuestra parte de la historia y nuestra triste realidad aquí también.
ResponderEliminarCreo que no todas las mujeres nos sentimos orgullosas. Y hace falta alguien que lo diga con sentido común sin ser acusado de ser retrógrado. Pero evidentemente hace falta que lo diga alguien no retrógrado. Gracias, Hermano, me siento acompañada.