BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 21 de agosto de 2016

LOS JUEGOS OLÍMPICOS: UN BUEN EJEMPLO DE GLOBALIZACIÓN

La verdad, uno se emociona viendo a los campeones cuando le ponen las medallas. No estoy muy acostumbrado a ver la televisión, pero los juegos olímpicos, confieso, que me han cautivado. Ni en las Asambleas de la ONU, se consigue tanta concordia y convivencia entre las personas de tantos países.
Este evento deportivo, tiene la virtualidad de citar a la familia humana para algo, tan simple y tan noble, como el juego y el deporte. Se trata de competir, pero, en su mejor acepción. En las diferentes competiciones se derrocha cordialidad, buena educación y reconocimiento al ganador.
Entre los participantes no hay problemas por la raza, porque vengas de un país pobre, o seas de otra religión. Se viene a lo que se viene y todos conformes. Naturalmente que hay problemas y dificultades, pero tienen una incidencia menor.
Viendo a los atletas, por ejemplo, uno se admira de la precisión con la que hacen sus diferentes especialidades. Para llegar al nivel que tienen, cuántas horas dedicadas, esfuerzos, sacrificios, disciplina, regularidad y constancia,… para qué seguir. Simplemente para quitarse el sombrero. Otro tanto se puede decir de los demás deportistas y participantes.
Me resulta simpático y gratificante, el saludo al final de las competiciones, caso del baloncesto, entre los que han ganado y los que han perdido. Son gestos de reconocimiento. Saben estar. Saben ganar y saben perder. En este sentido, también, son modelos de buena educación. y respeto al otro.
Los Juegos Olímpicos, son uno de los mejores ejemplos en los que vemos que es posible la convivencia y la paz entre los pueblos; en ellos se escenifica la hermandad universal. En este caso, es la familia humana la que se da cita para un evento, casi me atrevería decir, altruista. Casi todos los países están representados, y son millones de personas los que seguimos, desde las casas o espacios públicos, sus avatares. Aquí se vive y expresa la verdadera globalización.
Me pregunto: ¿Por qué no repetimos, este modelo de globalización humanizada, tanto en la política y en la economía, como, en la vida cotidiana de nuestras ciudades y países que cada cual habitamos? Porque si los entrenadores y los árbitros son capaces de conseguir lo mejor de cada participante, ¿no se podría exigir lo mismo a los gobernantes y agentes sociales para sus sociedades?
Para mí, aunque sea mucho decir, un buen icono -de que otro mundo es posible-, nos viene dado de la mano de los Juegos Olímpicos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario