Fue un día precioso. Los familiares, las amistades,
todos, disfrutando del amor que dos personas, públicamente, manifiestan darse
para toda la vida. ¡Qué bonito! Todas las bodas son una honda experiencia humana,
y desde luego,es una suerte para quienes tienen la oportunidad de vivirla.
Las bodas siguen
siendo el espacio y el tiempo que nos damos para celebrar el amor. El
ambiente es relajado, distendido. Y entre todos los invitados se crea un ambiente
de sana convivencia y familiaridad. No deja de ser un paréntesis que, en sí
mismo, es icono de lo que deseamos que sea esta sociedad tan convulsa, agitada
y, a veces, conflictiva.
En bastantes ocasiones,
los mismos invitados no se conocen, lo que no es dificultad para que se rompan
los protocolos y las barreras, creándose un buen clima de relaciones entre todos
tanto de los adultos como, sobre todo, de los niños. Vamos, un pequeño oasis de
bienestar social.
Las bodas ofrecen la
oportunidad de verse y, después de muchos años, en los que algunos
familiares y amigos estuvieron alejados por las circunstancias, se juntan para
tomarse unas copas en un agradable ambiente, que se prolonga -después de la
comida- en los bailes que desinhiben a todos en un clima de alegría y gozo
desbordantes.
Pero también en las
bodas confluyen otros asuntos que son muy importantes. Se habla de la
fidelidad de las parejas, tanto en los tiempos buenos como en los malos. Sale a
colación la dura enfermedad que tantos estragos hace dentro de las familias,
verdaderas pruebas del amor que se profesaron.
Aunque también afloran,
en las conversaciones informales, los muchos problemas de convivencia en las
relaciones de la pareja y con los hijos. Se habla de las separaciones e incluso
de los divorcios de conocidos. No es fácil vivir los ideales que se proclaman
en las ceremonias de las bodas, ya sean civiles o religiosas. Y es que en las
bodas aparece la vida misma, con sus luces y sombras, con sus alegrías y penas.
No obstante, al
final queda el agradable recuerdo de haber pasado un buen día. Todo son sinceros
parabienes, tanto para la nueva pareja, como para sus progenitores. En mi caso,
como en tantas otras, la de ayer, fue una buena boda con todos los ingredientes
de la misma.
Cambiando de registro, no quisiera dejar en el olvido,
que el día 4 de mayo, de 2010, empezaba la andadura de este blog. Estas eran las primeras palabras: “Desde
la infancia me vienen los agradables recuerdos, a partir de las noches
primaverales, de un grupo de vecinos que sacaban una silla de sus casas y se
ponían en la "esquina" para hablar de historias, contar los acontecimientos
más importantes del día ... ir dejando pasar el tiempo hasta el momento de
retirarse a sus casas para dormir. Este blog pretende ser la ocasión, con los
nuevos medios tecnológicos, para facilitar el encuentro que crea convivencia,
amistad, confianza, tolerancia, respeto... entre quienes habitamos en esta
"Aldea global".
Quisiera decirles
que, hasta el día de hoy, percibo que me siguen dando su confianza y, por
consiguiente, continuaré con la aventura. MUCHAS GRACIAS.
GRACIAS por tu blog, por crear y favorecer Encuentros. Sigue... Un gran abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias por el apoyo. Elena.
ResponderEliminar