El viernes por la tarde, tuvimos una sesión de
risoterapia. ¡Qué bien lo pasamos! Ya es la segunda vez que realizo
esta actividad y creo que voy a tener que repetirla con más frecuencia. Reí,
bueno, me reí un montón. Todo el grupo lo pasamos estupendamente. Me preguntaba
si hacer o no esta reflexión y, al final, decidí que es bueno tratar estos
asuntos tan humanos y que, a veces, lo tenemos un tanto olvidados, tal vez
porque los consideremos triviales e intrascendentes. ¡Como para entretenerse en
estos asuntos con la que está cayendo!
Pues resulta, que a lo mejor tenemos que reírnos más de lo que nos reímos. Demasiados son los problemas que nos abruman, cada día, como para estar fastidiado o con mala cara. ¡Vamos! Que como se descuiden los demás hasta les amargamos la vida. Voy comprobando que lo que tenemos en nuestro interior, al final, es lo que damos a los que nos rodean. Si tenemos un sentido pesimista de la vida, si somos muy problemáticos, si vivimos en continua tensión, casi estresados; si nos atrapa el trabajo, las obligaciones y no damos rienda suelta al tren de vida que llevamos..., pues va a resultar que todo eso que trajinamos es lo que 'volcaremos' a las personas que nos rodean. ¡Como si no tuvieran su vida ya bastante cargada!
Antes de las dinámicas que hicimos -que nos partimos de (la) risa con ellas-, nos hablaron de las excelencias de la risoterapia. No sabía que tuviese tantos beneficios para la persona. Por eso estoy, en que tengo que repetir. Pero no solo ayuda a la persona, también, su ámbito de influencia favorece la dimensión social de la misma. Se nos decía, entre las virtudes de la risoterapia, que la persona que ríe con frecuencia elimina la ansiedad, el estrés y las tensiones cotidianas y, si nos apuramos un poco, hasta dejan atrás la depresión y el pesimismo ante la vida. Ya por estas 'cositas' compensa reirse un rato. Y reirse de uno mismo, para empezar, pues ayuda a relativizar las cosas que nos agobian y a relajarnos.
Esto de los chistes, fue un buen invento de la sabiduría popular. Casi de los correos que me llegan, por Gmail, son de los que más valoro. Y me río, solo, pero me río. Y qué a gusto me quedo. Así entiendo los carnavales de Cádiz con el ingenio y el derroche de humor que se gastan. Se ve que el humor, el sentido positivo, ser optimista, la alegría contribuyen a llevar mejor la vida y las relaciones con los demás. Dicen los entendidos que con la risoterapia (lo que implica reirse varias veces a lo largo del día) se gana en calidad de vida, en bienestar. También, reirse, favorece el estado de ánimo positivo y la buena salud y que con la risa se contribuye a la serenidad, sosiego y claridad mental. ¡A qué esperamos!
Que disculpen los del Lepe, pero estos chistes pueden hacernos reír:
1.- Van dos de Lepe en un bote.
- Oye Bartolo ¿Tú sabes porque los buzos se tiran al mar hacia atrás?
- ¡Joder hombre! ¡Si se tirasen hacia delante caerían dentro del bote!
2.-Dos leperos se encuentran en un camino. Uno llevaba una bolsa al
hombro.
- ¿Qué tienes en la bolsa?, dice el otro.
- Pollos, responde el primero
- Si acierto cuantos llevas ¿puedo quedarme con uno?
- Si aciertas puedes quedarte con los dos.
- Bueno, pues ... ¡cinco!
3.- CURVA PELIGROSA
Uno de Lepe conducía por un camino secundario, cuando vio un cartel
que
decía: 'Curva peligrosa a la izquierda'. Sin dudar, viró a la derecha.
4.- Un lepero entra un lunes en una zapatería y después de probarse
unos cuantos pares, elige unos italianos muy elegantes. Al entregárselos el
empleado le advierte:
- Señor, estos zapatos suelen apretar bastante los cinco primeros
días.
- No hay problema, responde, no los voy a usar hasta el próximo
domingo
5.- Uno de Lepe pregunta a su padre
- Papa, ¿Puedo salir a ver el eclipse?
- Está bien hijo, pero no te acerques demasiado.
6.- Se encuentran dos leperos
Sabes, al final encontré trabajo en Santiago.
- ¿De qué?
- De Compostela
7.- Llama un lepero por teléfono y le contestan
- ¿Si?
- Doctor, doctor, mi mujer está a punto de dar a luz
- ¿Es su primer hijo?
- No, soy su marido
8.- Le dice un lepero a otro
- Curro ¿Por qué no regaste el jardín?
- Porque está lloviendo a cantaros
- No seas vago, hombre, aquí tienes un paraguas.
9.- Se muere un lepero y se acerca un amigo al hijo.
- Lo siento.
- No, dejalo acostado, tal como está.
10.- Dos leperos de conversación
- Anoche ligué con una tía buenísima. ¡qué piernas!, ¡qué pechos!,
qué culo!
- ¿Y de cara?
- Ah, eso si, ¡carísima!.
11.- Se juzga a un lepero y dice el fiscal al acusado:
- A ver, ¿por qué disparó dos tiros contra su suegra?
- ¡Por qué no tenía mas balas!
12.- Dos leperos. Uno le pregunta al otro:
- ¿Qué llevas en esa cesta?
- Si lo adivinas, te doy un racimo.
- ¡¡ Croquetas!!
13.- Un lepero en el viaje de Colón.
- Almirante, quince carabelas se acercan
- ¿Una flota?
- No, flotan todas.
14.- Se hunde el barco y el capitán, que era de Lepe, le dice al
contramaestre
- Coja ese pico, rompa la ventanilla y larguémonos de aquí en una
barca salvavidas.
- Pero, ... mi capitán, aún hay mujeres a bordo.
- Si hombre, para joder estoy yo ahora.
15.- Dos de Lepe se van al bosque en busca de un abeto para navidad.
Después de dos horas dando vueltas, uno le dice al otro:
- Bueno, ¡ya está bien!. El próximo abeto que veamos lo cogemos tenga
o no tenga bolas de navidad.
16.- Coge un lepero el teléfono
- Hola. ¿Es el nueve, cuatro, dos, ocho seis, siete, nueve, uno,
cuatro.
- Si, si, no, si, si, no, si, no, si.
Pues resulta, que a lo mejor tenemos que reírnos más de lo que nos reímos. Demasiados son los problemas que nos abruman, cada día, como para estar fastidiado o con mala cara. ¡Vamos! Que como se descuiden los demás hasta les amargamos la vida. Voy comprobando que lo que tenemos en nuestro interior, al final, es lo que damos a los que nos rodean. Si tenemos un sentido pesimista de la vida, si somos muy problemáticos, si vivimos en continua tensión, casi estresados; si nos atrapa el trabajo, las obligaciones y no damos rienda suelta al tren de vida que llevamos..., pues va a resultar que todo eso que trajinamos es lo que 'volcaremos' a las personas que nos rodean. ¡Como si no tuvieran su vida ya bastante cargada!
Antes de las dinámicas que hicimos -que nos partimos de (la) risa con ellas-, nos hablaron de las excelencias de la risoterapia. No sabía que tuviese tantos beneficios para la persona. Por eso estoy, en que tengo que repetir. Pero no solo ayuda a la persona, también, su ámbito de influencia favorece la dimensión social de la misma. Se nos decía, entre las virtudes de la risoterapia, que la persona que ríe con frecuencia elimina la ansiedad, el estrés y las tensiones cotidianas y, si nos apuramos un poco, hasta dejan atrás la depresión y el pesimismo ante la vida. Ya por estas 'cositas' compensa reirse un rato. Y reirse de uno mismo, para empezar, pues ayuda a relativizar las cosas que nos agobian y a relajarnos.
Esto de los chistes, fue un buen invento de la sabiduría popular. Casi de los correos que me llegan, por Gmail, son de los que más valoro. Y me río, solo, pero me río. Y qué a gusto me quedo. Así entiendo los carnavales de Cádiz con el ingenio y el derroche de humor que se gastan. Se ve que el humor, el sentido positivo, ser optimista, la alegría contribuyen a llevar mejor la vida y las relaciones con los demás. Dicen los entendidos que con la risoterapia (lo que implica reirse varias veces a lo largo del día) se gana en calidad de vida, en bienestar. También, reirse, favorece el estado de ánimo positivo y la buena salud y que con la risa se contribuye a la serenidad, sosiego y claridad mental. ¡A qué esperamos!
Que disculpen los del Lepe, pero estos chistes pueden hacernos reír:
1.- Van dos de Lepe en un bote.
- Oye Bartolo ¿Tú sabes porque los buzos se tiran al mar hacia atrás?
- ¡Joder hombre! ¡Si se tirasen hacia delante caerían dentro del bote!
2.-Dos leperos se encuentran en un camino. Uno llevaba una bolsa al
hombro.
- ¿Qué tienes en la bolsa?, dice el otro.
- Pollos, responde el primero
- Si acierto cuantos llevas ¿puedo quedarme con uno?
- Si aciertas puedes quedarte con los dos.
- Bueno, pues ... ¡cinco!
3.- CURVA PELIGROSA
Uno de Lepe conducía por un camino secundario, cuando vio un cartel
que
decía: 'Curva peligrosa a la izquierda'. Sin dudar, viró a la derecha.
4.- Un lepero entra un lunes en una zapatería y después de probarse
unos cuantos pares, elige unos italianos muy elegantes. Al entregárselos el
empleado le advierte:
- Señor, estos zapatos suelen apretar bastante los cinco primeros
días.
- No hay problema, responde, no los voy a usar hasta el próximo
domingo
5.- Uno de Lepe pregunta a su padre
- Papa, ¿Puedo salir a ver el eclipse?
- Está bien hijo, pero no te acerques demasiado.
6.- Se encuentran dos leperos
Sabes, al final encontré trabajo en Santiago.
- ¿De qué?
- De Compostela
7.- Llama un lepero por teléfono y le contestan
- ¿Si?
- Doctor, doctor, mi mujer está a punto de dar a luz
- ¿Es su primer hijo?
- No, soy su marido
8.- Le dice un lepero a otro
- Curro ¿Por qué no regaste el jardín?
- Porque está lloviendo a cantaros
- No seas vago, hombre, aquí tienes un paraguas.
9.- Se muere un lepero y se acerca un amigo al hijo.
- Lo siento.
- No, dejalo acostado, tal como está.
10.- Dos leperos de conversación
- Anoche ligué con una tía buenísima. ¡qué piernas!, ¡qué pechos!,
qué culo!
- ¿Y de cara?
- Ah, eso si, ¡carísima!.
11.- Se juzga a un lepero y dice el fiscal al acusado:
- A ver, ¿por qué disparó dos tiros contra su suegra?
- ¡Por qué no tenía mas balas!
12.- Dos leperos. Uno le pregunta al otro:
- ¿Qué llevas en esa cesta?
- Si lo adivinas, te doy un racimo.
- ¡¡ Croquetas!!
13.- Un lepero en el viaje de Colón.
- Almirante, quince carabelas se acercan
- ¿Una flota?
- No, flotan todas.
14.- Se hunde el barco y el capitán, que era de Lepe, le dice al
contramaestre
- Coja ese pico, rompa la ventanilla y larguémonos de aquí en una
barca salvavidas.
- Pero, ... mi capitán, aún hay mujeres a bordo.
- Si hombre, para joder estoy yo ahora.
15.- Dos de Lepe se van al bosque en busca de un abeto para navidad.
Después de dos horas dando vueltas, uno le dice al otro:
- Bueno, ¡ya está bien!. El próximo abeto que veamos lo cogemos tenga
o no tenga bolas de navidad.
16.- Coge un lepero el teléfono
- Hola. ¿Es el nueve, cuatro, dos, ocho seis, siete, nueve, uno,
cuatro.
- Si, si, no, si, si, no, si, no, si.
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