Han sido mis primeras vacaciones de pensionista. No han estado mal. Aunque esto de la pandemia las ha alterado completamente. Estaban en el progrma, muchas cosas, entre las principales, pasar una quincena en el norte de África, me refiero a los Campos Intercongracionales. Iban a ser nuestro 5º año, pero se han quedado en los papeles. Nos esperaban en Nador, Melilla, Ceuta y Tánger, en fin, el año que viene, Dios dirá.
Mientras tanto, dejaba en junio la vida laboral y empezaba la de pensionista. La verdad es que muchos cambio no he notado. La vida en el Hogar la Salle ha seguido su curso, aunque un tanto alterada por el coronavirus dichoso. Pensábamos no tener la ya tradicional inicitiva de las Colonias infantiles, organizadas por la Red Semillas de Esperanza, pero nos arriesgamos y han salido muy bien, cumpliéndose más allá de nuestras expectativas. ¡Qué bien lo han pasado y disfutado los niños! Un nutrido grupo de voluntarios y profesionales las hicieron posible.
Tenía mis reparos en ir a la familia, pero al final me animé y he pasado unos días maravillosos, como siempre. Bueno este año ya con la familia celebramos mis primeros pasos de pensionista. Eso sí, rodeados con los hijos de mis sobrinos y nietos de mis hermanos. Lo hemos pasado estupendamente. Y es que la vida sigue.
Con el final de las vacaciones empiezo mi jubilación. ¡A ver qué me depara! De momento dejo la coordinación del Hogar la Salle. Y la dejo en buenas manos. Además de Inma, la nueva directora, un buen equipo de profesionales y voluntariado con ganas de seguir el relato del Hogar la Salle. ¡Cuánto bien estamos haciendo! Ahora me toca un nuevo papel, con él tengo que desaprender muchas cosas y, lo más ilusionante, tengo que aprender otras nuevas oportunidades.
Y para terminar bien, un día de playa. En Valdelagrana, una playa del Puerto Santa María, tenemos ya el sitio "reservado", desde hace varios años. La
jornada ha sido estupenda, creíamos que el sol no iba a salir con su
esplendor y al final, la crema solar ha tenido su protagonismo. Ente los paseos de rigor y los chapuzones en el agua ha pasado el día. Buen final.
Que sea pensionista no me lleva a los cuarteles de invierno. La verdad es que lo estoy repitiendo muchas veces, en primer lugar, para convencerme a mí mismo y en segundo lugar, a modo de compromiso. En los últimos años estoy embarcado en un proyecto o sueño que va más allá de cumplir 65 años. He dicho muchas veces que con la edad se acrecienta lo que ha sido durante la vida, en este caso, habrá que esforzarse por no acrecentar lo negativo y poner todo el empeño en lo positivo.
En fin quiero que mi jubilización sea un bien para mí y, también, para los demás. Mi ser de consagrado (el seguimiento a Jesús) lo hice para toda la vida.
Hasta tu muy merecida jubilación lo has dado todo por y para los demás, digno siempre de admiración, al menos por mi parte.
ResponderEliminarEstoy segura que en tu nueva etapa de jubilado te las vas a arreglar no solo para estar activo y cuidarte, que también es tú obligación, sino para seguir estando al pie del cañón en tu empeño por y para los demás. Eres muy grande tío!!!
Gracias, palabras que me animan.
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