Esta es una de las cuestiones vitales que debemos retomar de vez en cuando. Mejor dicho, cuestión que debo de hacerme, particularmente. Siempre estamos pensando en los demás, lo cual está bien, somos seres sociales, no somos islas. Pero esa dimensión tan importante que compartimos con las otras personas, la de nuestra propia realidad, a mi modo de entender, la tenemos que cuidar un poquito más. Por eso, el tránsito hacia uno mismo se hace necesario.
Esto no es nuevo, ya lo hemos pensado y comentado en otras ocasiones, pero es evidente que dedicamos poco tiempo a nuestra realidad más profunda, a nuestro ser más personal, o sea, a nuestro crecimiento como personas: hombre y mujer, tanto monta monta tanto, que se diría en la sabiduría popular.
La vida nos va distrayendo de otros asuntos y preocupaciones: familia, amigos, trabajo,... que son muy importantes y necesarios, pero siempre que no nos despisten de nuestro ser interior, de aquello que nos identifica con nuestra realidad más íntima.
Pero aún tenemos otro problema añadido: El de las redes sociales. Aquí sí que estamos vendidos del todo. Como nos descuidemos, nos ‘disolvemos’ en la complejidad de las nuevas tecnologías que nos succionan con sus tentáculos. ¡Qué seríamos sin el móvil!
El mundo de la interioridad, lo estamos cada vez planteando en muchos ámbitos, hay cursos, sesiones, charlas,... Cada vez nos vamos haciendo más conscientes de esta necesidad. Porque en lo hondo de nosotros mismos está la vedad de nuestras vidas, y es desde la verdad, que cuesta aceptarla, que podemos caminar con decisión y hacernos verdaderos protagonistas de nuestras existencias, sin interferencias.
Como en el verano, parece que disponemos algo más de tiempo, a lo mejor podemos seguir en la tarea de caminar hacia uno mismo. La verdad es que de tiempo disponemos siempre que queremos y deseamos hacer lo que nos gusta, pensemos cuanto tiempo le estamos dedicando al Mundial de Fútbol.
Pero creo coincidiremos, en que dedicarse un poquito más de tiempo "para nuestras cositas personales" favorece, incluso, las buenas relaciones con los demás. Cada vez estoy más convencido de que caminar hacia uno mismo, te da las referencias idóneas para hacer mejor el camino hacia y con los demás. Como digo, lo tengo comprobado.
Me gusta mucho esta reflexión y confieso que no me la esperaba. Como psicóloga a veces me vendo mal, porque se la responsabilidad que tenemos y que a veces no cumplimos. Y prefiero criticar al gremio, una autocrítica, para entrenarme en la humildad. Pero este comentario da valor precisamente a esa realidad que trabajamos. Gracias, Hermano. De hecho es perfecta para retomar la lectura de este blog, que he tenido que descuidar algunas semanas por trabajo. Lo dicho: volvamos al camino.
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