Conozco a mujeres y niños que han
padecido la violación y el y maltrato. Me indigna que haya personas, hombres y mujeres, que
justifiquen a los violadores y maltratadores, además de no ponerse del lado de
las víctimas. Son impresentables quienes hacen el juego a los que pisotean la
dignidad y los derechos de tantos niños y mujeres, que quedan marcados para
toda su vida.
Mañana,
día 20 de noviembre, celebramos el Día Universal del Niño y el día 25, el
próximo sábado, celebraremos el Día Internacional de la Eliminación de la
Violencia contra la Mujer. Dos fechas muy cercanas, para recordarnos que aún debemos
avanzar en la defensa de la mujer y de la infancia.Y como ejemplo, lamentable, estos últimos días, estamos en las redes hablando, de los 5 indeseables, que se hacen llamar la manada. Ni las manadas de lobos son tan impresentables. También nos han informado los medios, de las barbaridades que han hecho con bebés de meses. Menos mal que son un puñado de tarados, los que se dedicana estos hechos, aunque con mucha publicidad.
Ya sabemos que hay mujeres que ejercen la violencia de género y, también, niños que son violentos y verdaderos ‘tiranos’ con el mundo que les rodea, pero estos casos, no invalidan los Días Internacionales señalados.
La indefensión y desprotección de la mujer y la infancia, están de sobra probados en muchos lugares de este planeta. Todos podemos poner ejemplos cercanos y lejanos. Pero de nada sirven los sentimentalismos y lamentaciones. Ni es bueno recrearse con el mal ajeno, aunque el ‘morbo’ nos incline a ello.
Tenemos la suerte de vivir en una época histórica, en la que hay suficientes recursos humanos y materiales para erradicar los infanticidios, la explotación de la infancia, la prostitución infantil, el tráfico de menores, la trata de blancas, las agresiones y malos tratos de género, las muertes ‘domésticas’, las mutilaciones femeninas, … (Se pueden añadir más ‘historias’)
Pero, también, tenemos recursos y la oportunidad de tratarnos como personas, -todas-hombres y mujeres, ancianos y niños, de ser respetuosos, tolerantes, pacíficos, solidarios, cariñosos, dialogantes,… tratándonos de igual a igual, hombres y mujeres, como miembros de la misma familia humana que somos.
En todos estos buenos deseos, no partimos de cero. Ya llevamos un camino recorrido. Tenemos más conciencia de lo que debemos hacer. Pero, como decían algunos teóricos latinoamericanos del siglo pasado, de la concienciación hay que dar el paso a la ‘concientización’ o sea, ponerse manos a la obra.
El jueves, día 30, en el Círculo de la Fraternidad vamos a presentar nuestra denuncia por el tema de LA TRATA. Pretendemos que sea un gesto más para ir favoreciendo una sociedad en la que nos tratemos los seres humanos con afecto, solidaridad y fraternidad. Es el camino para que todos seamos felices.
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