Como estaba bien dispuesta, un buen día, me mandaron hacer un reportaje
a las gentes de Indochina, pero fijándome en el aspecto religioso. Nos os lo
podéis imaginar. ¡Mira! Quedé impresionada. ¡Cuánta religiosidad tienen estos
pueblos! En cualquier rincón tienen un templo dedicado a un Dios o a una Diosa.
Sus vidas no la entienden fuera del marco de la divinidad ¡Hasta las vacas son
sagradas! Los mismos monjes budistas me impactaron ¡Qué profundidad y dominio
de sí mismos! Aún conservo algunos folios con los versos que recitaban
(mantras). ¡Oye, y les sobra todo! Me siguen dando que pensar. ¡Cuántos méritos
hacen para ganar su ‘Nirvana’ particular!
Claro que después pasé a la China comunista. Allí -oficialmente- la
religión brilla por su ausencia. Dicen que son ateos. Que la Religión sirve
como el opio, para adormecer al pueblo y quitarles las fuerzas para luchar por
su verdadera liberación. (Este discurso me sonaba al que se ‘predicaba’ en
muchos foros europeos y, de forma institucionalizada, hace años, en la antigua
Unión Soviética. Qué tiempos aquellos de la guerra fría y Gulags rusos,...
después de la caída del muro de Berlín ya van cambiando de opinión los
"bienpensantes" occidentales de la ‘ilustración’.) De hecho, las
recientes fotos que tengo de China, manifiestan lo alejados que están, los
actuales mandatarios, de la China comunista
de Mao; pues, la liberación económica controlada por el poder, está
consiguiendo ser la segunda potencia del mundo. Ya lo vaticinaba un libro que leí
hace años… ¡Cuando China despierte…!”
Es curioso, dentro de mi mundo (no olvides que soy una
mochila) llevo de todo. Y en muchas ocasiones, llevo cosas contradictorias
entre sí. Lo más notorio lo detecté cuando estuve de reportera en la zona de
Oriente Medio. Y es que los árabes no paran. Tan pronto llevan las de ganar los
palestinos, como cogen el protagonismo los judíos, aunque Israel es muy
contundente en sus intervenciones. Y el colmo es que en sus libros sagrados
tienen los mismos orígenes y hablan de los mismos personajes. Para todos ellos
Abraham, que vivió hace unos 4000 años, es el Padre y fundador de su
Religión... Si quieres saber más mira los telediarios. Aunque a lo mejor te
encuentras a los terroristas islámicos, que dicho sea de paso, son un grupo muy
reducido de fundamentalistas, dentro de los seguidores de Mahoma. La verdadera pena es que hacen auténticas barbaridades, ¡Y en el siglo XXI!
Pero esto de las guerras religiosas no sólo
es en Oriente.
También los cristianos andan “tocaos”. Éstos son harina de otro costal. Me he
encontrado de todo. Hay cristianos que matan y cristianos que son asesinados.
Hay cristianos que explotan a otros y cristianos que son capaces de dejarlo
todo por los explotados. Hay cristianos que con el crucifijo en la mano
condenan a los que no están con ellos y cristianos que están en los altos foros
de la política mundial, luchando por establecer los derechos más elementales
entre los excluidos. Hay cristianos que viven a todo lujo (como en las
películas americanas) y cristianos que están en la más detestable y condenable
miseria...
¡Ah! Me olvidé de decírtelo, pero cuando estuve en la India
tuve dos experiencias muy distintas, la primera de ellas, fue la pena que me
dio cuando tuve la oportunidad de fotografiar las fábricas clandestinas en las
que explotan a numerosos niños y niñas, en jornadas laborales de hasta 16
horas, pagándoles una miseria, eso sí, luego nosotros disfrutamos de sus
productos marcando las modas en las redes sociales, claro que quienes obtienen beneficios son las multinacionales.
La segunda, es más positiva, ya que tuve la ocasión de
hablar con la madre Teresa de Calcuta ¡Vaya mujer! Me impresionó. Todavía
conservo el libro que me dedicó. De vez en cuando lo releo ¡...y qué cosas
dice! Sentí mucho su muerte. Menos mal que sigue su obra por todo el mundo. Pero dejemos algo para otro día.
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