Hace unas semanas, comentaba la fiesta que tuvimos en
la selva, a propósito del proyecto misionero que estamos haciendo por tierras
brasileñas. A veces se espera de estos proyectos, informaciones ‘más serias’
de la realidad; como que se busca noticias de la gente pobre que vive por
estas tierras. Incluso se piensa, que cuánto más pobres sean, más se
justifica la venida a un proyecto de verano, de dos ONGs, que se vuelcan por
la promoción de los hombres y mujeres, del 'mal llamado tercermundo'. Como si
para ver a los pobres, estar con los pobres, o trabajar para ayudar a los
pobres hubiera que venir a estas latitudes. ¡Si los tenemos cerca de nuestra
casa!
En esta ocasión, voy a tratar de la experiencia de
vivir en grupo. Del grupo de personas que un día decidió venir a Uruará. Es
otro de los objetivos de estos proyectos. Si ya venir al Nuevo Mundo, supone
un aliciente especial hacia lo desconocido; no lo es menos, que cinco
personas diferentes: en países (dos portuguesas y tres españolas), en edades
(desde los veintitantos hasta los cincuenta...y...tantos), distintos en
formación y estudios, en historias personales, etc, etc,.. Se propongan vivir
juntos y en un contexto desconocido. Desde luego, en todo esto cuenta mucho con la
disposición que se viene. Por consiguiente, lograr la convivencia, es una
forma de decirnos que es posible llevarse bien, aún sin conocerse. Todo un arte y a la vez un reto, por cierto.
Uno vuelve a su casa, a sus rutinas de siempre, y lleva
fotos de lo que ha hecho, y enseña a los demás, las fotos de la gente con la
que ha estado haciendo cosas. Claro a lo mejor con la idea de que, él, es el
protagonista de la peli. No obstante, es importante que hagamos estas cosas, a lo
mejor concienciamos de este asunto a otras personas.
Y sin embargo, desde mi punto de vista, tan
importante como las fotos, es el esfuerzo por superar barreras, eliminar
obstáculos, superar los individualismos, aceptar al diferente, ceder algunas
veces en beneficio de los otros, relativizar los malos entendidos, muchas
veces interpretamos las cosas desde lo que nos está pasando, y, sobre todo,
no echar la culpa a los otros. Porque tanto los otros, como uno mismo,
somos cómplices de los días buenos, como de los días malos. Mal asunto
plantear, como en la Biblia, "la culpa la tiene Eva" ¿Eva?... y
Adán también.
En estas experiencias cuentan mucho los ideales y la
voluntad con los que se viene. De hecho el diálogo, las sonrisas, la
disponibilidad y flexibilidad, contribuyen al buen ambiente de las
relaciones. No se hacen 10 mil kilómetros para fastidiar a los demás. Los
primeros días es fácil, que aflore la imagen buena que deseamos dar; pero
van pasando los días y uno pierde 'el control' y, entonces, aflora la
realidad que cada cual somos allá donde vivimos. Lo cual es normal, muy
normal. Lo importante, como en la vida misma, es saber afrontar las cosas,
hablarlas, no tener miedo a decirlas ¡de cobardes es el silencio! Muchas
veces preferimos el silencio -TODAS LAS PERSONAS - porque es una forma de no
complicarse la vida.
Esta vez hemos tenido suerte. Claro que hemos tenido
problemas, pero también el coraje de hablar y de solucionar, los inevitables
bloqueos que generan la convivencia entre personas. Pero han prevalecido más
las ganas del compañerismo y la confianza, el tratar de llevarse bien unos
con otros. Para mí es una de las experiencias que voy a contar, sobretodo,
para dejar claro que cuando se quiere, se pueden conseguir las cosas. No deja
de ser un ejemplo de la fraternidad, entre los seres humanos, que tanto anhelamos
y de la que tanto hablo, en este Blog.
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Li o teu post e partilha a opinião de que muito mais importante que as fotos são as relações humanas, é o ultrapassar a barreira das diferenças. Nunca tinha tido a experiência de viver em comunidade e sei que as dificuldades são muitas, mas também é muito reconfortante quando as ultrapassamos.
ResponderEliminarEsta minha primeira experiência fez com que algo em mim mudasse. Nunca mais serei a mesma. Regresso a Portugal com alguma tristeza porque vou deixar no Brasil e em Espanha pessoas algumas pessoas com quem aprendi muito e que já amo.
Eugénia