Se puede decir de muchas formas, pero la realidad es así. Naturalmente que hay excepciones. Cuando uno va de visita a la cárcel, los comentarios surgen espontáneos. No hace falta que preguntes. Te lo dicen: "Tengo que estar en la cárcel por lo que hice. Tengo que saldar las cuentas con la sociedad; pero no entiendo que los ricos, que han robado más que yo, sigan en la calle como si nada". Razón no les falta.
Que vivimos en un mundo injusto ya lo sabemos. Que la ley se aplica más "con los de abajo", que "con los de arriba". Es un hecho.
Ya sabemos que la democracia, es el sistema menos malo, comparado con otros; pero aún, es más malo, para los pobres que para los ricos. Si focalizamos el asunto en España, desde la familia real, pasando por los jueces y continuando por los banqueros, políticos, sindicalistas, empresarios,..., no faltan quiénes se han llevando dinero a miles, (se emplea el eufemismo de desviado), han gestionando desastrosamente, han llevado a la ruina entidades financieras y, no solamente no les pasa nada, sino que continúan con buenos sueldos, suculentas dietas y fantásticas jubilaciones, "por su trabajo" claro. De vergüenza. Estas personas van a los hoteles, restaurantes de lujo, juegan al golf, viajan en primera,... pero la cárcel ni la huelen. Para eso tienen a sus buenos abogados, que conocen bien las leyes, 'que han hecho ellos' y se libran siempre, por supuesto.
Lo malo de los pobres - los que sí van a la cárcel – ya sea porque han robado; han hecho una atraco; están metidos en la droga; son violentos; van mal vestidos; tienen mala educación; son bastante brutos y rudos; no tienen papeles; viven en la calle; tienen pinta de “chorizos”;… sin la menor duda, son carne de cañón. ¡Cómo no van a ir a la cárcel, si son un cáncer para la sociedad!
Pero los ricos, los de los hoteles; los de guante blanco; los de la ropa de marca, y muy cara; con su gomina, con sus relojes carísimos; bien educados, de modales finos y elegantes; los que hacen especulaciones y dejan si blanca, hasta el más pintado; los que manejan las finanzas, gestionan el gobierno, incluso hasta los ayuntamientos; los que están arruinando el país, los que hacen chanchullos, y encima son alabados: ¡Ésos sí que son listos! y, además, la cárcel les cae muy lejos de sus residencias de lujo.Una vez más: ¡Las apariencias engañan!
Lo paradójico de todo esto es, que con la crisis, no olvidemos que la han generado los ricos (sabemos a quiénes nos referimos); y resulta que los que están pagando los platos rotos son los pobres. Los que nos han metido en este embrollo, ni se van a resentir en sus economías particulares, ni van a dejar de llevar el tren de vida de siempre y, lo peor, no van a ir a la cárcel. Otra cosa, bien distinta, es la consecuencia para los pobres: Paro, desahucios, restricciones, hipotecas,… todo ello, un caldo de cultivo -casi cancerígeno- para la sociedad. Sobre todo si hay que mantener una familia y vivir con dignidad (no digo con lujos).
A estas alturas de la película, somos conscientes de que todo el mundo nos hemos pasado ‘un pelín’ y que hemos vivido (casi acostumbrado a vivir) por encima de nuestras posibilidades. A lo mejor de esta situación aprendemos la lección. Pero, igual se tenían que resentir -mucho más- los ricos que los pobres.
¡Atención! Ni todos los pobres van a la cárcel, hay mucha
más gente buena y honrada. Ni todos los
ricos van a ”los hoteles”,también hay mucha gente honesta y responsable.
Así es Juanba, vivimos en el mundo de los eufemismos que hacen que nos olvdemos de que, verdaderamente, los ladrones de guante blanco abundan y mucho. Lo triste es que no ocas personas, a su pequeño nivel, quisieran hacer o mismo, vivir bien sin mirar demasiado lo moral. Nos han introyectado el virus del "buen vivir", "bien estar" y nos cuesta entrar en un "nosotros" compasivo y reponsable.
ResponderEliminarGracias, Elena, estoy contigo. La naturaleza humana, es eso, humana y todos participamos de ella, para bien o para amal. La vida misma.
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