Gracias, otra vez, por vuestra
confianza. Saber que hay personas, que todas las semanas leen, La Esquina del
Encuentro, me anima y motiva a seguir
escribiendo. Cada domingo, me dais la oportunidad de seguir reflexionando, en
voz alta, ¡Qué suerte! Por eso, muchas gracias. Vuestra complicidad dura dos
años. Empecé la aventura el 4 de mayo de 2010.
Hoy, quisiera comunicaros las
claves que manejo, a la hora de ponerme delante del ordenador; claves que se
van repitiendo y que, juntas, constituyen la visión que tengo del ser humano.
El contexto, como habréis apreciado, está situado en el humanismo cristiano y,
desde él, escribo y desgrano mis reflexiones dominicales.
Considero que la persona, sea
hombre o mujer, es un ser que tiene, por decirlo así, cinco dimensiones que no
se entienden por sí solas, sino integradas en la única realidad que somos. No
voy a enrollarme en cada una de ellas,
simplemente las presento. Ya habrá ocasión de extenderme más adelante.
El orden no es según la importancia, más bien, utilizo la imagen de la famosa
Matrioska o muñeca rusa. El crecimiento personal se realiza con todas ellas.
1ª Clave o dimensión personal:
Hace referencia a la vida interior, a veces, hablo del camino hacia uno mismo.
Se refiere a lo más íntimo de nuestro ser. Se puede entender como el núcleo de
nuestra identidad. Otra manera de decirlo es con la palabra interioridad.
Digamos que es nuestro ser más hondo. Un valor que asocio a esta clave es el de
la libertad.
2ª Clave o dimensión afectiva:
Somos seres en relación. La interacción con la familia, con los amigos, es fundamental
en el desarrollo de nuestras personas. Necesitamos vincularnos con quiénes
viven a nuestro lado. Es vital que nos quieran, que nos amen, así como,
nosotros querer y amar a los demás. No podemos llegar a ser sin los otros. Nos necesitamos
para ser nosotros mismos. Un valor que asocio a esta clave es la fraternidad.
3º Clave o dimensión social: No
somos islas. Vivimos en un mundo globalizado. Formamos parte de la familia
humana. La cuestión social, la cuestión política, la cuestión cultural, la
cuestión económica… no son ajenas a nuestra existencia y,además, tienen que estar al servicio del bien común. La historia nos
demuestra que el egoísmo y una mala gestión de estas cuestiones generan
injusticias, pobreza y marginación… entre los mismos seres humanos. Un valor
que asocio a esta clave es la solidaridad.
4ª Clave o dimensión ecológica: La tierra es nuestra casa. Es el espacio donde
habitamos. No existiríamos sin ella. Necesitamos su agua, su aire, sus plantas,
sus animales para seguir viviendo. Formamos parte de la naturaleza, del medio
ambiente; y nos tienen que preocupar la biodiversidad y los diferentes ecosistemas. Un valor
que asocio a esta clave es la responsabilidad.
5ª Clave o dimensión espiritual:
No estamos solos. Alguien, con mayúscula, nos ha creado. La historia de la
humanidad nos ha ido mostrando, a hombres y mujeres, que siguen diferentes caminos
(Religiones) hacia el Misterio. Él, con sus diferentes nombres, da sentido a sus existencias y esperanza a una vida
futura. Mi opción es el Dios de Jesús de Nazaret, que nos lo presenta como Padre y
Madre. El valor que asocio a esta clave es el amor.
Gracias, una vez más. Y bueno,
recordarles que compartir los comentarios en el blog, sin duda, enriquecen a quiénes los leemos.
Feliz bi- aniversario blogeril, Juanba, casi, casi comenzamos camino en el blog al mismo tiempo, yo comencé en setiembre del 2010. GRACIAS por la riqueza que compartes. Un gran abrazo.
ResponderEliminarElena, te agradezco tus palabras. Sin duda, lo de compartir, merece la pena. En el fondo estoy agradecido a las muchas personas que pasan por la vida y te van dejando su huella, porque han sabido compartir lo que teneían. Yo no llego a tanto, pero lo intento.
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