BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 28 de enero de 2018

¿ERES UNA PERSONA PÁCIFICA? ¡YA SABES! LA PAZ EMPIEZA EN TI



Se acerca el día de la no violencia y de la paz. Más que en teorías y buenos deseos hoy me pregunto si soy constructor de la paz, empezando por mi propia realidad personal. Me pregunto qué hay en mi interior que suscita la agresividad hacia mí mismo y hacia los demás. Pero me sigo preguntando si estoy potenciando todo lo que tengo y soy de pacífico y de no violento. Porque ambas cosas cohabitan en mí
Y como siempre me encuentro de frente con la realidad y la fragilidad del ser humano. Nuestros ideales hablan del amor universal, pero el egoísmo campea por doquier; apostamos por la no violencia en la resolución de los conflictos cotidianos, pero la violencia y la venganza es la respuesta más rápida que se nos ocurre; y se nos llena la boca de la palabra paz en nuestras conversaciones, pero la televisión nos está informando, continuamente, de las guerras que aún existen.
Crear la cultura de la paz y la no violencia no es fácil. Y sin embargo nos 'jugamos' en la educación de cada persona, empezando en la infancia, la creación de un futuro en el que la justicia y la paz favorezcan el mundo mejor que todos soñamos.
Es frecuente que, en clase, dos alumnos se peleen por un bolígrafo o un borrador. Claro lo del boli es la excusa, porque 'el vaso' estaba lleno de otros 'ingredientes'. El acoso escolar está con mucha frecuencia en los medios de comunicación social.
Pero los alumnos son también hijos de unas familias y vecinos de un barrio. Y sabemos del maltrato intrafamiliar, conocemos de la violencia callejera, por no hablar de las agresiones y venganzas de todo tipo.
¡Cuidado! Que no estoy refiriéndome a los sectores marginados y pobres. Porque 'los ricos también lloran'. Son los ricos, los políticos y otros personajes influyentes los que generan las guerras y los conflictos, aunque luego mandan al campo de batalla a los hijos de los vecinos...
Este mundo injusto que habitamos, tan desigual y con tantas diferencias, no ha surgido de la nada y menos de un grupito de personas: ¡No! Cada cual ponemos a lo largo de nuestra vida una o varias 'piedrecitas para hacer la montaña'. La montaña del egoísmo, del odio, de la venganza y el rencor, del '0jo por 0jo y diente por diente', de las agresiones, de los asesinatos, de las violaciones, de los maltratos,...
Pienso que todo esto no se arregla en las aulas. La escuela tiene el privilegio de educar y tiene que estar a la altura de lo que se espera de ella. Pero la primera educadora es la familia y tiene que decir mucho más. Y otras instituciones como las religiones, las distintas asociaciones -formadas por personas- también tienen que hacer su aportación y no digamos los políticos (de todos los colores) personas públicas que tenían que ser los verdaderos modelos de convivencia y respeto, que por eso les hemos elegido,...
Por cierto, el 30 de enero de 1948, asesinaron a Mahatma Gandhi, considerado el apóstol de la no violencia y reconocido líder espiritual de la India. Aunque nunca le dieron el nobel de la paz, ese día escolar de la no violencia y la paz se celebra desde 1964, y está reconocido por la ONU desde 1993. Es el mejor homenaje que podemos hacer por este hombre que tanto bien ha hecho por la humanidad. Termino con sus palabras:
Pienso hablar con cierta alegría de mis experiencias de tipo espiritual. Soy el único que las conoce y de ellas es de donde he sacado la energía que me anima en la acción política... Cuanto más medito en mi pasado, más claramente percibo mis limitaciones. El fin que me propongo alcanzar, cueste lo que cueste, desde hace unos treinta años, responde a la palabra moksha. Se trata del cumplimiento de uno mismo, con la visión de Dios cara a cara. A este fin tiendo con todo mi ser, por medio de mi vida y de mis actos. Todo converge a ello: mis palabras, mis escritos y todas mis empresas en el terreno político. Pues bien, yo siempre he estado convencido de que lo que puede uno de nosotros lo pueden todos los demás".

domingo, 21 de enero de 2018

¿PARA CUANDO LAS DIFERENTES IGLESIAS CRISTIANAS SEREMOS UN ÚNICO PUEBLO DE DIOS?



Aproximadamente un tercio de la humanidad cree en Jesús, es decir, es cristiana. Numéricamente somos más de 2.500 millones. Y sin embargo, todos los años, del 18 al 25 de enero, tenemos que dedicar una semana de oración por la unidad de los cristianos. Habrá que preguntarse ¿Por qué? Y la respuesta es muy sencilla: los cristianos estamos des-unidos.
Gracias al movimiento ecuménico, creado a principios del siglo pasado, los cristianos estamos dando 'pasitos' para formar, esperemos que de forma definitiva, el "Pueblo de Dios". A lo largo de los 2.000 años que llevamos de historia, se han ido creando las diferentes iglesias, cada una de las cuales, se creía la auténtica poseedora de la verdad del cristianismo, del mensaje de Jesús.
Visto desde fuera, esto del cristianismo, es un verdadero escándalo, cuando no da, vergüenza ajena, pues cada una de dichas iglesias profesa solemnemente: que tenemos un Padre común, que todos somos hermanos y hermanas y que el único mandamiento que se nos ha dado ha sido el del amor. ¡Menos mal!
Exagerando un poco, basta echar una ojeada a la historia y cada vez que un grupo de cristianos decidía formar su propia iglesia (Ortodoxos, Protestantes, Anglicanos, Católicos,...) utilizaba el recurso de la violencia y de la guerra "para marcar su territorio".
No sabemos si los motivos eran religiosos y teológicos o económicos y políticos. Pienso que de todo un poco. Pero en todo caso, el grupo o iglesia nueva que se creaba se afirmaba, con bastante frecuencia, desde la violencia. El que esté interesado en profundizar, que recurra a la historia universal y , de forma especial, a la Historia de la Iglesia.
Si traigo estas reflexiones al blog, es porque -como decía más arriba- el día 18 de enero empieza la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. Esta es una buena iniciativa, pues desde la oración, como los primeros cristianos, podemos conseguir lo que por otros medios no hemos alcanzado. Ya es hora de que dejemos a un lado las guerras de religión (entre cristianos), las inquisiciones para eliminar a los contrarios, las disputas teológicas que han justificado tantas rupturas y violencias,...
El mundo de hoy camina hacia la globalización. Esto quiere decir que entre todos los habitantes del planeta, unos con más influencia que otros, estamos construyendo un orden nuevo, un único mundo, en el que todos los seres humanos seamos ciudadanos de hecho y de derecho. Ésta, también, es una de las razones por la que los cristianos, unidos, aportemos nuestra visión del mundo nuevo que se está gestando.
Y es que tenemos mucho que decir. Que decir y hacer. Pero lo primero de todo, es, que demos testimonio ante los demás hombres y mujeres de otras creencias, incluso sin creencias, de que es posible la unión, que el ser humano pertenece a la misma familia, que basta de fronteras, que es una vergüenza tanta diferencia social entre pobres y ricos, entre mujeres y hombres (todos somos hermanos y hermanas) y que podemos querernos y vivir en paz.!Ojalá!
Si las diferentes iglesias cristianas dan ejemplo y forman la única Iglesia, la del Pueblo de Dios, estaremos contribuyendo a que el mundo se fortalezca en sus vínculos solidarios y fraternales y, entonces, lo de la globalización no se quedará, solamente, en cuestiones económicas y financieras que tantas injusticas siguen generando.
La unión de los cristianos y el diálogo interreligioso, que también se están dando pasos y del que hablaré otro día, tienen que decir mucho en todos estos asuntos.

domingo, 14 de enero de 2018

NO CREO EN LOS CRISTIANOS DE MISA Y DEVOCIONES



Aún estamos enraizados en la cristiandad, de antaño, que separa y distingue entre tiempos, lugares y personas. Esto es, dos mundos viviendo, a la vez, en el mismo mundo. Creo que Dios creó un único mundo, en el que las personas vivimos y coincidimos en un único tiempo y en un único espacio. ¡Ay! Cuando empezamos a separar y diferenciar.
Cuando era más joven, se hablaba de cristianos practicantes y cristianos no practicantes; es decir, simplificando, unos iban a Misa (eran los buenos cristianos) y, los otros, eran los que no pisaban la Iglesia (dejaban mucho que desear). Pero, ¿qué visión del cristianismo hay detrás de todo esto? Aquí viene mi reflexión.
A mi modo de ver, siguen coexistiendo dos mentalidades a la hora de entender la identidad cristiana y su puesta en práctica. Lo que me preocupa es el interés de algunos sectores tanto del clero, como de grupos de seglares, ‘más especializados’, por mantener esta situación.
El título es como una pedrada en un escaparate, pero lo que pretende es captar la atención, para seguir cuestinándose las cosas. Porque sigue habiendo una Iglesia, centrada en la Jerarquía, con el acento en la liturgia y los sacramentos y otra Iglesia, centrada en el  Pueblo, comprometida en el Reino de Dios para este mundo del siglo XXI.
Lo de la misa y devociones, significan para mí, que para este grupo de cristianos lo importante es la práctica sacramental, aunque luego en sus ámbitos de la vida familiar, laboral y social, se  vaya por otros derroteros diferentes a los que celebra, tanto en las eucaristías, como cuando reza en sus devociones particulares. Hay una dicotomía y ruptura entre la 'vida cotidiana' y la 'práctica religiosa'. El problema es que lo entienden como dos mundo separados, como si no tuvieran relación entre sí.
Por consiguiente, desde esta perspectiva, se puede ir a misa y ser corrupto, se puede rezar el rosario y difamar y calumniar, se puede ir a la iglesia y ser pederasta o machista,… porque una cosa es la esfera religiosa, y otra cosa es la esfera mundana, donde cabe todo. Es la llamada hipocresía evangélica.
Por mi parte, empiezo a entender las cosas de otra manera. Dios me ha traído a la vida para ser feliz y es, en el trasunto de la vida cotidiana, donde quiere que sea feliz y haga felices a los demás. Aquí no se distingue entre unos tiempos, espacios y personas para Dios y otros tiempos, espacios y personas ajenos a Dios.
Por consiguiente, tanto en el contexto familiar, laboral y social, como en las expresiones, llamemos, religiosas, hay un continuo vínculo que une a la persona, con las demás personas, todas ellas, convencidas de su fraternidad, de una única familia, la de Dios.
De esta manera, sí creo en los cristianos, que desde la misma fe en Jesús de Nazaret, Hijo de Dios, tratan de vivir el espíritu de las bienaventuranzas y el mandamiento del amor, en sus vidas cotidianas y, por eso, ven la necesidad de juntarse para celebrar la fe que les une, compartiendo sus vidas y, así, acrecentando su conciencia de Hijos de Dios y Hermanos de todos los hombres. Para ellos tan importante es ir a Misa, como ser honrados y honestos en su trabajo. De hecho, al final de los tiempos, se nos pedirá cuenta de las obras de misericordia que hicimos con los necesitados, o sea, con Jesús.
El evangelio de estos últimos días, nos presenta a Jesús llevando su Misión a las casas, a los pueblos, a las plazas y acercándose a los necesitados, en su propia vida cotidiana, y curando sus enfermedades . Además, cuando explica el Reino de Dios lo hace desde el contexto cotidiano que vivían sus oyentes.  Por cierto, si quiere orar, madruga y se va al descampado, y cuando va a la sinagoga y el templo, ya sabemos el discurso que emplea; por no hablar de la Última Cena, cena que fue con el grupo de sus discípulos, en la casa de un conocido.



domingo, 7 de enero de 2018

LA VIDA FAMILIAR: PAREJA, HIJOS Y ABUELOS

Acabo de pasar las vacaciones con mi familia. ¡Qué días más agradables y entrañables! Esta cercana experiencia es la que motiva estas reflexiones. No voy a entrar ni en las clases de familias que existen, según los sociólogos, ni en los problemas, de todo tipo, que tienen muchas de ellas.
Como siempre, me quito el sombrero, ante el testimonio de gran humanidad que se palpa en tantas famlias que, como la mía, se esfuerzan y luchan por dar lo mejor de sí mismas a esta sociedad en la que vivimos, sin duda, es su aportación más idónea, para el nuevo mundo que todos anhelamos.
Como he afirmado en otras ocasiones, en la familia, se encuentra la clave para que la sociedad se regenere y este mundo, globalizado, se corrija de sus errores y, a la vez, potencie sus aciertos. Porque, a fin de cuentas, todas las personas somos una gran familia, cuyo objetivo es la felicidad de todos sus miembros.
Pero, pasemos a lo concreto. En una familia la pareja es fundamental. El buen tejido y entresijo de las relaciones que se den en la pareja, constituyen la base de la configuración familiar. Las parejas, como las personas, tienen su inicio, su desarrollo y crecimiento, hasta el día de la separación definitiva. La conciencia de crecer y madurar juntas, de gozar y sufrir, de amar y perdonarse, de cuidarse y superar -unidos- las dificultades, consituyen los buenos cimientos para su familia.
A mi modo de entender, sin la fortaleza de la pareja, no hay una buena crianza y educación de los hijos. Los hijos, nacidos en el contexto de unos padres que se quieren y aman, tienen garantizado su futuro como personas. Los hijos son el mejor espejo de los padres; para bien o para mal, los hijos reflejan lo mejor y lo peor de sus padres. Los lazos fraternales del cariño y la alegría, del perdón y la ayuda, el compartir,... son hábitos que se aprenden del ejemplo de los padres. La buena educación, el respeto y el diálogo, tan necesarios en el mundo que vivimos, se aprenden en el trato que se da dentro de la familia, en el testimonio que aporta la pareja, que un día se ilusionó ¡tanto! por formar la suya propia.
Y no perdamos de vista a los abuelos. Hoy por hoy, siguen siendo necesarios para completar lo que se espera de la familia, en el mundo de hoy. No solo la complejidad de la sociedad y el trastorno del trabajo de los padres, hacen necesaria su presencia; sobretodo, es la urdimbre de su experiencia y recorrdio vital, su mejor aportación a la vida familiar. No olvidemos que los abuelos son los padres de sus nietos, por consiguiente, la interacción entre todos es el factor que  complementa, el crecimiento de todas las personas implicadas en la familia.
La humanidad precisa de familia sanas. La sociedad que se nutre de ciudadanos bien educados, honestos, responsables, solidarios y libres, sin duda, será una sociedad en la que el bien común será una realidad para todos sus miembros, sean de la condición que sean.
Y, sim embargo, da la sensación de que tenemos a la familia abandonada, que la sociedad no tiene una especial preferencia por cuidarla y mimarla. Por otro lado, entiendo que la escuela y otras instituciones sociales también tienen su influencia, aunque muchas veces, con otros intereses. Aún así, creo en la familia, como fuente de regeneración y creación para un mundo mejor.