BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 16 de abril de 2017

¡¡¡SIIII, SÍ, QUE JESÚS HA RESUCITADO !!!



Sí, Jesús ha resucitado, y la Fe cristiana se basa en esta contundente afirmación. En su primer discurso, el apóstol Pedro, proclama: “A Jesús lo resucitó Dios y todos nosotros somos testigos” (Hch 2,32)
Sin la resurrección de Jesús de Nazaret, no existiría la Iglesia, no habría cristianos, no funcionarían las parroquias, las escuelas católicas, ni existirían las distintas instituciones y ONGs, relacionadas con el cristianismo, como Caritas y Manos Unidas… En este sentido,  Pablo, dijo: “Si Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe” (I Corintios 15,14).
El Dios cristiano, Padre, Hijo y Espíritu Santo, autentifica todo lo que había dicho y había hecho, durante su estancia en la tierra, Jesús de Nazaret. El Dios encarnado no acaba con el fracaso de la muerte –como si hubieran tenido razón los que le condenaron a muerte y le crucificaron-. No. El Dios encarnado, garantizó y avaló toda su Misión con la RESURRECIÓN.
Hay unidad y continuidad entre Jesús de Nazaret y Cristo resucitado. Esta es nuestra fe. Y si Jesús resucitó, nosotros también resucitaremos. Jesús venció a la muerte.
De una forma, un tanto original, me gustaría señalar las 15 estaciones que expresan el Misterio del Dios encarnado, dando unidad a toda la vida de Jesús de Nazaret:

1. EL FINAL DE JESÚS: LA RESURRECIÓN, siendo la expresión máxima de la Buena Noticia.
2. Pero antes: FUERON LA PASIÓN Y LA MUERTE, sin duda, consecuencias lógicas de la coherencia de vida que llevó.
3. Pero antes: FUE LA ÚLTIMA CENA, símbolo de la Nueva Alianza y manifestación plena de su servicio y entrega. En este contexto nos da el nuevo mandamiento del amor.
4. Pero antes: NOS ENSEÑÓ A ORAR: desde su propia experiencia, con la oración del Padre nuestro, verdadera síntesis de sus enseñanzas.
5. Pero antes: FUE LA PREDICACIÓN, de un Reino Dios, en el que proclama a un Dios, como Padre y Madre, que ama con entrañas de misericordia a todos sus hijos e hijas y quiere la felicidad para toda su familia.
6. Pero antes: FUERON LOS MILAGROS, verdaderos signos de la presencia y el obrar del Dios del Reino.
7. Pero antes: FUERON LAS PARÁBOLAS, relatos que nos marcan el camino para la construcción de Reino de Dios.
8. Pero antes: FUE A LA SINAGOGA Y AL TEMPLO, a dar su testimonio, aunque le acarrease problemas y le complicaran la vida.
9. Pero antes: FUE POR CAMINOS, PUEBLOS Y CIUDADES, haciendo llegar a todo el mundo La Buena Noticia, especialmente, a los pobres, excluidos y necesitados.
10. Pero antes: FUE LLAMANDO A LOS DISCÍPULOS, futuros continuadores de su Misión y germen del Pueblo de Dios.
11. Pero antes: INICIÓ LA MISIÓN DEL REINO, sintiéndose enviado por el Espíritu y cumpliendo, así, la voluntad de su Padre.
12. Pero antes: FUE AL DESIERTO, preparándose, desde el silencio y la oración, para la Misión que tenía encomendada.
13. Pero antes: DEJÓ SU PUEBLO Y SU FAMILIA, como exigencia previa para desempeñar la tarea del Anuncio del Reino.
14. Pero antes: CRECIÓ COMO UN HOMBRE MÁS, mostrando su condición humana ante sus familiares y vecinos.
15. Pero antes: SE ENCARNÓ, como máxima manifestación de un Dios, que tanto nos amó, "que nos envió a su Hijo único para que nos diera vida" (1 Jn 4,9)

domingo, 9 de abril de 2017

CINCO PROPUESTAS PARA SEMANA SANTA



Siempre que llegan estas fechas de Semana Santa disponemos de unos días y nos dedicamos a planificarlos. Luego resulta que se terminan los días y, prácticamente, casi no nos hemos enterado. Pero bueno el ejercicio de reflexionar sobre qué hacer parece que nos hace más responsables. En esta ocasión se me ocurren cinco propuestas que nos pueden ayudar a vivir mejor estos días de Semana Santa. 
La primera propuesta es la Personal. No me cansaré de escribir la importancia que tiene el que nos dediquemos un poquito de tiempo a nosotros mismos. A nuestra vida interior, a lo que nos está pasando por dentro. Siempre es buena cosa echar una mirada introspectiva, sobretodo, porque en la vida cotidiana estamos muy ocupados y atareados. Preguntarse por cómo me va la vida, cómo voy potenciando mis cualidades o habilidades, o bien, ver la manera de cambiar algunos desajustes, creo que es muy saludable. Vamos, reflexionar no viene mal de vez en cuando.
La segunda propuesta es la Familiar. No siempre se dispone de tanto tiempo para estar con los hijos y la pareja. Disfrutar estos días estando juntos, saliendo juntos, regalarse sonrisas, jugar con los niños, comunicarse de una forma más distendida, hacer con esmero las tareas domésticas repartidas, ver la tele o escuchar música,… son buenas iniciativas para el buen crecimiento  familiar. El asunto se completa con las necesarias muestras de afecto y cariño que nos brindamos y regalamos.
La tercera propuesta es la Ecológica. Y además, como estamos en primavera, la ocasión no se puede desaprovechar.   Hay que potenciar el ocio y tiempo libre. El campo que rezuma colorido y alegría, está dispuesto a recibirnos para gozarlo. Por su parte las playas nos están abriendo sus puertas para que disfrutemos en ellas. Resulta muy agradable ver, cada vez a más personas, por los carriles bicis  o caminando por los parques y  jardines. Resulta enternecedor cuando se ve a la familia entera conviviendo con la naturaleza.
La cuarta propuesta es la Solidaria. Con vacaciones o sin ellas el mundo sigue igual. La información que nos viene de las redes sociales hay que aprovecharla para seguir concienciándose de la realidad. Además, el altruismo tiene que tener su espacio en nuestras vidas. Por consiguiente una visita a la residencia de ancianos, siempre hay algunos muy solos; acercarse a los comedores sociales y echar una mano, o visitar a los enfermos  que tanto agradecen la compañía, son algunas de las iniciativas que no nos suponen mucho pero que hacen mucho bien a tales personas.
La quinta propuesta es la Religiosa. En este caso tenemos muchas facilidades. Basta salir a la calle y te encuentras con las procesiones que, con fervor y devoción, nos representan los misterios fundamentales de la fe cristiana. El olor a incienso y a cera impregna las calles y plazas. Las iglesias cuidan la estética y la ornamentación, es una invitación  a que sean visitadas por numerosas personas, no siempre por motivos religiosos. De todas formas, no viene mal hacer un alto en el camino, y prestarse a celebrar y orar con los últimos acontecimientos de la vida de Jesús de Nazaret: SU PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN.
No se trata de ver cuál es la clave más importante para detenernos más en ella. Cada una de ellas tiene su tiempo y su espacio, siendo la propia persona  la que sabe priorizarlas según su momento y sus circunstancias. Lo importante es tenerlas en cuenta a todas.

domingo, 2 de abril de 2017

EL SUEÑO DE DIOS QUE ME HA SEDUCIDO Y ENGANCHADO



Uno nace y se encuentra todo mezclado. Aunque es un bebé, las risas y los gritos, las peleas y los abrazos, los percibe y los guarda, de forma que más adelante les pone nombre y los incorpora en su conducta. El mundo tal y como nos lo encontramos hoy, se ha ido configurando, con nuestros antepasados y continua con sus herederos, entre los que nos encontramos nosotros, con el compromiso de pasar el relevo a nuestros hijos, que continuarán la historia, desde la cuna hasta el tanatorio.
El relevo que se va pasando, está impregnado de bondad y de maldad, del bien y del mal, de optimismo y pesimismo, por señalar, algunos de estos dualismos. Nadie se libra de estas influencias. Quizá, por el contexto familiar y social en el que nos movemos, las proporciones de ambas realidades varían según las personas, pero, sin duda, las tenemos tan incorporadas que son dimensiones que contribuyen en nuestro crecimiento personal.
La experiencia nos dice que cuando ambas dimensiones se llevan hasta el extremo de sus posibilidades, por un lado, se generan guerras, injusticias, muerte,… o sea, la deshumanización total; mientras que, por el otro lado surgen la paz y la convivencia, el amor y la justicia, es decir, la humanización plena. Ambas posibilidades las vivimos en nuestro interior, en una lucha interna continua, en la que -si uno mira su propia historia- prevalece una más que la otra, dependiendo de las circunstancias y de la etapa de la vida en la que nos encontremos.
Ahora es cuando viene lo del sueño de Dios que me ha seducido y enganchado. Porque yo no creo en el principio absoluto del caos. Yo no creo que esta vida es como una mala noche en una pésima posada. Me niego a que todo este asunto nace en el parto y termina en el cementerio. Claro que respeto las opciones de otras personas que no coinciden con la mía; como espero, también, la reciprocidad en el respeto a las que yo tengo, por parte de ellas.
Y digo que el sueño de Dios me ha enamorado, porque en él todas las piezas del puzle de la vida encajan. Además el sueño es muy sencillo. Porque lo que Dios sueña es que su familia viva y sea feliz. Lo que más desea es que sus hijos se quieran, se ayuden como hermanos, se propongan cada día abandonar lo que enturbia las relaciones familiares y se esfuercen por superar todas las divisiones y rechazos ya sean por el poder, el dinero, el color de la piel o la religión.
Tan empeñado estaba Dios en su sueño, que nos envió a su propio Hijo para interpretarlo correctamente. Claro que él nos hablaba del Reino de Dios, pero esta versión de la Familia de Dios me parece más cercana. A unos días de la Semana Santa, estas reflexiones me preparan y ayudan a vivir los Misterios de la fe que vamos a celebrar. Porque a 2000 años vista, seguimos en la lucha del bien y del mal, del hombre viejo y el del hombre nuevo. Bueno creo que hemos avanzado hacia el bien, pero me sigo diciendo que no hay que bajar la guardia y continuar con el compromiso de alcanzar la Familia Humana (de Dios) como la quiere y sueña Dios.