Mientras nuestros chavales están terminando el curso, y
bastantes de ellos, se están graduando, otros niños y niñas no tienen la misma suerte.
No acaba la explotación, a la infancia indefensa, en los países pobres o empobrecidos. No les ha dado tiempo a crecer, y ya, el sistema, les
está exprimiendo. (Sistema que nos abastece a nosotros, los países ricos).
Ropa, alimentación, zapatillas deportivas,... ¡Cuántas horas de niños y
niñas trabajadas! Esto, creo, que no debemos olvidarlo.
Esta es una
de las fechas que no debemos descuidar nunca. Olvidar a los niños
y niñas explotados, en términos morales y religiosos, sería un ‘pecado’ muy
grave. La más reciente estimación mundial de la OIT revela
que 215 millones de niños están involucrados en trabajos peligrosos; eso
sí, de los más de 250 millones que están explotados de una forma u otra.
Como
sabemos, fue la OIT (Organización Internacional del
trabajo) la que instituyó esta fecha, en el año 2002, para una
mayor concienciación de la humanidad que maltrata a una parte de sus
"hijos".
Leemos dos de los comentarios que se nos hace desde este
organismo: Un gran número de niños hacen trabajos domésticos, remunerados o no,
en los hogares de terceras personas. Sus vidas transcurren ocultas a la mirada
de la sociedad y lo habitual es que se encuentren aislados y alejados de sus
familias. Por ello, estos menores son particularmente vulnerables a la
explotación y las historias de abuso son muy frecuentes.
Esperemos
que no se quede todo en palabras, como tantas veces. Pues, el 12 de
junio, o a estas horas que estás leyendo estas líneas, muchos son los niños y niñas que no
van a la escuela, que no
tienen tiempo para jugar, que el
tiempo para estar con sus amigos coincide con el tiempo del trabajo, que les vendieron, sus padres, a
las mafias para obtener algo de dinero, que malviven con la llamada: prostitución infantil, dando
múltiples beneficios a los proxenetas, que… para que seguir.
Son muchas
las intervenciones de nuestro Papa actual, que van en la línea de
apostar y ayudar a la infancia explotada. ¡Ojala! Nos llene de valor y coraje para denunciar -con valentía- estas injusticias
contra la infancia explotada, y os invito a que durante la
semana, este asunto, lo abordemos como tema de nuestras conversaciones, tanto
en el trabajo, en los bares, con los amigos, como en el colegio, las tiendas,
en casa, campos de fútbol,… es una forma de seguir concienciándonos de
esta INDIGNIDAD CON LA INFANCIA EXPLOTADA.
¡Porque esto de la infancia sí que es para indignarse!
https://www.youtube.com/watch?v=aqQunOlVhKo&feature=youtu.be
https://www.youtube.com/watch?v=aqQunOlVhKo&feature=youtu.be
El poder es la cantidad de tiempo de los demás que se controla; y el trabajo, el tiempo que se dedica a otros a cambio de dinero, decía el economista español David Anisi, en el libro Creadores de escasez: Del Bienestar al Miedo (si mal no recuerdo, por mis lecturas adolescentes). A veces no somos conscientes de esa capacidad que se tiene de disponer del tiempo de los demás. Como si los demás no tuvieran vida personal. Y como si su tiempo valiera muy poco, al menos menos que el nuestro. Y si encima es remunerado, ¿de qué se pueden quejar? se dice. Pero la vida, las cosas, requieren su tiempo. A veces creemos que el sistema va a seguir siendo perverso, aunque uno no participe. Pero no es cierto del todo. Tú no consumes lo mismo sabiendo que hay detrás tiempo y manos de niños. Su tiempo hipotecado, en un momento tan crucial que en realidad ayudas a hipotecar su vida. De algo hay que vivir y es bueno aprender un oficio lo antes posible, se diría desde el emprendimiento. Seguro que si. Pero seguro que en su comunidad se necesita también un médico, un enfermero, un maestro,... y ni todos los universitarios en proyectos de cooperación, o en prácticas de voluntariado internacional, del mundo pueden cubrir esa demanda. ¿Seguro que es más importante que siga cosiendo mi zapatilla? Y No hay que irse tan lejos, ¿Seguro que ese niño que en mi tele me entretiene presentándose al cásting, no debería tener otra meta más práctica en su vida? Estoy de acuerdo contigo, Hermano. Eso del trabajo infantil parece ajeno, pero medido en tiempo, en su tiempo, lo tenemos aquí. Gracias por tus reflexiones humanizadoras.
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