Que hay depredadores sexuales nadie lo duda. El problema es situarlos
en el ámbito donde ejercen sus despreciables abusos y conductas indignantes.
Vamos a desgranar algunos comentarios al respecto.
Para las víctimas las primeras palabras. Ellas son las que se llevan la peor parte, y de por vida. Conozco a mujeres que siguen yendo al psicólogo después de muchos años, aunque su abuso se llevó a cabo en la infancia. Que nunca les falte nuestro apoyo, comprensión y cercanía.
Miren cada vez que salen los ‘curas’ pederastas, me subo a las paredes. También hay otros hombres y mujeres -de iglesia- en la misma situación. Tienen motivos religiosos, más que suficientes, para avergonzarse de por vida por lo que han hecho. Que lo paguen en la cárcel, y durante mucho tiempo, no es suficiente.
Cuando salta la noticia de las redadas de pederastas en las redes, lo primero que me surge es la alegría: ¡Ya era hora! Actúan como auténticos ‘animales’ que se parecen a las cabras. Lo que más me indigna de la noticia son las fotografías de bebés violados. ¿Qué justificaciones tendrán? Que lo paguen en la cárcel, y durante mucho tiempo, no es suficiente.
Los abusos que padecieron artistas, deportistas,… en sus épocas jóvenes, demuestra hasta donde llegan los depredadores, cuando actúan desde el poder y la autoridad. Chapó por las denuncias que hacen y que sigan haciéndolo. Hay que erradicar tanta canallesca. Se supone que tiene criterios éticos. Que lo paguen en la cárcel, y durante mucho tiempo, no es suficiente.
Ahora saltan algunas OENEGES a la palestra, estos impresentables te ‘tocan la moral’ hasta lo más hondo, porque van con sus códigos deontológicos por delante y pasan por buena gente. La sinvergonzonería no tiene límites. Que lo paguen en la cárcel, y durante mucho tiempo, no es suficiente.
Pero lo más indignamente de este asunto nos lo callamos. Aquí radica la hipocresía social que aparece en el título. Llevo unos 20 años trabajando con Menores en protección. He visto muchas historias trágicas y dramáticas, que te hacen hasta llorar. Si miramos las estadísticas te falta tiempo para ‘rasgarte las vestiduras’. Miren aunque no sea políticamente correcto, afirmo que el problema de los abusos a la infancia, donde se dan con más abundancia, es en la familia. (Padres, abuelos, tíos, primos,…)
Sí, he dicho la familia. Y me aventuro a decir, no con estudios que me avalen, que debido a los abusos recibidos en la infancia hay una disposición y proyección a abusar en el futuro, por parte de los abusados. Es una cadena. Es un problema social, es un asunto que hunde sus raíces en la familia y que debemos sanar.
Por consiguiente, llamemos a las cosas por su nombre y paremos de una vez esta auténtica aberración humana.
Para las víctimas las primeras palabras. Ellas son las que se llevan la peor parte, y de por vida. Conozco a mujeres que siguen yendo al psicólogo después de muchos años, aunque su abuso se llevó a cabo en la infancia. Que nunca les falte nuestro apoyo, comprensión y cercanía.
Miren cada vez que salen los ‘curas’ pederastas, me subo a las paredes. También hay otros hombres y mujeres -de iglesia- en la misma situación. Tienen motivos religiosos, más que suficientes, para avergonzarse de por vida por lo que han hecho. Que lo paguen en la cárcel, y durante mucho tiempo, no es suficiente.
Cuando salta la noticia de las redadas de pederastas en las redes, lo primero que me surge es la alegría: ¡Ya era hora! Actúan como auténticos ‘animales’ que se parecen a las cabras. Lo que más me indigna de la noticia son las fotografías de bebés violados. ¿Qué justificaciones tendrán? Que lo paguen en la cárcel, y durante mucho tiempo, no es suficiente.
Los abusos que padecieron artistas, deportistas,… en sus épocas jóvenes, demuestra hasta donde llegan los depredadores, cuando actúan desde el poder y la autoridad. Chapó por las denuncias que hacen y que sigan haciéndolo. Hay que erradicar tanta canallesca. Se supone que tiene criterios éticos. Que lo paguen en la cárcel, y durante mucho tiempo, no es suficiente.
Ahora saltan algunas OENEGES a la palestra, estos impresentables te ‘tocan la moral’ hasta lo más hondo, porque van con sus códigos deontológicos por delante y pasan por buena gente. La sinvergonzonería no tiene límites. Que lo paguen en la cárcel, y durante mucho tiempo, no es suficiente.
Pero lo más indignamente de este asunto nos lo callamos. Aquí radica la hipocresía social que aparece en el título. Llevo unos 20 años trabajando con Menores en protección. He visto muchas historias trágicas y dramáticas, que te hacen hasta llorar. Si miramos las estadísticas te falta tiempo para ‘rasgarte las vestiduras’. Miren aunque no sea políticamente correcto, afirmo que el problema de los abusos a la infancia, donde se dan con más abundancia, es en la familia. (Padres, abuelos, tíos, primos,…)
Sí, he dicho la familia. Y me aventuro a decir, no con estudios que me avalen, que debido a los abusos recibidos en la infancia hay una disposición y proyección a abusar en el futuro, por parte de los abusados. Es una cadena. Es un problema social, es un asunto que hunde sus raíces en la familia y que debemos sanar.
Por consiguiente, llamemos a las cosas por su nombre y paremos de una vez esta auténtica aberración humana.
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