Mientras nuestros chavales están terminando
el curso, y bastantes de ellos, se están graduando, otros no tienen la misma
suerte; hablemos de ellos.
Y es que, no acaba la explotación a la infancia indefensa, del tercer mundo.
No les ha dado tiempo a crecer y ya, el sistema, les está exprimiendo. (Sistema
que nos abastece a nosotros, los del primer mundo). Esto, creo, que no debemos
olvidarlo.
Esta es una de las fechas que no debemos descuidar nunca. Olvidar a los niños y niñas explotados, en términos morales y
religiosos, sería un ‘pecado’ muy grave. La más reciente estimación
mundial de la OIT revela que 168 millones de niños están
involucrados en trabajos peligrosos; eso sí, de los más de 200 millones que están
explotados de una forma u otra.
Como sabemos, fue la OIT (Organización Internacional del
trabajo) la que instituyó esta fecha, en el año 2002, para una mayor concienciación de
la humanidad que maltrata a una parte de sus "hijos".
El Tema de 2016: Eliminar el trabajo infantil en las cadenas
de producción ¡Es cosa de todos!
Anoto dos de los comentarios que nos hace este organismo:
Un gran número de niños hacen trabajos domésticos, remunerados o no, en los
hogares de terceras personas. Sus vidas transcurren ocultas a la mirada de la
sociedad y lo habitual es que se encuentren aislados y alejados de sus
familias. Por ello, estos menores son particularmente vulnerables a la
explotación y las historias de abuso son muy frecuentes.
Este año, el Día mundial contra el trabajo infantil está dedicado al
trabajo infantil en las cadenas de producción. Con 168 millones de niños que
todavía son víctimas del trabajo infantil, todas las cadenas de suministro, de
la agricultura a la manufactura, de los servicios a la construcción, corren el
riesgo de que el trabajo infantil esté presente.
Esperemos que no se quede todo en palabras, como tantas veces.
Pues, hoy 12 de junio, o a estas horas que estás leyendo estas líneas, muchos
son los niños y niñas que no van a la escuela, que no
tienen tiempo para jugar, que el tiempo para estar con sus
amigos coincide con el tiempo del trabajo, que les vendieron,
sus padres, a las mafias para obtener algo de dinero, que malviven
con la llamada: prostitución infantil, dando múltiples beneficios a los
proxenetas, que… para que seguir.
Son muchas las intervenciones de nuestro
Papa actual, que van en la línea de apostar y ayudar a la infancia explotada. ¡Ojala! Nos llene de
valor y coraje para denunciar -con valentía- estas injusticias contra
la infancia explotada, y os invito a que durante la semana, este
asunto, sea tema de nuestras conversaciones en el trabajo, en los
bares, con los amigos, en la iglesia, en casa, campos de fútbol,… es
una forma de seguir concienciándonos de esta INDIGNIDAD CON LA
INFANCIA EXPLOTADA.
¡Esto sí que es para indignarse!
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