
Creo que nuestras palabras hablan de nosotros. Para bien o para mal, lo que pensamos y decimos tiene que ver con lo que somos. No somos meros reproductores. Ya sabemos que la mentira y el engaño están ahí. Pero no invalidan lo que vengo diciendo. En todo caso corroborarían lo que somos.
A veces no es fácil decir y escribir lo que se piensa, pero no tiene que ser motivo para estar callados. Los silencios, nos hacen cómplices de muchas cosas que pasan a nuestro alrededor, y no hemos tenido la valentía de comunicarlas.
Lo que piensan los demás me ayuda a entender mejor este mundo que vivimos. Sin embargo, echo en falta que se hagan comentarios a mis reflexiones. La crítica en un sentido u otro, enriquecen la visión de la misma realidad.
Eso sí, si he llegado al 5º aniversario, es porque me siento motivado y agradecido. Motivado por ustedes, porque lo que voy escribiendo, en el blog, parece que tiene cierto eco y me anima a seguir escribiendo; y agradecido, porque gracias a ustedes, entiendo que compartimos bastante de las ideas que a mí me ha tocado poner por escrito.
Hoy había pensado escribir sobre: ¡Ay, de los políticos, banqueros y empresarios cristianos! Pero lo dejaremos para otro día. Creo que los que nos llamamos cristianos, tenemos muchas responsabilidades en todas las esferas de la sociedad. Y es que en nuestras actuaciones, no podemos quitarnos la chaqueta cristiana y dejarla en la percha. Pero esto será para otro día.
A todas las personas que me leéis muchas gracias.
Juanba.
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