BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 24 de abril de 2016

EL BUEN CIUDADANO DEL SIGLO XXI

Estoy en clase, de tercero de ESO, profundizado en el perfil del buen ciudadano y si bien es fácil enumerar sus rasgos, siempre salen los malos ejemplos que se ven en muchos ciudadanos. Se nos ocurrió hacer el termómetro del ciudadano: del uno al diez teníamos que decir si la salud ciudadana estaba aprobada o suspensa. Acordamos,  mayoritariamente, que la nota estaba en torno al siete.
No somos ni pesimistas, ni optimistas, digamos, que somos realistas. Siempre recurro al ejemplo de la madre que tira el bebé a un contenedor. La verdad, nos horrorizamos y pensamos que mal está el mundo. ¿Mal? Sin duda, el mismo día cien mil madres tuvieron sus bebés y están felices y contentas por la nueva vida que les ha llegado.
Pienso que en el mundo hay más bondad que maldad. Y esto es así porque hay muchos más buenos ciudadanos que malos ciudadanos. En todos los continentes, en todas las culturas, en todas las religiones hay más hombres y mujeres que son fieles a sus creencias, morales, normas, leyes,... que lo contrario.
Naturalmente que hay personas desaprensivas, violentas, que se saltan todas las reglas sociales y son un desastre para ellas mismas y una amenaza para los demás, pero siendo esto así, no invalida que la mayoría de la humanidad se sitúe en el espacio de la buena ciudadanía.
Cuando hablamos del buen ciudadano, sea hombre o mujer, nos estamos refiriendo a las personas que, aún teniendo sus fallos y limitaciones, contribuyen a la buena convivencia de sus iguales, de la sociedad en la que viven.  Por favor, en ocasiones, el árbol no nos deja ver el bosque.
He tenido la suerte de vivir, en períodos muy cortos, en algunos países como México, Perú, Brasil y Italia. Ya sé que la muestra es mínima, pero en todos esos países he visto más gente buena, es decir, mejores ciudadanos, que lo contrario. La pena es que la bondad de tanta gente no genera, aún, el que sus sociedades sean más justas y libres, que la riqueza sea un bien para todos y que las diferencias vayan desapareciendo; pero, eso sí,  se va teniendo una mayor conciencia  de la sociedad ideal que deseamos para todos.
Creo que el buen ciudadano, pese a sus defectos, existe.  Miren, hay personas: honestas, sinceras, que buscan el bien de los demás. Hombres y mujeres que crían y educan con normalidad a sus hijos y, es que, les quieres de verdad. Mujeres y hombres que son honrados y responsables en sus trabajos. Hay gente que dedica tiempo a los demás en las muchas necesidades que tienen. La solidaridad y el altruismo están más presentes de lo que creemos.
El buen ciudadano, en cualquier parte del mundo, sabe dialogar, respetar, escuchar y ser tolerante. Conoce el silencio, la soledad. Sabe afrontar sus problemas y dificultades. Sabe que no está solo. Conoce por propia experiencia, que las cosas valiosas tienen un precio y un coste, pero que está dispuesto a pagarlos.
No estoy pecando de iluso. Y sé que el buen ciudadano, no es bueno siempre. También tiene sus debilidades, sus malos días, sus equivocaciones pero en su termómetro particular está aprobado, porque en él o en ella, hay más bondad que maldad.

domingo, 17 de abril de 2016

CABEZA, CORAZÓN Y TRIPA. MEJOR AÚN: TRIPA, CORAZÓN Y CABEZA

A primera vista parecería que voy a describir distintas partes del cuerpo, y que, sin duda, son las fundamentales. Pero no, ya se habrán imaginado que no van por ahí las cosas. El cuerpo humano es muy complejo, basta que nos fijemos en algunos de sus órganos y su funcionamiento. Tal vez, por lo mismo, las personas somos tan complejas. ¡Ay, Señor! con lo sencillo que podría ser todo. Pero veamos.
La cabeza, esa gran regidora de nuestro destino, resulta fundamental en nuestra existencia. Gracias a ella podemos razonar, servirnos de su inteligencia para nuestras decisiones y acciones cotidianas. Nos hace fríos y neutros ante los conflictos y problemas que nos surgen, para poder abordarlos con más objetividad. Gracias a la cabeza nos organizamos, planificamos, buscamos las mejores opciones. La cabeza nos ayuda a sobrevivir. Su luz ilumina el camino de la vida.
El corazón, ese gran facilitador que nos vincula a los demás. es la clave de nuestra vida. Gracias al corazón podemos acercarnos a los otros, podemos generar vida. Ser cómplices en el mundo de los afectos, de los sentimientos,.. que se enraízan y brotan de su interior para dar calidad y madurez en nuestras vidas. No podemos amar, perdonar, querer, abrazar y besar, si el corazón no genera y crea las condiciones para que sean la expresión de lo mejor de nosotros mismos para los demás.
La tripa, ese olvidado y prosaico órgano que tanto necesitamos, porque es imprescindible para vivir. Es en el vientre o la panza en donde se encuentra el centro de nuestra mismidad. Donde está lo más hondo de nosotros mismos. El espacio en el que radica la verdad y la identidad de nuestra ser. Allí estamos solos. Es el centro de nuestra existencia. Desde la tripa se rige el bienestar y la felicidad que tanto buscamos y deseamos.
¿SABEN CUAL ES EL PROBLEMA?
Que no acabamos de integrar en nuestra vida cotidiana estos tres órganos dándoles su justo protagonismo.
La armonía no es fácil. En la práctica la cabeza quiere mandar en todo y, claro, esto genera a la corta, a la media y a la larga, problemas y graves. Cuando el corazón se quiere poner, en primer lugar y por encima de los otros, pues ocurre lo mismo y sabemos de sus consecuencias. Pero es que también ocurre otro tanto, si las tripas quieren tomar las riendas de la vida, sin tener en cuenta a los otros dos.
Ni de abajo arriba, ni de arriba a bajo, ni del medio hacia arriba o hacia abajo. No nos lo pone fácil la realidad, la sociedad, las circunstancias, la familia, el trabajo, los amigos,... Porque la cabeza necesita el corazón y las tripa; la tripa necesita el corazón y la cabeza y el corazón necesita de la tripa y la cabeza.
Si queremos ser felices y hacer felices a los demás, si queremos llegar a la plenitud de nuestra realidad como seres humanos, entiendo que precisamos, con determinación, armonizar las tres dimensiones de las que estamos hablando.


domingo, 10 de abril de 2016

EXPLOTACIÓN INFANTIL, 16 DE ABRIL, ESCLAVITUD INFANTIL...

No, amigos, no se trata de hacer de cronista - de la infancia esclavizada - en la Edad Media. Se recurre a la historia para aprender de ella, pero no es el caso. En esta ocasión, mi reflexión es de escandalosa y rabiosa actualidad.
El lamentable origen, de este día Internacinal de la infancia esclavizada, es muy reciente: El 16 de abril, de 1995, las mafias textiles dedicadas a la explotación infantil, asesinaban a un niño pakistaní, de 12 años, su nombre: Iqbal Masih.
Iqbal Masih, pese a su corta edad, había denunciado la situación de esclavitud en la que estaban él y numerosos niños, haciendo alfombras, para las mafias (bastantes occidentales) por lo que acabaron con él. Empresarios sin escrúpulos que no piensan en nada más que sus propios intereses y no miran por los demás, aunque sean niños y niñas... pobres.
La realidad denunciada es que tanto en Eurasia, como en América y en África, hay millones de niños esclavizados. Desde su más tierna infancia (con cinco añitos, casi es tarde para empezar a explotarlos) son llevados a las minas, a los campos, a empresas de todo tipo: calzado, ropa, material deportivo,... cualquier oficio es bueno para que abandonen su ¿hogar?, su ¿familia?, la ¿escuela?, sus juegos,... y se pongan a trabajar 8, 10 ó 15 horas diarias. ¡Hay que ganarse la vida! Pero de qué vida estamos hablando.
Este día es la ocasión, para recordar con indignación, a los muchos chicos y chicas que son reclutados, como guerrilleros, en los conflictos bélicos que organizan sus padres, sus políticos, las multinacionales, en definitiva, los adultos que deberían responsabilizarse de su buena educación y crecimiento como personas.
También es el día para denunciar, con rabia, la explotación que numerosas niñas, desde su más tierna infancia, son "vendidas" al comercio del sexo-turismo y la prostitución infantil. ¿Cómo será su futuro? No es difícil imaginárselo. Por cierto, todo esto es un negocio que mueve en el mercado millones y millones de euros, dólares,... y, sin la menor duda, los promotores son abogados, políticos, empresarios, familiares, banqueros, mafiosos, etc, etc. Mala gente en su conjunto.
Niños y niñas, adolescentes y jóvenes, que son explotados, esclavizados, vendidos, secuestrados. Les han robado la infancia, la escuela, su educación, sus juegos, sus travesuras, sus derechos, en definitia, su dignidad como personas.
Las estadísticas nos hablan de cifras escandalosas: más de 400 millones de niños de 14 años, de los cuales en torno a 130 millones, tienen, menos de 10 añitos. Para una mejor actualización de todos estos datos, el sábado que viene, 16 de abril, nos los dirán mejor las televisiones, la prensa, y los diarios digitales en Internet.
A veces me pregunto, ¿qué me aporta a mí tanta miseria humana y explotación infantil?: ¿Calzado y ropa?, ¿Material deportivo?, ¿Petróleo, cacao, café,? ¿Por eso necesitamos el comercio justo? Les dejo la posibilidad de hacerse más preguntas. No olvidemos que formamos parte y también nos beneficiamos del sistema económico -cada vez más globalizado- que permite todos estos abusos, sobretodo, cuando se miran más los beneficios económicos que los valores éticos de las personas, en este caso de la infancia.
¿En qué medida nuestro bienestar (directa o indirectamente) no está afectado de toda esta historia?

domingo, 3 de abril de 2016

¿DÓNDE ESTÁN LOS HÉROES DE HOY?... BÚSCALOS A TU ALREDEDOR

A veces, vamos buscando héroes que nos estimulen para acabar con la rutina de la vida. Necesitamos a alguien, en quien fijarnos, para saltarnos la monotonía de cada día. Incluso, pensamos en personas extraordinarias para que refuercen o den sentido a nuestras existencias. Parecería que somos poca cosa y precisamos de “los otros” para movilizarnos.
Ciertamente, necesitamos héroes. Necesitamos modelos que nos hagan ver las cosas de otra forma, incluso, más atractivas y sugerentes. Personas que creemos más cualificadas, que tienen voluntad de hierro y su abnegación les lleva a sobresalir en aquello que se empeñan. Y podría dar la sensación, de que tales personas, tienen que venirnos de “otro planeta”. Sin embargo, esos hombres y mujeres, son tan reales y tan iguales como cualquiera de nosotros.
El verdadero heroísmo no se encuentra en los hechos extraordinarios, en las personas extraordinarias. El verdadero heroísmo, a mi manera de entender, está en las personas que:
- Son madres y cuidan todos los días de sus hijos. Los crían con sumo cariño y ternura. Pero sabemos que sus desvelos son continuos y sacrificados.
- Son padres que completan las tareas de su familia en un trabajo, tedioso, en la fábrica, en la oficina, en el taller,…
- Son niños y jóvenes que van a la escuela todos los días, levantándose a las 7 de la mañana, y con sueño, arrastran sus mochilas.
- Son los personas inmigrantes que van -todos los días- a los semáforos a vender pañuelos o a limpiar escaleras, ganando una miseria para malvivir.
- Son los parados que se levantan cada mañana, sin futuro, y van a las oficinas de empleo a ver si les sale algún trabajo, para ir tirando y al día siguiente, vuelta a empezar.

- Son los médicos, los maestros, los barrenderos, los militares, los curas, los políticos, los campesinos, los mecánicos, los oficinistas, los sindicalistas, los tenderos, los panaderos, los electricistas… Hombres y mujeres que cumplen, puntualmente, con sus obligaciones y responsabilidades, que no saldrán nunca en los medios de comunicación, ni en las redes sociales, pero son los verdaderos protagonistas y héroes de la historia: ayer, hoy y mañana.